ATARFE acoge el nuevo espectáculo de la granadina Sandra Zárate donde reivindica la relevancia de las mujeres en la historia

Si les hablo de Luisa Ignacia Roldán Villavicencio, es muy probable que, salvo que sea historiador del arte, no tenga mucha idea de quién se trata. Y si me refiero sencillamente a La Roldana, como era conocida popularmente, es posible que muchos tampoco la conozcan. Pues bien La Roldana, nacida en Sevilla, fue una grandísima escultora del siglo XVII que dejó para la posteridad obras de imaginería que hoy día se pueden ver en algunos de los museos más prestigiosos de Nueva York, Londres o Los Ángeles. Su fama fue tal que llegó a ser artista de cámara de los reyes Carlos II y Felipe V.

Una producción muy especial porque Sandra Zárate está trabajando codo con codo con su madre Rosa Zárate y con todas las alumnas que aprenden en su escuela. Y también con grandes artistas invitadas como Carmen Ruiz-Mingorance, que encarnará precisamente a La Roldana, María del Carmen Medina, María Nogueras, Ana Clara Guardia y la Escuela de Artes Escénicas La Seducción. En total, el equipo artístico está formado por unas cuarenta personas.

Según Sandra Zárate, «recogemos la trayectoria vital de dieciséis mujeres en una función que se estructura en dos actos con la coreografía de Rosa Zárate». La científica Marie Curie, la escritora Beatrix Potter, la cantante Chavela Vargas, la liberal Mariana Pineda, la aviadora Amelia Earhart… son algunos de los nombres que sobresalen en esta nueva propuesta de Sandra Zárate (Granada, 1992), que no para de cosechar premios y reconocimientos en los últimos años. Entre ellos, el Premio a la Fusión de Danza Oriental y Flamenco en la Etoiles D’Orient Festival de Mallorca.

Aunque más allá de galardones y aplausos, la principal obsesión de Zárate es trabajar en el aula para que ‘Mujeres de Historia’ cautive a los espectadores dentro de unas semanas en Atarfe. «Esto es lo más importante que he hecho hasta ahora en mi carrera», confiesa Zárate, quien no solo ha escrito el guion, sino que también se ha encargado de toda la escenografía –nada sencilla, por otra parte–. «Toda mi trayectoria está enfocada hacia el arte, que es lo que he mamado desde pequeña siguiendo la estela de mi familia». «Es toda una responsabilidad porque el listón está muy alto», dice en referencia a su progenitora Rosa, para la que solo tiene palabras de admiración.

‘Mujeres de Historia’ se gestó en 2018 pero, debido al parón obligado por la pandemia y el importante despliegue de recursos que conlleva, verá la luz finalmente en 2024 con el objetivo de llenar las seiscientas butacas que tiene el Centro Cultural Medina Elvira. Las entradas ya se pueden adquirir en puntos de venta como la propia Escuela de Danza Rosa Zárate, situada en la calle Reina Mora –en el barrio del Zaidín–.

«El proyecto –explica Sandra– surge a raíz de una de las asignaturas que cursé en el grado de Historia del Arte que se llamaba Arte y Género, impartida por la profesora María Elena Díez Jorge». «Ahí tuve la oportunidad de estudiar el papel imprescindible que habían desempeñado las mujeres en las artes, en la ciencia, en la aviación… que se marcaron una meta y que lucharon hasta conseguir que sus sueños se convirtieran en realidad». «Todas ellas –afirma– alzaron la voz para ser visibles».

Biografías sobresalientes como la de Malala Yousafzai, activista paquistaní que, tras sufrir un atentado con tan solo quince años –un asesino le descerrajó tres tiros en un autobús escolar–, recibió el PremioNóbel de la Paz con diecisiete años. O como la de Grace O’Malley, reina de Umaill y pirata en la Irlanda del siglo XVI. O como la de Mariana Pineda, la ciudadana de Granada condenada a muerte y ejecutada en 1831 porque no quiso delatar a sus compañeros liberales que luchaban contra el gobierno absolutista de Fernando VII.

Todas ellas conforman el relato de ‘Mujeres de Historia’. El publico disfrutará, entre otros momentos de gran intensidad, de un emocionante monólogo en el que Carmen Ruiz-Mingorance, profesora de la Escuela Superior de Arte Dramático, habla consigo misma metida en la piel de La Roldana.

El mundo, nuestro mundo, sería mucho mejor si la sociedad hubiera puesto en valor todas las contribuciones que hicieron –y hacen– ellas. Mientras tanto, ahí está el talento de mujeres como Sandra Zárate para recordarlo y reivindicarlo.