21 noviembre 2024

Cómo organizar las tareas del hogar en la casa de veraneo para tener las vacaciones en paz

Diez claves para mantener la vivienda limpia y ordenada y evitar conflictos

Ay, las vacaciones de verano. Nos pasamos el año soñando con ellas. Con los paseos por la playa, las tardes de piscina, las fiestas del pueblo, las barbacoas, la hora del aperitivo, las cenas que se alargan hasta la madrugada… Pero todos estos planes que tanto disfrutamos también tienen su lado… vamos a dejarlo en menos amable. Pilas de platos sin fregar, ropa mojada por todas partes, desayunos y comidas para un regimiento, baños en los que se juntan los que vuelven de la piscina con los que salen de fiesta, visitas diarias al supermercado, peleas por quién pone la mesa o baja la basura… En fin, lo que viene siendo un clásico veraneo en el apartamento de la playa o en la casa del pueblo por la que pasa media familia.

A nadie se le escapa que los alojamientos vacacionales son una fuente inagotable de conflictos: cambias de casa, generalmente a una más pequeña o con menos comodidades, otras veces convives con gente a la que no estás acostumbrado (primos, suegros, cuñados, amigos…) y en esta situación, ya de por sí un tanto complicada, «las tareas del hogar suelen convertirse muchas veces en el punto crítico que desequilibra la convivencia», reconocen en The Home Academy, la primera escuela especializada en organización del hogar. Expertas de esta academia nos descubren las diez claves para tener las vacaciones en paz.

 
 

Reparto de tareas, la clave

Lo primero que debemos hacer es aclarar las tareas que le corresponden a cada uno porque, de lo contrario, terminan recayendo siempre en los mismos y eso no suele acabar bien. «El primer día de vacaciones reúne a todo el mundo y escribe en un papel la lista de las tareas que hay que hacer: vaciar el lavavajillas, poner y recoger la mesa, comprar el pan, colgar las toallas, preparar la comida, hacer las camas… Una vez establecidos los quehaceres, se trata de hacer un reparto equitativo de las tareas entre todos los miembros de la casa en función de su edad y habilidades». Evidentemente, los más pequeños no van a planchar la ropa, pero sí pueden ayudar a poner la mesa o a recoger sus juguetes. Después de repartir las tareas, se pueden poner en un cuadrante semanal a la vista de todo el mundo para que cada uno sepa lo que tiene que hacer.

También es importante «pensar qué puntos críticos de orden y limpieza se tienen en casa para poder solucionarlos con sencillos hábitos. Por ejemplo, si hay caos con la ropa sucia en las habitaciones, prestad atención a este aspecto y poned una bolsa o un cesto en cada dormitorio para evitar que se acumule».

Empieza por ventilar

Una vez repartidas las tareas, llega lo más difícil: llevarlo a la práctica y que todo el mundo cumpla. Lo primero que debemos hacer nada más levantarnos es airear la casa durante al menos diez minutos. «Lo idóneo es hacer una ventilación cruzada. Es decir, abre ventanas y puertas que estén enfrentadas para que la corriente limpie todo el ambiente. Los días de más calor, intenta airear la casa a primera hora y baja de inmediato las persianas o los toldos para mantener la vivienda fresca».

Cada cosa en su sitio

Mantener la casa más o menos ordenada es sumamente importante para pasar unas vacaciones sin grandes enfados. En este sentido, las expertas de The Home Academy aconsejan «definir el lugar adecuado de cada cosa para dejarla siempre donde le corresponda. Por ejemplo, es muy práctico destinar un espacio concreto para reunir los utensilios de playa, piscina o montaña con el fin de que siempre están listos para ser usados y evitar así que estén desperdigados por toda la casa. Por otro lado, algo que genera mucho caos en vacaciones es la ropa y el calzado. Tratad de acotar un lugar donde los zapatos y zapatillas estén en orden. Si es en un armario con puertas, mejor. En cuanto a las prendas de vestir, es importante que la ropa limpia esté bien colgada o, si no hay armarios, que permanezca bien doblada en la maleta. Usad bolsas de tela para ir guardando la ropa sucia en los propios dormitorios hasta que se haga la colada (cada dos o tres días, por ejemplo) y evita mezclarla con la limpia».

Stop a la suciedad de fuera

 
 

Cuando entréis en casa, procurad cambiaros de calzado para evitar repartir suciedad (arena, tierra, restos de césped…) por todas partes. Este es un hábito muy útil que hará que la limpieza se mantenga por más tiempo. Ahora bien, tampoco se trata de acumular todo el calzado en la entrada de la casa. Basta con un par de zapatos por cada miembro de la familia. El resto, puede guardarse en las habitaciones con la ropa.

Recibidor despejado

Y esto nos lleva a la siguente clave. La importancia de mantener el recibidor despejado para facilitar el paso y no tener sensación de desorden nada más cruzar la puerta de la vivienda. La entrada no puede convertirse en una especie de trastero donde se dejan las bolsas de la compra, las toallas de la piscina, los bolsos, las tablas de surf, el carrito…

El salón en diez minutos

Un truco de experta para mantener el salón ordenado es dedicarle 10 minutos antes de ir a dormir. «Se trata de un hábito muy sencillo y rítmico que al cabo de unos días realizaréis con mucha agilidad. La última persona que lo use puede encargarse de colocar bien los cojines del sofá, llevar a la cocina cualquier pieza de menaje que se haya usado y recoja ropa, papeles, llaves, libros, revistas o cualquier otro objeto que esté fuera de su lugar».

Más peticiones de divorcio después del verano

Tres de cada diez divorcios que se solicitan en nuestro país se registran después de las vacaciones de verano. Y, como dato curioso, cabe destacar que en esta época del año las que suelen llevar la iniciativa para disolver el matrimonio son las mujeres. Uno de los motivos que argumentan los abogados de familia para justificar este aumento de solicitudes en los meses de agosto y septiembre es, precisamente, la intensa convivencia durante las vacaciones de verano como ‘puntilla’ al amor. «La mayoría son matrimonios que arrastran problemas de antes. Lo que ocurre en esta época es que al pasar tanto tiempo juntos sin el ajetreo del día a día, que enmascara muchos problemas, se dan cuenta de que la cosa no funciona. Además, la falta de corresponsabilidad por parte de alguno de los miembros de la pareja durante las vacaciones –tareas del hogar, cuidado de los hijos…– es la gota que colma el vaso».

Repaso diario al baño

Mantener una limpieza básica y un cierto orden en el baño es fundamental no solo por higiene sino también para ahorrarnos muchas discusiones, sobre todo cuando es compartido por varias personas de la casa. Dedícale cinco minutos al día y verás la diferencia. «Cuando se utilice el inodoro, tirad siempre de la cadena y bajad la tapa para evitar malos olores. Igualmente, al peinaros recoged los cabellos que hayan podido caer en la encimera o en el lavabo con papel higiénico y tirarlos a la papelera. Por último, dejad recogidos todos los productos de higiene o belleza que se hayan usado (secador, planchas, máquinilla de afeitar, cremas, maquillajes…), guardándolos en el armario correspondiente o en el neceser de viaje». Estas pequeñas rutinas ayudarán a mantener un mejor ambiente en la vivienda.

Cocina, la zona cero

«Se trata de un espacio con mucho movimiento desde la mañana a la noche, por eso es esencial prestar atención a su limpieza y orden. Si desayunáis, coméis y cenáis en casa y sois varias las personas que vivís allí, haced equipos que se encarguen de recoger y fregar después de cada una de las comidas. Así, esta tarea se hará de forma más rápida y eficaz. Durante el día, cuando utilicéis de forma esporádica un vaso, un cubierto o un plato, fregadlo, introducidlo en el lavavajillas o dejadlo en el fregadero en remojo para que la mesa y encimeras estén siempre despejadas. Evitad acumular envases de alimentos en la encimera o en la mesa de la cocina. En un alojamiento vacacional siempre puede haber un armario donde colocar la compra no perecedera del supermercado sin que abarrotemos espacios visibles que sólo darán sensación de desorden», insisten en The Home Academy.

Varios platos a la vez

«Cocinar platos elaborados que llevan su tiempo nos da la oportunidad de ir limpiando los utensilios que hemos ensuciado y que ya no necesitaremos utilizar más. Así podremos ir manteniendo la limpieza y orden del espacio a la vez que preparamos las comidas. Antes de cocinar, pensad cómo hacerlo empleando el mínimo de útiles posible para destinar menos tiempo en su limpieza. Por ejemplo, elaborar varias recetas que puedan cocinarse a la vez en dos bandejas de horno o en una olla al vapor de dos alturas. Al terminar de cocinar, fregad el fogón y encimeras si se han ensuciado, barred la zona de la cocina y, si es necesario, fregad el suelo».

Dormitorios

Los dormitorios también suelen ser foco de conflicto, sobre todo los de los adolescentes. Las expertas en orden recomiendan «hacer la cama todos los días porque ese pequeño gesto genera una gran sensación de limpieza y bienestar». También es importante tener los zapatos y la ropa bien recogida y doblada. «Despeja las mesillas o mesas de objetos que puedan guardarse en otro lugar (accesorios, revistas…) y si hay una habitación infantil coloca un cesto o una bolsa para que puedan guardar los juguetes después de usarlos».

Carmen Barreiro

FOTO: MATTIN

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