LA CORREDORA MARÍA PÉREZ NO NOS DEFRAUDA
MARIA PÉREZ TIENE UN MURAL EN ATARFE y FUE HOMENAJEADA POR NUESTRO AYUNTAMIENTO ACTUAL en un emotivo acto, en el que nuestros deportistas, representados por los miembros del Club de Atletismo de Atarfe, se unieron al evento MARÍA PÉREZ N que el Ayuntamiento ha dedicado a María Pérez en el impresionante grafiti, realizado por el famoso artista urbano el NIÑO DE LAS PINTURAS.
María Pérez, medalla de plata en los Juegos Olímpicos: de la enfermedad de su mujer a sus momentos más difíciles.La marchadora de Orce logra en los Juegos de París la medalla que le faltaba tras quedarse a solo ocho segundos del podio en Tokio hace tres años y cierra un círculo
Todo esfuerzo tiene su recompensa, y si no, que se lo digan a esta deportista que ha conseguido conquistar la plata en París e ilusionarnos a todos.La bicampeona mundial nació el 29 de abril de 1996 en Orce, Granada. Su pasión por el deporte, que tantas alegrías le ha dado, viene de lejos. Con tan solo 11 años empezó a practicar la marcha atlética de la mano de Jacinto Garzón, su entrenador desde entonces hasta hoy.
Como escribía Jesús Lens en su columna de Ideal BRAVA MARÍA «En Granada tenemos la suerte de que, cada poco tiempo, los compañeros de Deportes visitan, charlan y entrevistan a María Pérez, conociendo mucho mejor esa otra parte de la vida de una atleta de élite como ella, la menos visible y celebrada. No me extrañó que en la entrega de los Premios IDEALES del pasado año, la marchadora de Orce destacara que José Ignacio Cejudo empezó siendo un reportero y ahora es un amigo. También me encanta que una empresa granadina como Hispacolex haya apostado tan fuerte por su patrocinio deportivo.
En casos como éste, escribir en primera persona del plural «hemos ganado la Plata olímpica» tiene un regusto especial. Obviamente, la ha ganado la brava María, pero la alegría, la emoción y el orgullo compartidos no nos los quita nadie. ¡Aquí también hemos brindado con una ‘milnoh’, María!
Permítanme que enlace con otras inspiradoras y majestuosas palabras de ayer, cuando el marchador Álvaro Martín, después de mostrar su orgullo por ser de un pequeño pueblo extremeño, destacó que él, a base de tesón y entrenamiento, ha conseguido un Bronce olímpico, además de sacarse dos carreras «a pesar de no ser un lumbreras». Humilde, pero ambicioso. ¡Genio y figura!
Desde 2013, año en el que debutó como internacional, los títulos y los triunfos no han dejado de llegar. Sin duda, una merecida recompensa a todo el esfuerzo que Pérez pone en sus entrenamientos, algo evidente al ver sus redes sociales.
Pero en la vida de la granadina no todo es el deporte. También demuestra una gran unión con su familia, los pilares que la sostienen y acompañan en este difícil camino, aunque algunas veces lo hagan desde la distancia. Prueba de ello es la felicitación que le hizo a su madre el pasado 5 de mayo. «Aunque hoy no hemos podido estar juntas, no voy a dejar pasar la oportunidad de felicitar su día a la mujer más importante de mi vida. ¡Feliz día, mamá!», escribió María Pérez.
Tampoco podía faltar su mujer, la DJ Noe Morillas, otro de sus grandes apoyos. Se dieron el sí quiero en 2022, después de tener que posponerlo primero por la pandemia, luego por la enfermedad de su pareja y más tarde por los Juegos Olímpicos de Tokio. Ella misma lo contó en redes sociales.
«¡Qué difícil es explicar todo lo que hemos sentido estos últimos días! Dicen que a la tercera va la vencida, y en nuestro caso se ha cumplido. Tras más de dos años bastante complicados, una primera cancelación por la pandemia, la segunda cancelación tras el diagnóstico de Noe, unos Juegos Olímpicos de por medio, miles de entrenamientos y algunos sinsabores, ¡por fin llegó el día!», escribió María Pérez en una publicación de ambas el día de su boda.
Como decía José Ignacio Cejudo en su articulode ideal «El empeño olímpico de la niña que no aceptaba perder»: «Cuando era niña no soportaba perder al juego que fuese y ahora, que ya tiene todas la medallas que quería tras colgarse la plata en los Juegos de París, María Pérez (Orce, 1996) llora al fin de la emoción de haber cumplido con lo que todos esperaban de ella desde que se proclamase campeona de Europa en 2018. Tres años atrás en Tokio, en el que fue su debut olímpico, la marchadora se quedó a ocho segundos de subir al podio, cuarta. «Este ‘chocolate’ me sabe un poquito amargo», expresó entonces, porque tampoco le valía el diploma como finalista. Pretendía dedicarle aquella presea a muchos seres queridos. Entre ellos a su mujer, Noe, que acababa de superar un cáncer de útero con su incondicional apoyo siempre a su lado, y a su bisabuela, María, que vibró viéndola desde su pueblo. Ese día nació un nuevo objetivo deportivo, el de los siguientes Juegos en París, y, aunque nunca imaginó que le costaría tanto sufrimiento verse ahí, entre descalificaciones, lesiones y virus, la marchadora de Orce ha cumplido ya con todo lo que se había propuesto. María Pérez ha cerrado un círculo.»