15 octubre 2024

Descubren restos de la muralla de Medina Elvira (Granada) y la puerta de Poniente (06/11/2005)

La primera fase del ambicioso proyecto de excavación que se ha emprendido este año en Medina Elvira confirma todas las expectativas generadas en la comunidad científica internacional y anticipa una realidad inevitable: los años y décadas de trabajo sistemático que serán necesarios para descubrir los vestigios de la antigua ciudad y poder crear un gran parque arqueológico que desvele la estructura, organización y forma de vida de la sociedad islámica de la época.

El director de la excavación, el profesor Antonio Malpica Cuello, presentó ayer en la zona del yacimiento los “importantes” hallazgos de la campaña de 2005: se ha descubierto parte de la muralla que rodeaba la Alcazaba –lo que permitirá su completa delimitación– y se ha localizado la puerta de acceso desde Poniente, una entrada de unos tres metros que conectaría la parte militar de Medina Elvira con la población civil que estaría asentada en la zona baja. Estos descubrimientos se suman, además, a las múltiples estructuras de viviendas que comenzaron a salir a la luz en la ladera Este del Cerro del Sombrerete y que, según se constata ahora, pertenecerían a familias muy extensas –con lazos de parentesco que podrían vincular a cientos de personas– y que estarían vinculadas con el poder. Las decenas de naves rectangulares descubiertas –donde se ha hallado un importante volumen de tejas y cerámicas e incluso vestigios de un fogón para calentar alimentos– cumplirían funciones distintas en respuesta, precisamente, a las necesidades de un colectivo de tales características: “La realidad que hemos encontrado es que tanto la topología constructiva como la organización del espacio no es la habitual. Es una organización muy camuflada, muy elemental, pero muy inteligente. Trabajando en la roca han conseguido establecer andenes y escaleras y han logrado aprovechar al máximo los recursos geológicos”.

En el caso de las viviendas, Malpica explica que se trata de la organización propia de una primera época islámica que se reproduce en otras zonas de Oriente y que permite plantear un tema crucial en la Historiografía: que realmente los árabes “llegaron” a España: “No se trata de un ejército que viene y ocupa un espacio y controla a una población preexistente, sino que se trata de gentes que vienen de allí y organizan su propia sociedad creando Al-Ándalus. Es un proceso largo, que abarca desde el siglo octavo hasta el décimo, y Medina Elvira es clave en ese proceso, porque comienza en el VIII como una serie de núcleos separados entre sí, probablemente alquerías, y en el siglo IX, con la creación de la Alcazaba, obra de Abderramán II, es cuando se produce la organización de la ciudad”.

Éstas son algunas de las “valiosas” conclusiones de la actual campaña arqueológica que reflejan la propia magnitud y potencial de la zona “como punto de arranque del establecimiento de los árabes en Hispania y la transformación en Al-Ándalus” y que vienen a constatar el destacado interés internacional que ha suscitado el yacimiento. Según indicó ayer el catedrático de Historia Medieval, ya está preparando acuerdos a través de la Universidad de Granada con instituciones académicas para que arqueólogos de países como Francia, Portugal, Italia y Reino Unido participen en el proyecto.

Pero, junto a las aportaciones al debate internacional sobre el paso de la Edad Antigua a la Edad Media, se encuentran también los vestigios visibles que desvelan la estructura de aquella gran ciudad y permitirán su reconstrucción. Porque Medina Elvira se extiende en más de 330 hectáreas en los términos municipales de Atarfe y Pinos Puente, fue la capital de la Vega entre los siglos VIII y XI y se convirtió en una de las ciudades más importantes de la época.

El equipo de más de cuarenta arqueólogos que trabaja en Medina Elvira desde el pasado 22 de agosto –los trabajos se prolongarán hasta finales de noviembre– ha logrado extraer resultados tangibles que serán “fundamentales” para justificar los próximos años de intervención.

En este sentido, los restos descubiertos de la gran muralla protectora de la Alcazaba muestran, por ejemplo, que “debió tener unas dimensiones considerables” y que se construyó con una tecnología aparentemente muy sencilla, pero muy inteligente: “Se hizo sin grandes gastos ni en capital humano ni en inversión, sino con la capacidad de saber encontrar soluciones elementales para alcanzar los mejores resultados”. Así, la muralla –con un grosor de 2,80– no está levantada con sillares a unos niveles impresionantes –como serían las grandes obras de ingeniería de otras sociedades–, si bien logra salvar de forma ingeniosa desniveles de hasta el 20 por ciento. Para conseguir estabilizarla, no se llega tampoco hasta la roca madre, sino que se crea una plataforma de mortero que permite nivelar y asentar la muralla.

“Llevamos trabajando en esta zona –en el entorno que se conoce como Los Caballicos del Rey– un mes y medio y los resultados han sido brillantes. No teníamos conocimiento del trazado de la muralla, porque estaba muy camuflada”, recalcó el director de la excavación al valorar algunos de los vestigios más llamativos de lo que se presenta como el inicio del ambicioso Proyecto de Investigación General en Madinat Ilbira aprobado antes del verano por la Consejería de Cultura de la Junta.

Sobre esta cuestión, el delegado provincial de Cultura, José Antonio Pérez Tapias, recordó que Medina Elvira fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) hace en torno a un año –una iniciativa que pretendía garantizar su protección y su posterior puesta en valor– y subrayó el valor y necesidad que entonces suponía aprobar un proyecto que respondiera a las expectativas que la zona había suscitado tras los sondeos realizados en 2001 y 2003: “Vamos a encontrar claves muy interesantes para un período histórico que encierra aún muchas incógnitas no solo en lo que se refiere a Granada y a su entorno en la Alta Edad Media, sino de lo que era Al-Ándalus en aquellos momentos en que comenzaba a configurarse geopolíticamente”.

La campaña de 2005 se presenta, por tanto, como el inicio de al menos doce años de investigación arqueológica que se extenderán tamién al Secano de la Mezquita (2007) y al Cortijo de las Monjas (2009) con objeto de realizar la secuencia de ocupación de la ciudad y planificar el gran parque arqueológico. Porque, como continuación irrenunciable de las excavaciones, se encuentran la inmediata consolidación y puesta en valor de los restos. Para Malpica, es un factor fundamental que permitirá mostrar a todos los ciudadanos cómo vivían las gentes normales y conocer su organización social y de trabajo.

En esta línea de trabajo, el Ayuntamiento de Atarfe ha aprobado ya varias actuaciones para la creación de senderos y rutas que recorran toda la zona con espacios de recreo y miradores y que conectarán con los posteriores centros de interpretación en los espacios de mayor valor arqueológico. Según avanzó en el yacimiento la directora de la Oficina Técnica, Francisca Fuillerat, en este contexto se incluye por ejemplo la construcción de un parque y unos jardines en la zona baja del yacimiento a cargo de la escuela taller del municipio. El coordinador del proyecto, Juan Cañavate, concretó por su parte que se trata de una iniciativa global que ha sido impulsada por Cultura y que contará con otras consejerías como Medio Ambiente y Obras Públicas.

Con estas propuestas de presente y de futuro, arqueólogos, técnicos y políticos empiezan a a esbozar Medina Elvira. Una Medina Elvira que se presenta ya como la Pompeya de Al-Ándalus.

 

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