ATARFE: La Casa Suiza renace de sus cenizas un año después
A la mujer se le ilumina el rostro cuando observa el interior de la vivienda. Aunque ya no queda casi nada de lo que fue su casa, la mujer habita feliz en el que nunca ha dejado de ser su hogar. Está completamente fascinada con el resultado de la reforma. Las llamas invadieron el lugar en apenas unas horas, motivo por el que ha tenido que residir todo este tiempo en la casa de su hijo mayor, mientras ella, trabajadores y otros familiares se hacían cargo de las obras. Todo el mundo ha aportado su granito de arena para que la Casa Suiza de Atarfe vuelva a estar llena de vida. Locales y vecinos del municipio o incluso el Ayuntamiento y la parroquia les brindaron la mano cuando más lo necesitaban. La familia contó también con el apoyo del grupo La Plazuela, que organizó un concierto para recaudar fondos. «Han sido todos una parte esencial de la recuperación», señalan.
El fuego calcinó cada uno de los recovecos de su interior. La composición de la vivienda, principalmente de madera, ayudó a que las llamas llegasen a todas partes. «Estaba todo negro», explican. Ahora, ultiman algunos detalles para dar por finalizada la obra. Miran a su alrededor y apenas pueden creer lo que ven después de tener en sus mentes la imagen de la casa completamente arrasada. «Ha sido como vivir en una película», cuentan. Jamás imaginaron que recibirían tanta ayuda ni que la gente se interesaría por lo sucedido. Esto hace que solo tengan palabras y gestos de agradecimiento. «Hay cosas que no se pagan con dinero», determinan.
Pero en esta labor de recuperación, los hijos de José Antonio Moreno y Enriqueta Ortega, los dueños, han tenido un papel esencial. Se han entregado en cuerpo y alma a la recuperación de la vivienda y se han convertido en unos trabajadores más para todo lo que fuese necesario. Han hecho un cursillo exprés de construcción o electricidad para que sus padres volviesen cuanto antes a la vivienda, por lo que ahora respiran ya con tranquilidad al ver lo conseguido.
Nueva visión
Las paredes, ventanas, techos y estructura de la Casa Suiza nada tienen que ver con su anterior diseño. La composición de madera que formaba su interior está ahora compuesta por un diseño moderno, aunque guarda un toque rústico. La única parte que se mantiene prácticamente intacta es la chimenea. El resto de instalaciones moldean una vivienda completamente nueva en la que aún resiste el patio. Sin embargo, los propietarios no se quedan con la tristeza de lo que perdieron, sino con el optimismo y la esperanza que les transmite ver que han conseguido renacer su casa de toda la vida. La levantaron a base de esfuerzo ellos mismos y sus familiares durante una década, tiempo en el que los propietarios trabajaron en Suiza con el objetivo de ahorrar y edificar la vivienda.
Ese sacrificio y cercanía al que es aún su hogar fue lo que dejó a la familia verdaderamente afectada tras el incendio. Vieron cómo parte de la historia de sus vidas se desvaneció en solo unos minutos. José Antonio, uno de los hijos de los propietarios, reconoce que él mismo veía las llamas desde su vivienda al otro lado de Atarfe.
El suceso dejó a todo el pueblo consternado. No hay en Atarfe un vecino que no conozca la historia de la Casa Suiza. Tampoco nadie que no se haya interesado en visitar sus dependencias y no lo haya conseguido. Su instalación ha sido históricamente un emblema en la localidad. «No había ninguna tan singular en el pueblo», destacan. Sus propietarios ven la calma después de la tormenta y reconocen que la reacción del municipio entero fue algo fuera de lo normal. Esto es, sin duda, lo que hace que «el pueblo sea especial».
A la belleza y singularidad de la vivienda, se suman los signos de vida que empiezan de nuevo a aflorar en el patio de la residencia. Los árboles del jardín fueron los únicos supervivientes del incendio. Las parras aumentan su extensión poco a poco y con ello decoran y aumentan la sombra que proporcionan bajo la superficie. A esta nueva esencia se unen los pájaros que llenan de singularidad y armonía el ambiente. La Casa Suiza ha vuelto a la vida otra vez.
FOTO:Los propietarios han podido regresar ya a vivir a su hogar Ramón L. Pérez