El drama de las niñas vendidas a los cinco años para ser casadas con adultos
Tienen 6 años, a veces incluso 3, y sus familias, sin recursos y desesperadas, las han vendido como esposas o planean hacerlo. Es el terrible destino de las niñas novias de Afganistán. Una organización, Too young to wed, intenta rescatarlas
Nazia, 9 años
2800 dólares por una pequeña
Nazia, de 9 años, fue vendida a una familia vecina. El precio: 2800 dólares. La niña todavía vive con los suyos, en su casa familiar, pero los compradores presionan para que se haga efectiva la transacción. Han pagado y quieren llevarse a la pequeña. En un principio, la familia de Nazia quería vender a la hermana mayor, Pashtana, pero la pequeña, de 12 años, se negó. Como Nazia era más niña, no protestó. Ahora lo sospecha y teme el día en que tenga que marcharse. Dice que quiere jugar, estar con su familia y aprender con otros niños. La madre, Nazgul, lamenta su decisión, pero dice: «No teníamos nada, ni siquiera un colchón. Me obligaron a vender a mi hija». Ahora trata de convencer a la familia de su futuro yerno para que acepte retrasar la entrega de Nazia tres años más.
Aqila, tres años
El tribunal ha sentenciado: irá con su esposo cuando cumpla 5 años
Aqila tenía solo 2 meses cuando su padre la vendió. Necesitaba el dinero para pagar el precio por una segunda esposa. Ahora el padre se ha fugado a Irán, huyendo de las deudas que tiene con la misma familia que ahora insiste en ser la propietaria de Aqila. La madre, Rangina (derecha; a la izquierda de Aqila, la abuela), lucha por quedarse con su niña. Incluso presentó una demanda contra la familia compradora. El tribunal talibán dictaminó que la madre debía quedarse con Aqila hasta que la pequeña cumpliera 5 años y luego entregarla. La madre se desespera porque no quiere repetir la historia de su hija mayor: su padre se la vendió a un combatiente talibán. La niña fue madre a los 13 años.
Asma, 9 años, y Zainab, 11 años
Salvadas por un riñón
Las hermanas Asma y Zainab al fin pueden ir a la escuela, al menos hasta sexto grado. Too Young to Wed las ayudó a lograrlo. Casi un milagro. Su madre, Delaram, había decidido vender sus riñones en Herat, pero Too Young to Wed se enteró e integró a la familia en un plan de apoyo. Ahora, su hija Zainab quiere ser ingeniera y su hermana Asma ama las matemáticas, aunque no podrán cumplir en Afganistán sus sueños. Su padre, analfabeto, está orgulloso.
Nasima, 3 años
Una niña como pago de un préstamo
El padre de Nasima desapareció cuando ella todavía estaba en el útero de su madre. Dijo que se iba al extranjero a buscar trabajo. Pero han pasado tres años desde entonces y jamás ha enviado dinero ni se ha vuelto a saber de él. Ahora Malika, la madre, de 25 años, cuida sola de sus cuatro hijas. Las cinco llevan siete años viviendo en el campamento de Shahrak-e-Sabz para desplazados internos. Han sobrevivido pidiendo dinero prestado, pero cuando no han podido devolver la deuda los prestamistas se quedaron con Nasima, de 3 años, por casi 4000 dólares. El trato es el siguiente: tan pronto como cumpla 10 años, los compradores se la llevarán y la casarán con su hijo, que tiene la misma edad. ¿’Deberes’ matrimoniales? «Quizá esperen hasta que Nasima llegue a la pubertad», espera Malika.
Fauzia, 6 años
El tesoro de la familia
La pequeña Fauzia posa sentada en su casa. Pero la familia no sabe qué hacer: la niña tiene siete hermanos, tres de los cuales sufren algún tipo de discapacidad. La madre, Shirin Gul, necesita dinero y planea vender a su hija a un hombre. Es viuda y gana muy poco con el hilado de lana; insuficiente para alimentar a todos los niños. Las comidas de la familia consisten en algo de pan seco y té. La organización Too Young to Wed intenta ayudar a la madre de Fauzia y de otras niñas para que ya no dependan del dinero de estas bodas para sobrevivir. Para ello organizan paquetes de alimentos o negocian con los ancianos de la comunidad. No todos los matrimonios pueden evitarse, pero al menos algunos. Quizá el de Fauzia…