ATARFE: «Los ayuntamientos se sigue “pensando” a nivel local y no con soluciones globales» por José Enrique Granados

En este territorio vivimos en la actualidad más de medio millón de personas, repartidos en 32 municipios, cada uno de ellos con sus singularidades y con personalidad jurídica diferente. El 24 de mayo de 1994 el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía, ACORDÓ formular el plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración urbana de Granada, con el objetivo de disponer de un plan territorial que desarrollara una propuesta integral para la ordenación territorial de la aglomeración. Tras años de estudio y desarrollo, se acordó su aprobación por DECRETO el 27 de diciembre de 1999.

 

En estos años se ha avanzado bastante en la solución de los problemas de la conurbación, pero desde los ayuntamientos se sigue “pensando” a nivel local. Y digo esto en relación con dos temas concretos que, a mi entender, no han planteado soluciones globales; más bien todo lo contrario.

 

La integración del tren a la ciudad de Granada, tema candente en estos últimos años, y a lo que al parecer se ha encontrado un arreglo satisfactorio, se ha “solucionado” sin tener en cuenta a municipios como Atarfe y Albolote, los cuales se verán afectados, con poco que decir. En la reunión del ministro con la alcaldesa de Granada hace unas semanas se plantearon una serie de problemas de la ciudad de Granada, sin tener en cuenta la realidad de nuestro territorio. El nuevo vial de mercancías atravesará nuestros términos municipales, fragmentando aún más nuestra vega y que sepamos no se nos ha tenido en cuenta.

 

Y si, si queremos que Granada sea candidata con opciones, a la capitalidad cultural europea 2031, debe hacerse con la fortaleza que da una “ciudad” de 600.000 habitantes, sumando a los espacios de la capital los beneficios que tienen los pueblos de su alrededor. Atarfe, por ejemplo, puede sumar con la puesta en valor del conjunto monumental de Medina Elvira, sus espacios escénicos y sus festivales, como el de Jazz, ya consolidados. No podemos renunciar a incorporar a nuestro patrimonio los restos industriales de la fábrica de La Portland, hoy en ruina y con una gran potencialidad como espacio museístico.

 

Rompamos ese maleficio que Carlos Cano tan bien escribió en su “Habanera imposible”: “Granada vive en si misma tan prisionera, que solo tiene salida por las estrellas” y apostemos por una gran Granada en la que su vega sea eje vertebrador.