La Europa de los desastres: las catástrofes obligan a la UE a extender sus poderes
Los desastres naturales, cada vez más comunes por el calentamiento global, están requiriendo un rol más activo de la Unión Europea en la gestión de crisis
C
uando Jean Monnet, padre fundador del proyecto europeo, aseguró que “Europa se formaría en las crisis, y que sería la suma de las soluciones que aportamos a esas crisis” probablemente no estaba pensando en inundaciones, incendios y pandemias. Pero lo cierto es que la Unión Europea ha tenido que adaptarse cada vez más en los últimos años a un rol de gestión de crisis y de protección civil a medida que el calentamiento global se traduce en episodios climáticos más drásticos. “En solamente unos meses las inundaciones han golpeado a Europa central y del este, Italia y ahora España.
Esta es la realidad dramática del cambio climático, y tenemos que prepararnos para lidiar con ella con todos los instrumentos”, ha explicado este miércoles Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cuando ha lamentado la “desastrosa” situación en Valencia por unas violentas inundaciones que se han cobrado decenas de vidas, con muertos también en otras provincias de España.
Von der Leyen comparecía en Bruselas acompañada de Sauli Niinistö, expresidente de Finlandia, al que medio año antes había encargado un informe sobre preparación civil y militar. Aunque el enfoque está más en la preparación ante posibles ataques híbridos y en materia de seguridad y defensa, el informe de Niinistö propone una ‘Ley de preparación de la UE’ para crear estándares comunes, aumentar la coordinación y mejorar en general el estado de alerta de los Estados miembros ante distintos riesgos, incluidos incendios e inundaciones.
La estructura de la gestión de crisis de la Unión Europea se estableció en 2001, cuando se creó el Centro de Coordinación de Respuesta a Crisis (ERCC, por sus siglas en inglés) y el mecanismo de protección civil que permite a la Unión Europea coordinar el apoyo de distintos Estados miembros que busquen ayudar a un país que sufre una catástrofe, y también permite reembolsar hasta el 75% del coste de esa asistencia con fondos europeos.
Prosigue la búsqueda de víctimas en medio del caos
El Fondo de Solidaridad, del que también se podría beneficiar España para financiar por ejemplo la recuperación de las infraestructuras energéticas o de transporte, también se creó en 2002, después de que en el verano previo República Checa, Austria y Alemania se vieran golpeadas por unas inundaciones, dejando algo más de un centenar de muertos y provocando daños importantes en Praga (República Checa) y Dresde (Alemania).
Aunque los desastres naturales han ocurrido siempre en Europa, lo que ha cambiado ha sido el rol que se asume que debe jugar la Unión Europea en ellos. Y en los últimos años han llegado un buen número de crisis que han requerido de una respuesta con enfoque europeo. No solamente se han intensificado las catástrofes naturales, como los incendios que asolaron a Grecia y mataron a casi una treintena de personas, las inundaciones de este año mencionadas por Von der Leyen este miércoles o las del 2021, que provocaron casi 200 muertos en Alemania y 43 fallecidos en Bélgica. La crisis provocada por la pandemia de coronavirus provocó, primero, una reacción totalmente descoordinada entre los Estados miembros y, después, un enfoque común en la compra de vacunas, algo que se realizó de manera centralizada desde la Comisión Europea.
En el actual presupuesto de la Unión, el Marco Financiero Plurianual (MFP), que se extiende desde 2021 hasta 2027, se asignaron 1.200 millones de euros anuales para el fondo, y en 2023, en unas negociaciones de revisión del MFP, se amplió añadiendo 1.500 millones de euros anuales, una demostración de que el presupuesto europeo se ha ido tensionando a medida que cada vez más Estados miembros han necesitado asistencia europea. Que los desastres naturales cada vez requieren de mayor apoyo europeo se puede ver claramente en los costes que generan. Entre 1980 y 2022, la Comisión Europea calcula que los riesgos naturales han provocado pérdidas de 650.000 millones de euros a la Unión Europea, de los cuales, más del 17% se acumulan en 2021 y 2022 (que representan menos del 5% de este periodo), sin tener en cuenta los desastres de 2023 y 2024.
En 2015, a raíz de la crisis migratoria, la Unión Europea activó por primera vez el Dispositivo de Respuesta Política Integrada a las Crisis, creado dos años antes, que se trata de un foro que reúne a Estados miembros, autoridades y expertos en una sala para coordinar posibles respuestas a distintos tipos de crisis que requieren de una acción conjunta. En 2019, la UE creó el programa ‘rescEU’ para actuar en caso de que un Estado miembro se vea completamente superado, y cuenta con sistemas para traspasar fondos en menos de dos días en caso de catástrofes que afecten a más de 100.000 habitantes. Los numerosos programas con los que la UE se ha ido dotando en las últimas décadas en términos de gestión de crisis, que han avanzado en paralelo al incremento de fondos destinados a esta cuestión dentro del presupuesto europeo, muestra el rol creciente que el club comunitario juega en este ámbito.
FOTO: Efectos de la DANA en el municipio de Alfafar, en Valencia. (Europa Press/Rober Solsona)
https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-11-01/europa-desastres-catastrofes-ue-poderes_3994398