«María Lucena Pérez, bióloga» por José Enrique Granados
El lince ibérico es una de las especies de nuestra fauna que goza de mayor magia, admiración y simbolismo entre la ciudadanía. Una especie icónica del monte mediterráneo, endémico de la Península Ibérica que ha pasado por graves momentos, en cuanto a su conservación, pero que gracias al esfuerzo de científicos y gestores ha multiplicado sus efectivos numéricos por diez en lo que va de siglo, por lo que este animal ha dejado de estar considerado “en peligro” en la Lista Roja que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), pasando a estar considerado como “vulnerable”.
El estado de conservación del lince ibérico (Lynx pardinus) ha mejorado al centrarse los esfuerzos de conservación en aumentar la abundancia de su presa, el conejo europeo, proteger y restaurar los hábitats de matorrales y bosques mediterráneos, y reducir las muertes causadas por actividades humanas, destaca la UICN.
El aumento de la diversidad genética de la especie a través de translocaciones y de un programa de reproducción ex situ ha sido clave para aumentar el número de ejemplares. Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en partes de Portugal y España. El lince ibérico ocupa ahora al menos 3.320 km2, un aumento con respecto a los 449 km2 de 2005. La mayoría de los ejemplares (85,5%) se encuentra en España localizados principalmente en diez núcleos de Andalucía, ocho en Extremadura y seis en Castilla-La Mancha.
Algunos de los ejemplares liberados en Sierra Harana hace algunos meses, han visitado en varias ocasiones Sierra Elvira.
Los atarfeños podemos sentirnos orgullosos de que algunos de nuestros vecinos hayan contribuido a este éxito. Mi primer trabajo remunerado como biólogo, fue con esta especie y durante muchos años, entre 2001 y 2013, José María Gil Sánchez, “el Indio” trabajó en los programas de conservación de la especie a nivel andaluz.
Sin embargo, esta entrada de nuestra gacetilla está dedicada a María Lucena Pérez, bióloga adscrita al Departamento de Ecología y Evolución de la Estación Biológica de Doñana, instituto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con sede en Sevilla.
A pesar de su juventud, María tiene más de 15 artículos publicados en revistas indexadas casi todas centradas en la genética de los linces, ya que su tesis doctoral defendida en 2020 se titulaba “Linces en el Paleártico: Variación genómica en poblaciones pasadas y presentes”.
En su tesis uso metodologías novedosas en el área de la genómica y el ADN antiguo para ahondar en el conocimiento de la historia evolutiva de las dos especies de lince del Paleártico, el lince boreal (Lynx lynx) y el lince ibérico (Lynx pardinus), que a pesar de presentar rasgos de vida similares, tienen historias demográficas, en apariencia, muy dispares. El lince boreal se considera una especie de preocupación menor en cuanto a conservación y tiene una distribución muy amplia en Eurasia, mientras que el lince ibérico, distribuido en un par de poblaciones al sur de la península ibérica, ha sido considerado el felino más amenazado del mundo. En la tesis María describió los patrones genómicos de poblaciones presentes y pasadas de ambas especies para reconstruir su historia evolutiva, e investigar el rol que distintas fuerzas evolutivas, cambios demográficos y factores extrínsecos han jugado en el moldeado de sus genomas a lo largo del tiempo.
Distintas fuerzas evolutivas, como migración, mutación, flujo génico, selección y deriva, actúan en las poblaciones provocando cambios en frecuencias alélicas que se acaban consolidando como divergencias nucleotídicas, algunas de las cuales pueden sustentar divergencias adaptativas. La acumulación de estos cambios evolutivos termina diferenciando genéticamente las poblaciones y generando linajes y, eventualmente, especies. A lo largo de este continuo, eventos naturales, como las fluctuaciones climáticas y antrópicos alteran la demografía de estas especies y el equilibrio entre las fuerzas evolutivas y generan patrones genómicos, que nos informan sobre la historia evolutiva del linaje.
Siempre lo he manifestado y de nuevo lo vuelvo a hacer; siento orgullo de pertenecer a un pueblo en el que viven o han nacido gente con talento y perseverancia que contribuyen con su esfuerzo y trabajo a la creación de un mundo mejor.
María a alcanzar mayores metas. Tu familia está orgullosa de ti; tu padre también lo estaría.
Gacetilla y curiosidades elvirenses.