22 enero 2025

El Ayuntamiento de Granada analiza una propuesta para recuperar el tranvía hasta la Alhambra

Un grupo de promotores ha presentado un proyecto que saldría del Humilladero para subir por la Cuesta Escoriaza y llegar al monumento

Hace más de 80 años, el 14 de junio de 1944, un accidente puso fin al servicio del tranvía de la Alhambra. Granada perdía así el icónico tren cremallera, que había nacido en los albores del siglo pasado con un sistema único en España. Las imágenes de los vagones recortados contra las murallas de la ciudad palatina o en la subida de la cuesta del Caidero, con la Catedral y la Vega como telón de fondo, quedaban como únicos testimonios de una línea que atrajo la mirada del mundo, como relataron las crónicas de su época.

2.000 viajeros a la hora puede transportar

2.750 metros tiene el recorrido planteado

12 minutos es la duración del trayecto

Desde entonces, la ciudad ha realizado un intento tras otro para recuperar el tranvía de la Alhambra, un planteamiento que vuelve a estar ahora sobre la mesa. El equipo de gobierno de Marifrán Carazo lleva meses estudiando una propuesta privada que pretende poner en servicio la antigua línea. El proyecto, al que ha tenido acceso este periódico en exclusiva, bebe de las raíces del viejo tren cremallera, aunque adaptándolo a las necesidades actuales de la capital tanto en lo que se refiere al recorrido como a los vehículos.

El proyecto de reimplantación del tranvía a la Alhambra

Los vehículos Catenaria

La línea original, que empezó a construirse en 1904, partía de Plaza Nueva y atravesaba el Realejo y San Cecilio para alcanzar la Alhambra. Parte de ese itinerario se conservaría en la propuesta actual, que seguiría los pasos del viejo tranvía por Cuesta del Caidero, Antequeruela Baja y Paseo del Generalife hasta las taquillas de la Alhambra. El arranque, sin embargo, se trasladaría al Humilladero, desde donde alcanzaría el Realejo por un acceso distinto: Paseo de la Bomba, Cuesta de Escoriaza y Vistillas de los Ángeles. En total, 2.750 metros que las unidades recorrerían en 12 minutos.

Esta ruta, como señalan desde Urbanismo, facilitaría que el tren no solo fuera empleado por los turistas, sino también por aquellos granadinos que quisiesen acceder a la Alhambra sin tener que subir a pie. La salida del Humilladero ofrecería facilidades para que los usuarios pudiesen dejar sus vehículos en alguno de los numerosos aparcamientos subterráneos que existen en su entorno y quedaría a un paso de líneas urbanas e interurbanas de autobús, que en la actualidad paran en la Acera del Darro y al otro lado del río.

Paradas

Las paradas estarían pensadas para facilitar la comunicación con puntos de interés. Estarían incluidos el Paseo de la Bomba, el final de la Cuesta Escoriaza –que permitiría llegar a los viejos molinos de la zona–, el cruce de la calle Molinos –con salida al Realejo–, la Cuesta del Caidero –para llegar a la parte alta de San Cecilio– o los aledaños del Manuel de Falla –para acercar al público al Auditorio y los Mártires–. Otras estarían pensadas para comunicar establecimientos hoteleros de gran tradición, como el Alhambra Palace, el Washington Irving o Los Ángeles, algo que ya hacía la línea original.

Si el recorrido ya permite vislumbrar el vínculo a aquel icónico tranvía, aún más lo hace el diseño de las unidades que entrarían en servicio. La propuesta plantea vehículos que replicaran los antiguos vagones que empleaba el sistema de 1904, aunque adaptados a los sistemas de circulación actuales. Habría dos modelos, uno de 25 pasajeros y otro mayor, de 45. Las frecuencias previstas permitirían desplazar alrededor de 2.000 viajeros a la hora.

Promotores privados plantean a la ciudad la recuperación de la línea, que uniría la Alhambra con el Humilladero

Los dos tipos previstos tendrían la misma imagen que los antiguos gracias a que los promotores conservan dos de los coches originales que estuvieron en servicio hasta 1944. Los nuevos emplearían un mecanismo que permitiría abrir o cerrar el vagón para adaptarlo a las condiciones climáticas del momento y evitar uno de los problemas que padecía la línea original, la disminución de pasajeros por el frío del invierno.

La propuesta plantea también un sistema de locomoción adaptado al presente. Las unidades aprovecharían baterías eléctricas para impulsarse sobre vías tendidas en el asfalto, un sistema compatible con el tráfico y que no supondría un problema en la movilidad de la zona. Esta tecnología emplearía ultracondensadores que permiten la carga casi instantánea en los tiempos de parada para la subida y bajada de viajeros.

Sistema sostenible

Por otra parte, este sistema de propulsión contaría con otra ventaja muy valorada por el Ayuntamiento, que es que no requeriría catenarias. Esto implicaría un menor coste de inversión, pero, sobre todo, evitaría el impacto visual a lo largo de toda la ruta. Se trata de una cuestión crucial dado que el itinerario planteado atraviesa espacios protegidos, como el Paseo del Salón o el entorno de la Alhambra. Desde el verano pasado, cuando el equipo de la alcaldesa tuvo conocimiento de la propuesta, se elevaron consultas tanto a la Junta de Andalucía como a la Alhambra para confirmar la viabilidad. La última reunión tuvo lugar el lunes pasado y sirvió para comprobar que no habría problemas de impacto.

El Ayuntamiento está conversando con Cultura y con el Patronato de la Alhambra para asegurar la viabilidad del proyecto

El sistema de cremalleras solo sería necesario en un punto del recorrido, la cuesta del Caidero, donde hay tramos con un desnivel del 14%. La infraestructura necesaria, no obstante, iría embutida también en el asfalto, por lo que no afectaría tampoco a los vehículos, que seguirían circulando por la zona como hasta ahora sin problemas. Esta cuestión también es vital para el Consistorio, que destaca que la propuesta no requiere de ninguna regulación ni restricción extra, manteniendo las actuales luces semafóricas y sentidos de circulación sin cambio alguno. Los tranvías contaría con luces reglamentarias según la legislación vigente, por lo que están pensados para integrarse en el tráfico rodado como si fuera un autobús.

Las cocheras estarían ubicadas en la zona de parking del Generalife, una parcela ya calificada como espacio libre con destino a aparcamiento, sin afecciones patrimoniales ni arqueológicos, según consta en el actual PGOU.