EFEMÉRIDES PARA 2025: Casos y cosas importantes acaecidos en Granada en años finalizados en 25 (PARTE 1ª)
Gabriel Pozo Felguera nos ofrece un espectacular calendario de efemérides que te sorprenderá, con momentos históricos y curiosidades del último milenio sucedidas en Granada en años finalizados en veinticinco. Desde el nacimiento del Albayzín a la Cerveza 1925, entre otros muchos. Imprescindible. Por el mejor cronista de Granada.
Les doy una malísima noticia: todos los que estamos leyendo este reportaje no volveremos a vivir otro año acabado en 25. Así que aprovechémoslo bien el presente. A mí me gusta este número compuesto, por muchos motivos que no vienen al caso. Por eso espero que 2025 me vaya estupendamente. También lo deseo a todos los lectores. Mi pitonisa de cabecera dice que éste, mi número, es especial: soy persona equilibrada, creativa, amigable, abierta y compasiva. Y que me llevo bien con todos los impares porque es mi suma (1+3+5+7+9=25). Lo peor, por mi carácter aventurero y demasiado confiado, suelen defraudarme a menudo; soy desgraciado en amores. Porque el 25 es un número defectivo y biprimo. Me pasa con este número favorito más o menos lo que le ha ocurrido a Granada durante su Historia, que tuvo años redondeados en 25 fabulosos y otros con efemérides para olvidar. En este escrito destaco unas cuantas curiosidades del último milenio acaecidas en años finalizados en veinticinco.

1025, el fundador del Reino Zirí abandona el trono
El año 416 de la era Hégira (1025 cristiano) es el que da el rey Abd Allah (1073-91) como la fecha exacta del abandono del trono granadino del primer monarca de la dinastía zirí que la fundó. Se llamó Zāwī b. Zīrī al-Ṣinhāŷī. Lo cuenta aquel último monarca en Mis memorias del siglo XI en primera persona, donde repasa toda su dinastía, que se inició en 1013 y se extendió hasta 1091 por la llegada de los almorávides.
Zawi b Zirí fue el primero de los seis sultanes que tuvo la dinastía Sinhaya zirí del primer reino taifa de Granada, tras el desmoronamiento del Califato de Córdoba
Zawi b Zirí fue el primero de los seis sultanes que tuvo la dinastía Sinhaya zirí del primer reino taifa de Granada, tras el desmoronamiento del Califato de Córdoba. Era un guerrero norteafricano ─llegado como mercenario desde Túnez a Córdoba─ que se desplazó hasta la cora granadina una vez desmoronada Córdoba. Llegó a Medina Elvira, ciudad agrícola, en llano y sin fortificación; propuso a sus habitantes proteger sus intereses con su ejército, pero deberían buscar lugar más apto para defenderse. Se avecinaban guerras civiles entre clanes.
Aquí levantaron su alcazaba y construyeron nueva muralla por fuera de la primitiva ibero-romana
El lugar elegido fue la abandonada ciudad de Garnatha, sobre el antiguo cerro que bordeaba al Darro. Refundaron la vieja ciudad tardo-romana. Aquí levantaron su alcazaba y construyeron nueva muralla por fuera de la primitiva ibero-romana. Empezaron un ambicioso plan de construcciones en el cerro y una mezquita mayor en el llano (murallas de la Alcazaba, puertas de Elvira, Monaita, Hernán Román, etc).

Muralla de la Alcazaba vieja o cadima que construyeron los emires ziríes a partir de la refundación de Granada en 1013.
Zawi b Zirí reinó entre 1013 y 1025. Relatan las Memorias de Abd Allah que ese año decidió salir de Granada y dirigirse a Qairuam, donde había muerto su rey y buscaba asociarse con el nuevo emir norteafricano. O hacerse con todo el poder del imperio Sinhaya. Dejó en el gobierno de Granada a sus magnates, a pesar de que tenía varios hijos guerreros. Sus familiares le criticaron que se había esforzado en fundar un reino para dejárselo a otro. “No dejes lo cierto por lo dudoso, y mantente en un puesto al que no has llegado sino al cabo de gran esfuerzo y de haber estado muchas veces a pique de morir”. Pero Zawi no les escuchó y dejó la ciudad al frente de gentes de fiar, “mientras yo voy a darme cuenta por mí mismo de cómo andan las cosas por Qairuam” ─sentenció─.
Hizo jurar a los jeques que dejó al mando que no tomasen ninguna iniciativa peligrosa hasta que enviara noticias de sus progresos de alianza
Hizo jurar a los jeques que dejó al mando que no tomasen ninguna iniciativa peligrosa hasta que enviara noticias de sus progresos de alianza. “Y salió de la ciudad como el que es llevado, sin saberlo, a su ruina”, escribió Abd Allah. Sus enemigos del bando contrario se cernieron pronto sobre el reino que dejaba.
Zawi no fue bien recibido al llegar a Qairuam porque recelaban de sus intenciones de hacerse con todo el poder del imperio norteafricano, en manos de un menor de edad. Ya no consiguió regresar a retomar su trono de Granada, tras su fracaso de reinar en Ifriqiya, porque lo envenenaron en tierras africanas.
Le sucedió en el trono granadino su sobrino Habús ben Maksan Ben Zirí as-Sinhhayi al-Muzaffar (1025-1038), ayudado por el judío Samuel Nagrella como visir.

Rebelión de mozárabes y Cruzada de Alfonso I el Batallador
La segunda referencia más antigua concreta que tenemos en la Historia de Granada relativa a un año acabado en 25 fue la de 1125. Se trató de una serie de protestas por parte de los mozárabes (cristianos bajo gobierno islámico). Granada por entonces era un reino taifa almorávide. Se quejaban del maltrato que recibían por parte de los invasores norteafricanos, en el campo social, impositivo y religioso. Llevaban tiempo solicitando ayuda a magnates y reyes de los reinos cristianos del Norte. Hasta que a principios de 1125 sus quejas fueron atendidas por Alfonso I el Batallador, que había conseguido sumar el reino de Zaragoza a su incipiente condado cristiano iniciado en los Pirineos.
La intención de aquella Hueste de Hispania era conquistar la ciudad y apoderarse del reino; estas tierras musulmanas estaban carentes de ejército por haber desplazado sus tropas a otros conflictos del Norte de África
En septiembre de 1125 echó a andar una cruzada repleta de francos y de otros países europeos. Por entonces la frontera de Al-Andalus incluía tierras de Valencia. Penetró y atravesó territorio almorávide pasando por Valencia, Alicante y Murcia. En diciembre de 1125 ya estaba en la demarcación de la taifa granadina, que tenía en Granada su capital. La intención de aquella Hueste de Hispania era conquistar la ciudad y apoderarse del reino; estas tierras musulmanas estaban carentes de ejército por haber desplazado sus tropas a otros conflictos del Norte de África.
La cruzada del aragonés Alfonso el Batallador se paseó casi impunemente por tierras del Sur con demasiada parsimonia, ya durante principios del año 1126. Puso cerco blando a la ciudad amurallada de Granada, pero no consiguió rendirla
La cruzada del aragonés Alfonso el Batallador se paseó casi impunemente por tierras del Sur con demasiada parsimonia, ya durante principios del año 1126. Puso cerco blando a la ciudad amurallada de Granada, pero no consiguió rendirla. Al final, la columna de cruzados cristianos hubo de reemprender la vuelta llevándose tras de sí a tierras aragonesas a una importante población de mozárabes que no desearon continuar viviendo bajo dominio almorávide. Se calcula en unos diez o doce mil, que repoblaron tierras del Ebro. La consecuencia inmediata fue represión musulmana para los cristianos que quedaron en tierras granadinas. Se les obligó a convertirse a todos.
(Ver: Los granadinos de Aragón)

Nace el Albayzín; Fernando III se planta en Loja
La crisis del imperio almohade tras la batalla de las Navas (1212) facilitó una ofensiva en las dos décadas siguientes por Fernando III el Santo. Entre 1224-26 acometió el cerco y destrucción de la fortaleza de Loja, llegando incluso a hacer razzias en tierras de Alhama. Se llevó miles de prisioneros. Durante aquel asedio surgió la leyenda de la Cueva de los Durmientes.
La complicada situación y debilidad de alianzas con cristianos provocó la huida de este emir a África en 1225. Dejó un gobierno en precario en esta taifa granadina en manos de su hermano Abú el-Ola, que en pocos años propició la toma del poder por parte de Al-Hamar
Gobernaba la taifa granadina la familia de Abu Muhammad Abdalá al-Adil. La complicada situación y debilidad de alianzas con cristianos provocó la huida de este emir a África en 1225. Dejó un gobierno en precario en esta taifa granadina en manos de su hermano Abú el-Ola, que en pocos años propició la toma del poder por parte de Al-Hamar, de la casa Nser de Arjona. Se iniciaba con él la dinastía nazarita.
El emir almorávide Al Bayassi de Baeza se declaró vasallo de Fernando III, que había tomado plazas en las cercanías del Guadalquivir. Los musulmanes no vieron futuro y decidieron comenzar su emigración hacia el sur, al Granada. Se empezaron a aposentar en el arrabal extramuros ubicado por encima de la Alcazaba Cadima: nacía el barrio llamado Albayzín.
Primer asesinato de un rey en la Alhambra
El próximo 8 de julio se cumplirán 700 años del primer asesinato de un sultán de Granada ocurrido en la Alhambra. Era el quinto rey de la dinastía nazarita, Ismail I. Fue el primer emir de la casa Nasar que descendía de la rama femenina. Con él se inició el cambio de sangre gobernante en el Reino. Nació en la ciudadela de la Alhambra en 1279. Gobernó entre 1314 y 1325. Había accedido al trono tras destronar a su tío Nasr, con un golpe de estado con ayuda de los meriníes norteafricanos.
En su reinado (1319) ocurrió la famosa batalla del Desastre de la Vega de Granada o batalla de Elvira, donde perdieron la vida los infantes Juan y Pedro de Castilla. Eran los tutores del pequeño Alfonso XI
Fue un sultán guerrero. En su reinado (1319) ocurrió la famosa batalla del Desastre de la Vega de Granada o batalla de Elvira, donde perdieron la vida los infantes Juan y Pedro de Castilla. Eran los tutores del pequeño Alfonso XI. Aquellas muertes sembraron la debilidad en Castilla, que quedó en manos de la regente María de Molina. La debilidad momentánea castellana propició la recuperación de varias plazas granadinas que habían sido arrebatadas recientemente (Baza, Orce, Huéscar, Martos, etc). Fue la primera vez que se utilizó la pólvora en Europa, concretamente en la toma del castillo de Úskar (Huéscar). Ismail consolidó el reino de Granada en un tiempo que se pensaba abocado a su precipitado final.
(Ver: Ismail I, el sultán de Granada que introdujo la pólvora y la artillería en Europa)
Un primo suyo que ostentaba el título de Señor de Algeciras (Muhamed ibn Ismail) le asestó una puñalada en el cuello, por encima de la clavícula. A pleno día y durante una reunión de su gobierno
Este primer sultán asesinado en la Alhambra ─de los varios que lo fueron después─ falleció el 8 de julio de 1325. Un primo suyo que ostentaba el título de Señor de Algeciras (Muhamed ibn Ismail) le asestó una puñalada en el cuello, por encima de la clavícula. A pleno día y durante una reunión de su gobierno. Los cortes se infectaron y el rey falleció unos días más tarde. Los motivos que apuntan las crónicas difieren: unas cuentan que fue por la disputa de una esclava, otras que por una negligencia militar del autor. También se habló de una conjura. Todos los implicados fueron ejecutados. Sus cadáveres fueron colgados de las murallas de la Alhambra.
Aquel primer asesinato inauguró la costumbre de matar emires y/o miembros de la familia real que se llevó por delante a 9 de ellos en el siglo XIV en estancias alhambreñas. Siguieron los magnicidios de Mohamed IV (1333), Yusuf I (1354) e Ismail II (1360).
Gabriel Pozo Felguera
http://www.elindependientedegranada.es/ciudadania/casos-cosas-importantes-acaecidos-granada-anos-finalizados-25
