EFEMÉRIDES PARA 2025: Casos y cosas importantes acaecidos en Granada en años finalizados en 25 (PARTE 3)
Gabriel Pozo Felguera nos ofrece un espectacular calendario de efemérides que te sorprenderá, con momentos históricos y curiosidades del último milenio sucedidas en Granada en años finalizados en veinticinco. Desde el nacimiento del Albayzín a la Cerveza 1925, entre otros muchos. Imprescindible. Por el mejor cronista de Granada.

Derribo de la muralla de Bibarrambla
La Casa de los Miradores había sido diseñada por Diego de Siloé a mediados del XVI para acoger en su parte baja diversos servicios del Cabildo (Ayuntamiento). Estaba situada en la cara Oeste de la Plaza de Bibarrambla. Edificio porticado como toda esa plaza mayor rehecha en época cristiana para servir de coso taurino, mercado, montajes de Corpus, escenario de autos de fe, patio de ejecuciones, etc.
Al edificio se le llamó de los Miradores porque sus balconadas eran el lugar elegido por las autoridades como punto más adecuado de aquel inmenso teatro que fue esta plaza. Pero para el año 1625 se había quedado pequeño y el consistorio decidió ampliarlo derribando el paño de muralla que tenía a su espalda; la cerca musulmana lo separaba de la Carnicería que estaba al otro lado, lindera con Mesones. 1625 fue el año en que empezó a desaparecer la muralla que discurría desde las puertas de las Orejas hasta la de la Trinidad, con unos quiebros; sus tramos fueron cediendo espacio a las casas paredañas, por dentro y fuera. Solamente quedan en la actualidad pequeños trozos dentro de dos bajos de Bibarrambla.

Dibujo después de la reforma de 1625, con apariencia de estar cegados cuatro arcos de la planta baja; el quinto se corresponde con el postigo de las Cucharas. AHN.
Había tomado los hábitos con 43 años y llegó a Granada hecho todo un maestro
El año 1625 también fue el del culmen de la pintura de Fray Juan Sánchez Cotán. Acabó de pintar un amplio repertorio de siete grandes cuadros para la Cartuja de Granada y una colección de retratos de monjes cartujos. Ese año celebró su 65º cumpleaños; llevaba ya medio siglo de trayectoria como uno de los mejores pintores del siglo de oro. Había tomado los hábitos con 43 años y llegó a Granada hecho todo un maestro. Tras un breve tiempo en dos conventos de Granada, se trasladó al Paular de Sevilla.

Visión de San Hugo, de Sánchez Cotán. MUSEO BB. AA. GRANADA .
Hasta que pocos años más tarde regresó a Granada para decorar el altar mayor de la Cartuja de Granada, donde dejó bastantes pinturas de tipo mariano, vida de Cristo y retratos. También algunos bodegones. Muchas de estas obras de su madurez se conservan en la Cartuja y en el Museo de Bellas Artes de Granada. Falleció el 8 de abril de 1627.

El gran sacrilegio de las Hostias de Alhama
En el año 1725, Granada ya había enfilado su decadencia definitiva en el listado de primeras ciudades de España. Estaba anquilosada. De todas formas, todavía había órdenes religiosas que culminaban sus templos. Se trabajaba afanosamente cerrando los impresionantes arcos de la iglesia del Sagrario; los jesuitas remataron la coqueta torre campanario de San Justo y Pastor, sin duda una de las mejores de la ciudad; y el arquitecto Melchor de Aguirre, tras acabar la Catedral, se entretenía colocando la portada de San Felipe Neri.

Portada original de San Felipe Neri antes de que la destrozaran los franceses, según reconstrucción de Manuel Prado Guillén. A la derecha, torre de San Justo y Pastor, ambas de 1725.
El 1 de mayo de 1725 tuvo lugar un sacrilegio en el convento del Carmen de Alhama de Granada que marcó la actualidad de todo aquel año. Incluso no se olvidó durante el siglo siguiente; cada año acabado en 25, la Iglesia organiza actos de desagravio. El próximo 1 de mayo volverá a repetirse.
En el origen estuvieron dos galeotes fugados de prisión. Se llamaban José Ibáñez (a) el Perdido y Alejandro Reguero. Vivían en la capital y tuvieron la ocurrencia de ir a descolgarse aquella noche por una claraboya de la capilla del convento de carmelitas de Alhama, mediante una cuerda con nudos. Robaron lo que les pareció de valor y, entre lo que iba liado en una tela, se encontraba un copón repleto de sagradas formas bendecidas. El robo causó un gran revuelo en toda la provincia.
Días más tarde, José Ibáñez vendió dos burros en el mercado de animales del Triunfo. El bajo precio infundió sospechas y acabaron denunciándole. En un registro en la casilla que ocupaba, en la trasera de la Acera del Triunfo, hallaron en un agujero un trozo de tela robada que envolvía utensilios de los desaparecidos en Alhama. Y todavía un puñado de hostias del copón aplastado a pedradas. Tras la correspondiente tortura, no se tardó en sacarle una confesión detallada. La mujer de José Ibáñez había vendido un manto de una virgen a una vecina, en tanto que el cómplice Alejandro Reguero huyó primero a Gibraltar y después se escondió en Baza. Pronto fue detenido.
Los despojos de sus dos cabezas y las dos manos derechas permanecieron en aquella picota hasta que el 8 de diciembre de 1725 fueron retiradas por la Hermandad de la Caridad
El juicio y la sentencia no se hicieron esperar. A José Ibáñez lo condenaron a morir en la horca en el Campo del Triunfo, fue ejecutado el 25 de mayo de 1725. Su cabeza y su mano derecha fueron amputados y colgados en una cruz en el pórtico del convento saqueado en Alhama. A su mujer Andrea Soriano, por no confesar el delito voluntariamente, le cayeron 200 azotes y 6 años de reclusión por encubrimiento. El 5 de julio, Reguero fue traído preso a Granada y recibió el mismo castigo que su compañero de fechoría. Los despojos de sus dos cabezas y las dos manos derechas permanecieron en aquella picota hasta que el 8 de diciembre de 1725 fueron retiradas por la Hermandad de la Caridad.

Cruz de los ahorcados (o verde) delante del antiguo convento de Alhama. En la cartela tiene grabada la fecha de 1726.
A aquel lugar de la colgadura lo bautizaron como la cruz de los ahorcados. Aunque con el tiempo el pueblo jameño la conoció como cruz de los rebeldes (reberdes pronunciaban vecinos) y, por corrupción, en el siglo XX pasó a ser la actual cruz verde que se asoma al Tajo de Alhama.
Como resultado de aquel sacrilegio se comentaron infinidad de supuestos milagros. Las formas profanadas recuperadas en trozos fueron repartidas en seis lotes pequeños e introducidas en otros tantos coponcillos, que fueron a parar a: la Catedral, colegio San Gregorio de Padres Menores, convento del Ángel Custodio, Carmelitas Calzados de Granada, iglesia de Alhama y Carmelitas Calzados de Alhama. La devolución de las dos partes a Alhama constituyó una gran procesión de gente descalza y de rodillas. Cada 1 de mayo hasta 1825 se estuvieron organizando actos de desagravio. En 1925 hubo otras procesiones y solemnidades.

Beaterio del Santísimo actual, obra del primer tercio del siglo XX que reemplazó al original de 1733.
En lo arquitectónico, el resultado del sacrilegio fue la erección de una capillita en la casa donde fueron halladas las sagradas formas. Fue el Beaterio del Santísimo que hay al lado de la Gran Vía, detrás del Instituto Padre Suárez. El Santísimo dio su nombre a varias calles del entorno. Aquel Beaterio fue centro de culto muy activo hasta mediado el siglo XX. El pequeño edificio original fue levantado en 1733 a partir de la donación de su propietario; ampliado en años posteriores (1764) por otras donaciones de sus vecinos. En la década de los años veinte del siglo pasado fue demolido y en su lugar surgió la capilla actual anexa a la residencia universitaria Cristo Rey.
Se conservan todavía en la capital tres de los coponcillos con las hostias incorruptas, aunque algo ennegrecidas. En teoría, estas formas se disuelven aproximadamente a partir de los diez años. De ahí que siempre se haya sostenido que son protagonistas de un milagro. La Catedral lo guarda en su sagrario, igual ocurre con el Santo Ángel Custodio (hoy trasladado a la calle San Antón) y el Beaterio del Santísimo. La parte de los Carmelitas Calzados de Granada fue devuelta a Alhama hace ya más de medio siglo. Cada primero de mayo se suele celebrar algún acto recordatorio. Este año, con motivo del tercer centenario, el Arzobispado de Granada está preparando un acto de mayor enjundia.

El reguero del sanguinario Ramón Pedrosa
De aquel año negro voy a destacar varios episodios que se pueden resumir en uno: la plena entrada en vigor del dicho “vivan las caenas”. Porque en 1825 se reveló con toda su dureza la mano más que dura que empleaba el felón Fernando VII contra todo el que cuestionara su gobierno absolutista.
Empezó enero sin agua acumulada del otoño; el Arzobispado organizó nueve días seguidos de rogativas con la Virgen de las Angustias en procesión hasta la Catedral
Aunque no quiero pasar por alto que fue un año muy seco. Empezó enero sin agua acumulada del otoño; el Arzobispado organizó nueve días seguidos de rogativas con la Virgen de las Angustias en procesión hasta la Catedral. El ayuntamiento abrió las primeras escuelas públicas en los barrios, ya que entonces la educación sólo era de tipo particular o benéfica de instituciones religiosas. Al menos hubo una buena noticia para la salud: fue creada la Cátedra de Medina Práctica en la Universidad Literaria.
Venía de su Mondoñedo natal con el encargo especial de aumentar la represión contra liberales y masones que habían arraigado en Granada
El 24 de febrero de 1825 llegó a Granada el alguacil del crimen Ramón Pedrosa y Andrade. Venía de su Mondoñedo natal con el encargo especial de aumentar la represión contra liberales y masones que habían arraigado en Granada. Desde la reinstauración del absolutismo en 1823 ya se habían registrado algunas ejecuciones, pero fue a partir de su llegada cuando Granada soportó el mayor número de pasados por el cadalso del Triunfo.
El año 1825, siempre con Ramón Pedrosa como protagonista, fue el más numeroso en ejecuciones de tipo político. El 9 de septiembre ahorcó a los masones Felipe Azo, José Ibarreta, Francisco Álvarez, José Sánchez y a los militares Ramón Álvarez, Antonio Quintanilla y Francisco Merlo. A los primeros los había sorprendido ─tras denuncia de un jardinero─ en un Carmen cercano a la Alhambra celebrando una reunión masónica; a los militares bajo acusación de incitar a un alzamiento. Les siguieron las ejecuciones de los cabos Crescencio Sáez y Miguel Vílchez.

Cadalso del Triunfo donde se ejecutaba a los reos entre 1823-33. Coincide con la actual Plaza de la Libertad.
Fue el comienzo de una larga lista de asesinatos políticos para reprimir a los liberales o castigar a militares que no compartían el absolutismo. Ramón Pedrosa permaneció en Granada hasta finales de noviembre de 1831, tras haberse llevado entre sus trofeos la cabeza de Mariana Pineda. En total, en la década ominosa (1823-33) se calcula que fueron ejecutados un centenar de reos en el cadalso del Triunfo. Y el peor de todos aquellos años fue 1825, con diecinueve ejecuciones en distintas redadas de supuestos masones y conspiradores antifernandinos.
(Ver: Coronel Chaleco, héroe de la Independencia y último descuartizado en el Triunfo)
(Ver: El castigo divino para el juez ‘verdugo’ de Mariana Pineda)
1825: Las damas de la nobleza quieren su paseo
Aunque no todo lo acaecido en Granada durante 1825 fue tan luctuoso. También hubo lugar a frufrú de escarapelas entre la alta sociedad granadina y los ciudadanos ilustrados que anunciaban nuevos tiempos. El enfrentamiento surgió porque el corregidor Juan de Campos Molina (el que reinstauró los Caballeros XXIV, suprimidos durante el periodo napoleónico y constitucional) tuvo la ocurrencia de reformar los paseos del Salón cuando fue repuesto en 1823. Tomó una decisión que no gustó a las damas de la nobleza, a la que él pertenecía.

Plano de Dalmau (1797). Se aprecia que los jardines del Salón tenían forma de hipódromo para dar vueltas con carruajes.
Las alamedas del Genil habían sido plantadas de manera que permitían el tránsito de coches de caballos por los laterales. Aquella fresca alameda se convirtió en el lugar preferido para que las damas salieran cada tarde a darse unos paseos en sus landós descubiertos, a lucir tocados, vestidos y sombrillas. También los usaban quienes eran paseantes a pie. Pero los ruidos de los cascos y la polvareda de las ruedas molestaban a los vecinos de la Acera Banco del Salón. Los cocheros reclamaban sus preferencias de paso a latigazos contra los que se les atravesaran. La solución que adoptó el Ayuntamiento fue reformar los paseos laterales e impedir el paso de carruajes por ahí. Dejó de existir el hipódromo particular al que daban vueltas los carruajes de las damas ricas.
Unos aplaudieron la medida, en tanto que a las señoras que lo utilizaban para pasear les sentó la reforma como una patada en el corpiño. La protesta la encabezó la VIII Vizcondesa de Rías, María Antonia Segade-Bugueiro y Valderrama. Tenía acceso a la corte de Fernando VII. Le escribió pidiendo su mediación, planteando el tema casi como un asunto de banderías políticas. Exigían que les devolvieran su paseo para la exhibición vespertina.
Pero el asunto saltó al carnaval y a los libelos anónimos que circularon por toda la ciudad. Un anónimo poeta del momento redactó una crónica en verso que narra con humor aquel episodio
El Rey no intervino en aquella polémica (Aunque ateniéndonos a la poesía, es probable que reprendiera al Ayuntamiento en defensa de sus aristócratas). Los paseos del Genil quedaron con el tráfico como había marcado el Ayuntamiento. Pero el asunto saltó al carnaval y a los libelos anónimos que circularon por toda la ciudad. Un anónimo poeta del momento redactó una crónica en verso que narra con humor aquel episodio. Es el siguiente (recuperada por la revista La Alhambra, 15 de junio de 1901):
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Expo frustrada, tranvía a la Sierra y Cervezas Alhambra
Enero de 1925 se desayunaba con la creación de un comité para organizar una Exposición Hispano-Africana (aunque se venía gestando desde dos meses atrás). Seguramente inspirada en la Hispano-Americana de Sevilla. Se consideraba que esta ciudad era la más representativa de las huellas de siete siglos de unión en tiempos musulmanes. Entre los promotores se encontraban los líderes políticos y sociales del momento: Alfredo Velasco, Virgilio Castilla, Torres Balbás, Gallego Burín, Sánchez-Puerta, conde de las Infantas, Juan José Santacruz, etc.
Se preveía que la fecha idónea de aquella gran exposición sería ocho años después, en 1933. Una real orden del 29 de enero de 1925 daba oficialidad al proyecto
Se preveía que la fecha idónea de aquella gran exposición sería ocho años después, en 1933. Una real orden del 29 de enero de 1925 daba oficialidad al proyecto. Fue editado un primer folleto que hablaba de las características que debería tener: su celebración se haría en un recinto en terrenos de la Vega, al Oeste de la ciudad; a base de pabellones y albercas, tal como ya lo estaba planificando Sevilla. Constaría de dos partes: la primera sería de tipo artístico, histórico y artesanal; la segunda, de industria, comercio, comunicaciones y actividades relacionadas.
Transcurrido medio año, aquel proyecto no acababa de arrancar, faltaba presupuesto y compromiso. Hubo varias conferencias de Santacruz al respecto y mucha literatura. Y empezaron las quejas habituales sobre agravios: escribía el alcalde de la ciudad que Sevilla había recibido 3.413 pesetas para conservación de carreteras en los siete años anteriores; Barcelona, 1.807; Málaga, 2.108; y Granada sólo 1.090. Y sin buenas inversiones públicas poco se podía hacer. El alcalde reclamaba créditos y subvenciones para el proyecto granadino.
En aquel debate inútil se fue diluyendo el proyecto de Exposición Hispano-Africana; el Ayuntamiento acabó por no implicarse en el tema
En aquel debate inútil se fue diluyendo el proyecto de Exposición Hispano-Africana; el Ayuntamiento acabó por no implicarse en el tema; solamente el alcalde Sánchez-Puertas tomó algún interés cuando ya era tarde; la crisis económica de 1929 empezaba a asomar por Granada y todo era paro y miseria. Y luego los vaivenes e inestabilidad de la II República acabaron por arruinarla por completo.
(Ver: Exposición Hispano-Africana 1933, el sueño roto de Virgilio Castilla)

Dos ceramistas marroquíes trabajaban en sus tornos en el Corral del Carbón, mayo de 1939. AHMGR.
Nada de obras y pabellones a las afueras, todos se circunscribió al edificio del Corral del Carbón. Allí trajeron a artesanos marroquíes que trabajaron cara al público y algunas tiendas
Pasó la guerra civil (1936-39) y llegó Antonio Gallego Burín como alcalde. Había formado parte del comité organizador desde 1925 en representación de la Universidad. Con una España y una ciudad devastadas por la contienda, Gallego retomó la idea de la exposición, pero de manera infinitamente más modesta. La llamó Exposición Hispano-Marroquí, celebrada en 1939 durante la semana del Corpus. Se limitó a una simple aportación de artesanos del protectorado español en Marruecos. Nada de obras y pabellones a las afueras, todo se circunscribió al edificio del Corral del Carbón. Allí trajeron a artesanos marroquíes que trabajaron cara al público y algunas tiendas. Pasearon al jalifa y algunas autoridades norteafricanas para dar mayor color al asunto. Todo quedó muy empequeñecido; ni los ánimos ni los bolsillos estaban para exposiciones. Al menos quedaron unas cuantas buenas fotografías de Torres Molina.

Tranvía saliendo de uno de los túneles y atravesando el viaducto.
El nacimiento del Tranvía a la Sierra cumple un siglo este año de 2025. Es una historia demasiado conocida como para que le dedique mucho espacio en este recordatorio. Tras muchos proyectos desde principios del siglo XX por acercarse al macizo mediante línea de vía estrecha, en 1921 cuajó el proyecto del Duque de San Pedro de Galatino. Bordeaba el río Genil ascendiendo por su valle arriba. Primero hasta el cruce de Maitena, más tarde ampliado hasta el Charcón (1944). La idea también contemplaba un funicular para ascender a los Peñones de San Francisco. Que nunca llegó a cuajar.
Un total de 24 kilómetros de trazado que una década después empezó a ser destruida porque estorbaba para el Embalse de Canales
Las dificultades económicas de la empresa promotora acabaron poniéndolo en mano del Estado en 1931. Y así permaneció aquel transporte un tanto romántico hasta que el año 1974, ya en manos de Ferrocarriles de Vía Estrecha, se decidió cerrarlo. Un total de 24 kilómetros de trazado que una década después empezó a ser destruida porque estorbaba para el Embalse de Canales.
(Ver: La desconocida fábrica artesana de tranvías de Sierra Nevada)
Hoy está integrada en el grupo Mahou-San Miguel. Es de imaginar que estarán preparando alguna sorpresa por éste su primer siglo de vida. Salud y larga vida
Empecé este año 2025 tomándome una cerveza Alhambra 1925. No es que esa birra cumpla un siglo, ya que fue creada por Miguel Hernáiz hace bastante menos. Pero al menos el envase es una réplica de las primeras botellas que sacó al mercado esta marca centenaria granadina. Ya es toda una proeza contar con empresas señeras que sigan vivas tanto tiempo.
Este año 2025 celebrará Cervezas Alhambra su primer centenario. Hoy está integrada en el grupo Mahou-San Miguel. Es de imaginar que estarán preparando alguna sorpresa por éste su primer siglo de vida. Salud y larga vida.
(Ver: El catalán y el vasco que vinieron a Granada a hacer la mejor cerveza de España)
(Ver: ¿Una cervecita Alhambra Emperador 1526?)
Gabriel Pozo Felguera
http://www.elindependientedegranada.es/ciudadania/casos-cosas-importantes-acaecidos-granada-anos-finalizados-25
