El frasco de la calma, el truco contra el llanto que está ayudando a padres de todo el mundo.
La vida, el currículo, y las aportaciones de María Montessori no es nada sencillo de explicar, ella sobresalió, y por mucho en un mundo machista, lleno de hombres exitosos y al mismo tiempo con ideas retrogradas, que no dejaban avanzar a la mujer, sin embargo, Montessori lo logró.Pero no quiero abrumarte con todo el legado tan útil que dejo, en esta ocasión solo quiero presentarte el “frasco de la clama”, esta idea creada por ella en su genial etapa como pedagoga, ha venido a revolucionar los tiempo actuales.
¿Qué es el frasco de la calma?
El frasco funciona en los pequeños, de la misma forma que el yoga o la meditación especializada actúa en un adulto, es una técnica para controlar el estrés y despejar la mente.
El funcionamiento es sumamente sencillo.
Si además del frasco, ayudamos al niño diciéndole que imite nuestra respiración, y le enseñamos como oxigenarse para tranquilizarse, veremos cómo poco a poco podrá controlarlas él solito, sin la ayuda del frasco, pero no le costará trabajo, pues es como hipnótico, los movimientos de la brillantina, relaja casi de inmediato.
Es importante que sepas, y le hagas saber que no es un castigo, al contrario, es una técnica de auto control.
Crea tu mismo el frasco de la calma para tu pequeño.
Necesitas:
Un frasco de plástico transparente
1 o 2 cucharadas de pegamento
3 o 4 cucharaditas de diamantina de un color atractivo
1 gota de colorante artificial que sea del color favorito del niño
Agua caliente
Champú para niños transparente
Pistola de silicón
Mezcla todos los ingredientes dentro del frasco, asegúrate, de dejar un dedo de aire para que tenga más libertad de movimiento, cada componente de tu frasco.
Puedes poner también juguetitos en el interior para que llamen más la atención del peque.
Asegúrate de cerrar bien el frasco y sellar con silicón para evitar derrames.
Algunos padres se han puesto creativos y colocan también pinturas de colores, está bien, solo asegúrate de que no sean tóxicos.
Créeme será una gran experiencia ara el niño, el hacer su frasco de la calma, y el lograr entender la técnica de auto control.
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