1 abril 2025

El mejor testimonio del primer concilio que se celebró en la Hispania Bætica por la iglesia»
cristiana.

El primer documento sinodal de todo Occidente se elaboró en nuestra tierra, concretamente
en la Bética y en sus cánones se revela nuestra historia antigua de forma nítida: la fe, los ritos, la
cultura, la sociedad, la ética y moral, la sexualidad, los negocios, las inquietudes y cotidianeidad,
así como el sentido de la alteridad de los hombres de Iglesia presentes en el concilio (relación
con los paganos, judíos, cargos cívicos, mujeres, etc.).

El concilio de Elvira es una ventana abierta hacia nuestro pasado, una llave que nos permite
acceder a un mundo pretérito del que nuestra tierra y, quién sabe, tal vez algunos de nuestros
antepasados, fueron testigos de la configuración del cristianismo primitivo hispano. Este
controvertido documento fue el legado pionero que Ilíberis (Granada) dio a la estructuración
de la naciente Iglesia hispanorromana.

El concilio de Elvira, como documentación histórica y eclesiástica que es, abre una puerta hacia
nuestro pasado y nos muestra cual fue el origen de la Iglesia como institución nacional en un
tiempo interpersecutorio, en la llamada pequeña paz de la Iglesia, anterior al Edicto de Milán
(313) y al Concilio de Nicea (325), es decir, antes de que el cristianismo fuese religión oficial
del Imperio Romano.

Jesús Galisteo Leiva (Cádiz, 1990) Licenciado en Historia y Máster en Patrimonio Histórico- Arqueológico en la Especialidad en Historia y Patrimonio: La herencia Mediterránea por la Universidad de Cádiz (UCA). Especializado en temas religiosos, en particular en las Religiones Antiguas y el Cristianismo Primitivo. Como investigador, familiarizado con lenguas clásicas antiguas así como otras contemporáneas y con amplios conocimientos de diferentes disciplinas humanísticas