«El santuario de los tres San Juanes» por la familia Sánchez Gómez

El santuario de los Tres San Juanes, de Atarfe, será inaugurado el año próximo, con este titular de prensa, aparecía el lunes 16 de julio de 1945, en el semanario “La Prensa”, un reportaje donde se describe el motivo que llevó a Juan de Dios Sánchez Pozo a la construcción de la ermita de los Tres Juanes. Con la reproducción del mismo, queremos poner en manos de los lectores de IDEAL un nuevo documento que le aporte un mejor conocimiento de lo que sin duda hoy es motivo de orgullo de los atarfeños.
En el cerro denominado ‘El Castillejo’, a 861 metros sobre el nivel del mar y 263 sobre Atarfe, en la cima en que antiguamente estuvo enclavado el castillo llamado ‘El Puntal’, donde se hicieron fuertes los moros en sus luchas con los cristianos en los tiempos precursores
de la reconquista de Granada, está terminándose la construcción de un bello santuario, cuya fundación se debe a la iniciativa de un hombre modesto cuya perseverancia en tan noble empresa es realmente digna de admiración.
Elevase la nueva ermita sobre el pico más oriental de Sierra Elvira desde donde se divisa un bello panorama abarcándose unos 56 pueblos y aldeas, Sierra Nevada con sus elevadas crestas del Veleta y el Mulhacen, la Sierra de Alhama, y a la izquierda una vista incomparable de Granada; a la izquierda del camino que bordeando el cerro de referencia conduce al Cortijo de
Marugán y al pueblo de Caparacena, a dos kilómetros de distancia de Atarfe, y, por consiguiente, con fáciles vías de comunicación tanto por ferrocarril como por carretera y tranvía.
El recinto de la edificación lo constituye una superficie de veinte mil metros cuadrados adoptando la forma de un rectángulo de cien metros de lado por doscientos de profundidad y en ella se han efectuado las obras de relleno y urbanización necesarias para la debida conformación del terreno habiéndose practicado excavaciones y barrenado algunos lugares rocosos para producir hoyos y recubrirlos de tierra a fin de nivelar aquel accidentado paraje.
El edificio mide 226 metros cuadrados de planta cubierta, 84 que corresponden al ático, cuatro a la sacristía y otros cuatro que se destinarán a la guarda de los ornamentos sagrados, quedando para las capillas y fieles una superficie de más de cien metros.
Tiene cuatro fachadas, dando la principal con puerta de dos hojas, frente al pueblo de Atarfe y queda, además de la explanada principal, en los alrededores del templo, una extensión de cerca de 19.780 metros para aglomeraciones de fieles con motivo de romerías y celebración de actos religiosos al aire libre.
La edificación, en forma de cruz se ha efectuado sobre la rasante del terreno con acceso por una amplia escalinata con peldaños de piedra.
A más de la capilla mayor, consta de dos capillas laterales con graciosos arcos de bloque de cemento, y su ornamentación es de estilo bizantino, con artísticas vidrieras emplomadas en sus huecos. Los suelos, aún por terminar, son de baldosín hidráulico rosa y blanco, con adorno de cenefa, completando el decorado algunos trabajos de cerrajería artística y zócalos de 1,80 de altura, de estuco, imitando mármol. En el interior de la bóveda que cubre la Capilla Mayor figurarán pinturas al fresco representando pasajes bíblicos de San Juan Bautista.
Autor y propulsor entusiasta de esta empresa es el vecino de Atarte don Juan de Dios Sánchez Pozo, hombre de procedencia modesta y hoy de posición nada más que mediana por cuanto sus ingresos los constituyen únicamente el producto de su trabajo y de su laboriosidad, y el cual, a poco de la instauración de la República, interviniendo en unas operaciones de aforo con motivo de un traspaso de existencia en un cortijo cercano a Atarfe encontró enterrada, bajo un gran montón de paja de habas, una imagen deteriorada de San Juan Bautista, a la que le faltaban los brazos. La ocultó entre unas telas de saco y se la llevó a su domicilio y como no obstante las pesquisas que realizó para averiguar a quien pudiera pertenecer, no logró saberlo, colocó la imagen rescatada de forma tan extraña en su vivienda particular.
Al poco tiempo de este hallazgo, en ocasión en que se encontraba en Málaga y su esposa en Granada sus pequeños hijos jugando, encontraron un artefacto, y con la inexperiencia de sus pocos años lo machacaron con un martillo. El artefacto en cuestión, que era una granada, hizo explosión y los cuatro pequeños resultaron heridos en las piernas y otras partes del cuerpo, con tal suerte que la metralla que bien pudo ocasionar la muerte de todos ellos no rozó siquiera ningún hueso de las criaturas.
Achacó el padre lo ocurrido a un milagro del Santo y su fé se acrecentó de tal manera que acudió a postrarse ante la imagen de San Juan Bautista que había instalado en lugar preferente
de su casa para darle gracias por el prodigio operado. Desde aquel momento el señor Sánchez Pozo empezó a cultivar la idea de erigir al Santo aunque fuera una modesta capilla.
Sus propósitos fueron tomando cuerpo y hoy son una realidad muy cercana, ya que el templo está próximo a terminarse no obstante las dificultades que para ello ha tenido que vencer si hemos de tener en cuenta que la obra acometida era desproporcionada a sus medios económicos, toda vez que, de las 350.000 pesetas en que se presupuestó, él ha contribuido ya con 200.000 y que en ocasiones frecuentes; los trabajos tenían que paralizarlos por falta de recursos, volviendo a la tarea cuando nuevamente se lo permitían sus recursos, y así desde el año 1939 en que comenzaron las obras.
Conocida del Ayuntamiento la idea del señor Sánchez Pozo de erigir la ermita, la Corporación, presidida entonces por el todavía alcalde de Atarfe, don Enrique Ruiz Cabello, acordó acogerla con satisfacción y cederle los terrenos precisos en la cima del cerro ‘El Castillejo’, en los que aquel dio comienzo seguidamente a su aventurado y noble empeño.
La construcción de la Ermita que se denominará de ‘Los Tres San Juanes’ -en su altar mayor irá la escultura de San Juan Bautista, hallada en las circunstancias que dejamos descritas, y en las capillas laterales las de San Juan Evangelista, encargada a un orfebre de Gerona y la de San Juan de Dios, que se construirá en Granada, divulgase rápidamente por Atarfe, donde el proyecto fue acogido por el vecindario con verdadera simpatía, no faltándole estímulos al señor Sánchez Pozo para impulsarlo a proseguir en su anhelo. Una de las aportaciones más valiosas que ha tenido ha sido la importantísima donación hecha por don Enrique Jiménez Molinero de una finca rústica llamada ‘La Joya de San Felipe’, contigua al paraje en que se levanta el Santuario, de quince hectáreas de terreno de secano laborable, en el que se están plantando cuatro mil olivos e higueras, así como abundantes parras cuyo producto íntegro lo destinará el señor Sánchez Pozo al sostenimiento del templo y del culto en el mismo.

Cuenta, asimismo, el fundador de esta ermita con otros importantes ofrecimientos entre ellos el de don Enrique López Morcillo, capellán del Hospital de San Juan de Dios, que costeará el púlpito de la nueva iglesia; de don Felipe Fajardo Martín de Rescalvo, médico de Pinos Puente, que donará el juego de candeleros y Crucifijo para el altar mayor, de buen bronce: don Miguel Díaz Arjona, la Cruz para la torre; don Manuel Benavides don Antonio Herrera Lamolda, diversos cuadros de asuntos religiosos; don Inocencio Romero de la Cruz, una partida de cemento; don Vicente ViIlanueva, el mármol para el altar mayor; don Francisco Osuna Sánchez, maderas y ornamentos; don Agustín Alguacil, un carro; don Manuel Jiménez Zurita que costeará parte de la solería; doña Carmen Morales, varios ornamentos, etc., esto aparte de algunos donativos en metálico de otras varias personas.
La ermita de ‘Los Tres San Juanes’ que el año pasado fue cubierta de aguas quiere su fundador que esté totalmente concluida el próximo año, para lo cual tendrá que realizar el último esfuerzo consistente en un ‘empujón’ de cincuenta mil pesetas que importan las obras pendientes de ejecutar.
Su inauguración es probable que tenga lugar en el otoño del año venidero y aspira el señor Sánchez Pozo a que constituya un acontecimiento en los anales de Atarfe, y a cuyo acto serán invitadas las autoridades de los pueblos y aldeas que se divisan desde ‘El Castillejo’, siendo también su deseo que para entonces esté terminado un camino que conduzca a lo alto de dicho cerro para que hasta la explanada del templo puedan llegar los coches.
Este es, en síntesis, el comienzo y desarrollo de la magna obra emprendida por un hombre modesto y sencillo en el que ha prendido la fe de tan maravillosa manera que a pesar de los no pocos obstáculos que ha encontrado en el camino de su difícil empresa ve llegar ésta a feliz
término para demostrar a las gentes lo que puede la voluntad y el tesón de un espíritu cristiano que, cual el del señor Sánchez Pozo, sólo quiere, por propia confesión, que sus hijos puedan desenvolverse con alguna holgura por sí solos, para retirarse junto al Santuario y que en su día sus restos reposen para siempre junto a sus tres San Juanes, no sin antes dejar constituido un Patronato o Hermandad que en el porvenir cuide de propulsar el culto en aquellas alturas para que desde ellas Dios derrame constantemente sus bendiciones sobre los campos y personas de la dilatada y hermosa vega de Atarfe, Granada y pueblos del contorno.

Artículo editado por Corporación de Medios de Andalucía y el Ayuntamiento de Atarfe, coordinado por José Enrique Granados y tiene por nombre «Atarfe en el papel