24 junio 2025

Más control público y más renovables: las cinco lecciones que hemos aprendido del gran apagón

El corte eléctrico del 28 de abril no fue un fracaso de las renovables, sino un aviso sobre lo mucho que falta por hacer para que sean resilientes. Los expertos apuntan a varias claves para fortalecer el sistema.

La culpa del apagón no fue de las renovables. Tampoco las nucleares fueron la solución. Así lo subrayan las voces de la ciencia. Mientras la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, desmintió este miércoles en el Congreso que se tratara de un ciberataque, los expertos dan a conocer las primeras lecciones aprendidas del corte eléctrico que dejó a toda la península ibérica sin luz durante varias horas el pasado 28 de abril. La inversión pública, el almacenamiento y la modernización de las infraestructuras son algunas de las claves para hacer la red más resiliente.

¿Qué es lo que pasó? Todavía es pronto para conocer el origen, según puntualizó Luis Badesa, profesor de Sistemas de Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), durante un encuentro con expertos este martes. Sin embargo, existen algunos datos que pueden ser útiles para dilucidar cómo pueden España y Portugal hacer frente a futuros escenarios similares. En torno a las 12.20 horas del 28 de abril, se registraron oscilaciones interárea, es decir, cambios repentinos en los parámetros de la red eléctrica en diferentes lugares.

Todo lo demás sucedió en menos de un minuto. Entre las 12.32 y las 12.33 horas del 28 de abril, tuvieron lugar tres pérdidas de generación que supusieron una pérdida total de 2,2 gigavatios (GW). Dos segundos después de la última pérdida de generación, la península ibérica se convirtió en una isla energética y acaeció una «desconexión masiva de generación» que llevó al corte cero (el apagón total), indicó Badesa.

Una red eléctrica pública

Aunque todavía existen muchas incertezas sobre este acontecimiento histórico en España, hay una cosa clara: el apagón era evitable si el sistema hubiera sido (más) resiliente. Sin embargo, las infraestructuras y reformas necesarias para fortalecer la red eléctrica requieren de una inversión económica que las empresas privadas aún no han asumido. Por esta razón, es fundamental que «el operador del sistema recupere su función de servicio público», declara a Público Ismael Morales, responsable de Políticas Climáticas de Fundación Renovables.

En la actualidad, el 20% de la red eléctrica es de propiedad estatal. «Quizás debería disponer de mayor capacidad de actuación con inversión en almacenamiento», valora Morales. «Tiene que recuperar el papel más activo en cuanto a las tecnologías que permiten gestionar el sistema». En una línea similar se expresó Elena Pravettoni, jefa de de Análisis en la Comisión de Transición Energética (ETC, por sus siglas en inglés) durante el encuentro con expertos de este martes: «El foco debe estar en la planificación, la inversión, las nuevas tecnologías y la coordinación transfronteriza, y no culpar a las energías limpias«.

La falacia de las nucleares

Otra de las lecciones en la que insisten los expertos es que red eléctrica resiliente no pasa por incrementar la producción de energía nuclear, pese a la férrea defensa de la misma que el Partido Popular realiza a colación del corte eléctrico. Si bien estas centrales «presentan estabilidad y son muy constantes –lo cual aporta seguridad– también tardaron mucho en arrancar«, explica a este medio José Luis Domínguez, responsable de Sistemas Eléctricos de Potencia en el Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC).

«Se ha visto perfectamente que las nucleares en cuanto a resiliencia no aportan nada», subraya Morales. El divulgador científico señala que «las nucleares solo aportaron el 5% de la demanda energética hasta el 7 de mayo y no respondieron en la semana del apagón. Está claro que no pueden aportar resiliencia a la red«, insiste. En su lugar, Domínguez aboga por aumentar los requerimientos de seguridad que fortalezcan la penetración de renovables en el sistema.

Reforzar el almacenamiento de energía renovable

La manera de conseguir que las energías renovables sean resilientes frente a las oscilaciones extraordinarias que tuvieron lugar el 28 de abril es invertir en los llamados «sistemas de estabilización«, los cuales permiten equilibrar los posibles desajustes entre la oferta y la demanda energética. Domínguez apunta que estos sistemas pueden referirse a diferentes mecanismos.

Coincide con él Sonia Dunlop, consejera delegada de Global Solar Council y que también participó en el encuentro de expertos: «Probablemente va a ser una gran parte de la solución aquí en España». El almacenaje puede materializarse mediante diferentes mecanismos; Dunlop y Domínguez mencionan el «almacenamiento por bombeo«, característico de la energía hidráulica. Consiste en el bombeo de agua hacia arriba de un embalse a otro mediante turbinas. Cuando es necesario, se libera el agua para que caiga hacia abajo y a través de las mismas turbinas se genera electricidad.

Modernizar la red eléctrica: el ‘grid-forming’

También Morales identifica el almacenamiento como uno de los puntos en los que se debe poner el foco para desarrollar una red eléctrica robusta. En concreto, Morales vincula el desarrollo de baterías a la modernización de la red eléctrica porque permiten incluir la tecnología grid-forming. Traducible como «formación de red», este mecanismo aporta «inercia sintética» a la electricidad producida mediante renovables.

La inercia es lo que normalmente aporta estabilidad a la red. Las fuentes tradicionales de energía utilizan turbinas rotatorias, que al ser muy pesadas, son las que proporcionan esta inercia. Sin embargo, la solar o la eólica carecen de estas turbinas, pero los dispositivos electrónicos pueden hacer uso del grid-forming para garantizar su estabilidad. «En Australia, tras el apagón de de 2016, se aprobó una nueva regulación que obligaba a todos los generadores de más de diez kilovatios a incluir sistemas grid- forming. Esto, por ejemplo, les ha permitido alcanzar en algunos puntos el 100% de renovables, por lo que una de las principales propuestas es que se replique en España», precisa Morales.

Aumentar las interconexiones

Las interconexiones transfronterizas son otra de las grandes lecciones que puede sacar España de esta experiencia. El país «siempre ha sido deficiente en este sentido, con solo un 3% de interconexión, frente al objetivo del 15% que se ha fijado la UE«, advirtió Dunlop. Con estas cifras, Domínguez expresa que prácticamente «ahora somos una isla energética» y aboga por aumentar las relaciones del sistema eléctrico peninsular con Francia y Marruecos.

Domínguez matiza que «la red eléctrica está pensada para no depender de nadie» por su naturaleza peninsular, pero apunta a Alemania como ejemplo, que cuenta con conexiones a las redes de Francia, Dinamarca y Polonia. También Morales indica que «España tiene 2,8 GW de conexión con Francia, mientras que Alemania tiene 23 GW». En el caso de Italia, que al ser una península, puede encontrar los mismos problemas de interconexión que España, tiene «9,3 GW de conexión con Suiza, con Grecia y con Túnez«, añade.

«Tenemos que pensar en cómo las redes pueden ser más resilientes a todo tipo de fenómenos», concluye Dunlop. El fortalecimiento de las interconexiones, las tecnologías de grid-forming, el almacenamiento de energías renovables o la intervención pública son algunos de los aprendizajes que destacan los expertos. El corte de electricidad que sufrió la península ibérica continúa bajo análisis y los científicos y técnicos investigan aún su origen, el cual puede arrojar más luz sobre las maneras en las que podemos hacer frente a futuros posibles apagones.

Adhik Arrilucea

FOTO: Fernando Sánchez / Europa Press

https://www.publico.es/sociedad/m-ambiente/control-publico-renovables-cinco-lecciones-hemos-aprendido-gran-apagon.html