8 julio 2025

Han pasado 49 años desde que se celebrara por primera vez aquel Homenaje a Federico García Lorca –’El cinco a las cinco’– que, siguiendo el llamamiento de sus 33 convocantes –abogados y profesores, escritores y artistas–, tuvo lugar, tras superar enormes dificultades, el cinco de junio de 1976, a las cinco de la tarde, en Fuente Vaqueros, «en el mismo lugar e idéntica fecha en que Federico naciera hace 78 años», según se leía en la convocatoria hecha pública en el mes de marzo de aquel año: un homenaje a la memoria de García Lorca, pero también «a la de cuantos cayeron en iguales circunstancias». Lo contó más de una vez el inolvidable Antonio Ramos, por ejemplo, en ‘El cinco a las cinco con Federico’, de 1986, o en ‘García Lorca en Fuente Vaqueros’, de 1998: ambos libros fueron editados en una de las colecciones que cuidadosamente dirigía Juan de Loxa desde la Casa-Museo Federico García Lorca de Fuente Vaqueros. Recordemos que tanto Juan de Loxa como Antonio Ramos fueron miembros de aquella Comisión de los 33 a la que me he referido.

Por razones gubernativas de la España franquista de entonces, aquel homenaje sólo duró treinta minutos; pero, después de más de cuatro décadas, aquella media hora ha crecido, se ha hecho mayor, permanece viva en la memoria de estas tierras y cada año sigue celebrándose, con más o menos variantes, esa ‘Fiesta de la Libertad’, una tradición cívica que, con motivo de su trigésimo aniversario, fue institucionalmente honrada en 2006 por la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Fuente Vaqueros: se convocó a sus promotores, se organizó un concierto memorable de Enrique Morente y Estrella Morente en el Paseo del Prado de Fuente Vaqueros y allí se proyectaron las imágenes originales del primer 5 a las 5.

El año que viene se cumplirán cincuenta años de aquella cita de junio de 1976. No sé si alguien se acordará, si alguna de nuestras instituciones pensará en conmemorar aquella alegría de estar juntos en una plaza pidiendo libertad cuando la libertad brillaba por su ausencia, no sé qué pasará, no sé si se pondrán de acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo. Quién sabe, tal vez aquella Comisión de los 33 pudiera ser hoy un mal ejemplo, pues –parafraseando una vez más el poema «Los conjurados» de Borges– éramos personas de diversas estirpes, profesábamos diversas religiones y hablábamos diversos idiomas; decidimos ser razonables y, olvidando nuestras diferencias, escogimos acentuar nuestras afinidades. No sé, todavía hay tiempo para ponerse de acuerdo. Por algún sitio habría que empezar.

https://www.ideal.es/opinion/jose-carlos-rosales-el-5-a-las-5-20250605202850-nt.html

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