15 diciembre 2025

Nicolás Tórices Abarca en el especial de las fiestas de IDEAl de 2006, nos ilustró con un artículo titulado “Urbanismo y catástrofe”. En él, podíamos leer: <<La magnitud de la catástrofe motivó a las autoridades locales, conjuntamente con las del resto de los municipios afectados, a solicitar ayuda al Estado. Aunque se recibieron donaciones de todas partes y se alojó a los damnificados en barracones provisionales y tiendas de campaña. Por entonces aún estaba vigente la primera estructura institucional y administrativa del Estado franquista en materia de vivienda y urbanismo. Dos ministerios, Gobernación y Trabajo, tenían competencias edificatorias y urbanísticas mediante una red de organismos y direcciones generales: Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones, Dirección General de Arquitectura (Ministerio de la Gobernación), Instituto Nacional de la Vivienda (Ministerio de Trabajo), Obra Sindical del Hogar…

Esta estructura indicaba el carácter fuertemente intervencionista del Estado en la política de vivienda, así como la superposición de competencias y el carácter instrumental de la planificación urbana. La dependencia de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de la Gobernación indicaba la centralización y el control del diseño arquitectónico propios de un sistema de gobierno dictatorial. Tras la catástrofe, el Consejo de Ministros acordó el 26 de abril aplicar el Decreto 23 de septiembre de 1939 sobre Reconstrucción Nacional, lo que implicaba en la práctica la intervención del Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones, órgano creado en 1938 y cuya tarea principal era la de reconstruir los núcleos destruidos durante la Guerra Civil.

Desde el punto de vista del funcionamiento del aparato de estado franquista era la solución más idónea, pues el Servicio gestionaba la reconstrucción, rehabilitación y obra nueva en las zonas devastadas por la con tienda. Para ello contaba con un nutrido grupo de arquitectos funcionarios y con medios financieros. El papel de aquellos arquitectos funcionarios ha sido suficientemente estudiado y valorado. Eran profesionales de gran valía, formados en su mayor parte en las enseñanzas impartidas durante el período republicano, y tenían a sus espaldas una sólida formación teórica y 35 práctica sobre la aplicación de tipologías, preferentemente rurales, que combinaban en sus proyectos los invariantes castizos definidos por Chueca Goitia -arquitecto represa liado por su vinculación republicana-, con la investigación funcional de los programas arquitectónicos emprendida por el Movimiento Moderno.

Su metodología proyectual se basaba en la interpretación urbanística de la vivienda. Es decir, concebían el edificio, la casa, como parte de un todo integrado. Por ello, aprovecharon un acontecimiento dramático (el terremoto) para pro poner un programa urbanístico del núcleo, que contemplaba no sólo las reparaciones de lo afectado por el terremoto y la construcción de un ensanche de la población, sino abastecerla con dotaciones, equipamientos (construcción de un grupo escolar, un matadero, la casa cuartel de la Guardia Civil, reparación de la iglesia y remodelación del ayuntamiento) y mejorar las redes técnicas (modernización del abastecimiento de agua potable, etcétera). Pero, en 1957, en virtud de varias disposiciones normativas se creó el Ministerio de la Vivienda, que integraba todos los organismos anterior mente dependientes del Ministerio de la Gobernación y del Trabajo, con competencias en política de vivienda y urbanística. Esta centralización de funciones en un sólo Ministerio supuso un cambio sustancial con respecto a la antigua organización burocrática del Estado. La Dirección General de Regiones Devastadas desapareció y sus funciones pasaron a la nueva Dirección General de Arquitectura. Este cambio podría explicar porqué algunas intervenciones se demoraron hasta 1963, año en que se inauguró el Grupo Escolar. Pero también sugiere una hipótesis interesante: la convivencia en un mismo núcleo de población, Atarfe, en un período casi con temporáneo de promociones que ostentaban en su fachada, en un momento ya tardío la placa de Regiones Devastadas, y otras, iguales en concepción y morfología, la de la recién creada Dirección General de Arquitectura.>>

Propongo a los lectores que informen de las diferentes fachadas, en las que aun son visibles estos acrónimos, RD o DGA, como el que aparece en la fotografía.

Gacetilla y curiosidades elvirenses