Lo que nació como código de aeropuerto por descarte, se ha convertido en un símbolo moderno de la ciudad0

Seguro que más de uno ha vivido la escena: vas andando por la calle, o circulas en coche, cuando alguien del grupo ve una matrícula terminada en GRX y suelta con tono cómplice: “Mira, un coche granadino”. Aunque en realidad es pura casualidad que la matrícula coincida con las siglas del aeropuerto de Granada, esa escena se repite cada vez más. Lo curioso es que muchos granadinos asocian de forma automática esas tres letras a su ciudad, sin saber realmente por qué su aeropuerto (y cada vez más cosas) llevan esa X final. Algo que da para escribir un artículo curioso.

Y es que cada vez más granadinos y visitantes identifican las siglas GRX con la ciudad de la Alhambra, pero pocos saben que esa letra ‘X’ no tiene nada que ver con la historia, el idioma ni el pasado de Granada. Entonces, ¿por qué acabamos representando a Granada con una X? La respuesta está en los códigos secretos de los aeropuertos… y en las normas internacionales.

Pasear por las calles de Granada es hoy ver la marca GRX en muchos rincones: camisetas, perfiles de redes sociales, pegatinas, empresas locales o incluso en souvenirs turísticos. Y sin embargo, si uno se para a pensarlo, algo no cuadra: Granada no tiene ninguna «X» en su nombre, ni en su historia, ni en su tradición lingüística. ¿Qué hace esa letra exótica representando a la ciudad? La respuesta es un curioso viaje por la geografía de los aeropuertos internacionales, los organismos reguladores y las normas internacionales que gestionan el tráfico aéreo.

El enigma de las tres letras

Todo empieza en los cielos. Desde mediados del siglo XX, la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) estableció que cada aeropuerto del mundo debía tener un código único de tres letras. ¿Por qué tres? Porque ofrecen un equilibrio entre simplicidad operativa y capacidad de asignación: existen 17.576 combinaciones posibles, más que suficiente para identificar todos los aeropuertos del mundo de forma clara en billetes, sistemas informáticos, paneles de información y etiquetas de equipaje.

Las opciones que estaban ocupadas y obligaron a añadir la ‘X’

Cuando el actual Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén entró en servicio en 1972, Granada quiso obtener un código lógico. Lo natural era pensar en GRA, GRN o GRD, combinaciones que reflejan directamente el nombre de la ciudad. Sin embargo, el mapa internacional de códigos IATA ya había reservado esas opciones:

Aquí empieza una especie de «carrera» silenciosa por las siglas. El primero en bloquear una de las combinaciones fue Greenwood County Airport (GRD), en Carolina del Sur (EE.UU.), que recibió sus siglas en 1950, en pleno auge de la aviación civil norteamericana de posguerra. Años después, el pequeño Gordon Municipal Airport (GRN), en Nebraska (EE.UU.), obtuvo su código en 1961, al formalizar su actividad regular dentro de la red estadounidense. Finalmente, GRA fue asignado a Gamarra (Colombia) en 1966, como parte del plan de expansión de aeropuertos secundarios en América Latina supervisado por la propia IATA. Así, cuando Granada quiso solicitar un código internacional para su aeropuerto en 1972, se encontró con que todas las combinaciones “naturales” ya estaban ocupadas. No quedaba más remedio que buscar una alternativa.

En estos casos, cuando las combinaciones naturales están ocupadas, la IATA suele recurrir a la letra “X” como comodín. No tiene un significado propio, pero permite generar nuevas siglas disponibles sin crear conflictos. Así nació GRX: Granada con una X añadida, un código único, no asignado previamente, y que fue aprobado oficialmente.

Este código no solo se emplea en los billetes de avión o sistemas de reservas. Su uso está recogido en normativas internacionales vinculantes:

  • Reglamento IATA de asignación de códigos aeroportuarios (Resolution 763)
  • Normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (Anexo 14, Anexo 15, ICAO Doc 7910: Location Indicators)
  • Manual de codificación de aeropuertos y helipuertos de Eurocontrol (Skybrary)

Dichas normativas obligan a utilizar GRX en:

  • Billetes de avión
  • Sistemas internacionales de reservas (GDS)
  • Etiquetas de equipaje
  • Comunicaciones aeronáuticas
  • Informes de tráfico aéreo
  • Documentación oficial internacional relacionada con vuelos comerciales

Este código, una vez registrado, debe ser utilizado obligatoriamente por compañías aéreas, gobiernos, organismos internacionales y sistemas informáticos aeronáuticos de todo el mundo.

De los paneles de vuelos a las camisetas

Lo que comenzó como un simple código técnico ha trascendido mucho más allá de los aeropuertos. Poco a poco, GRX ha pasado al imaginario colectivo granadino como una marca de identidad moderna. Los granadinos lo han adoptado con naturalidad, y ya es habitual verlo en campañas promocionales, eventos deportivos, redes sociales o dominios de internet.

Precisamente, en 2020, bajo el gobierno de Luis Salvador, las instituciones granadinas dieron un paso más: impulsaron el lanzamiento de la marca ciudad GRX como elemento aglutinador de todas las iniciativas que buscan proyectar Granada hacia dentro y hacia fuera. La imagen, presentada oficialmente en el Palacio de Congresos, contó con el respaldo conjunto del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, la Diputación y la Universidad de Granada, buscando consolidar estas siglas como símbolo común en todos los actos de promoción de la ciudad. Los responsables de la campaña insistieron en que no se trataba de un simple «GR equis», sino de un «GR por», una fórmula visual que pretendía transmitir modernidad, conexión y cercanía con un diseño limpio, adaptable y muy reconocible tanto a nivel turístico, institucional como en eventos culturales, deportivos o empresariales.

Poco a poco, la “X” que nunca estuvo en el nombre de la ciudad, ha acabado formando parte del imaginario colectivo granadino. Incluso instituciones oficiales la utilizan en campañas para dotar de un aire moderno e internacional a la marca Granada.

Hoy en día, encontrar un producto granadino etiquetado con “GRX” es garantía de referencia local, a pesar de que, paradójicamente, nunca estuvo en el nombre original de la ciudad. La X, que nunca perteneció a Granada, ha acabado formando parte de su identidad visual, como su Alhambra o Sierra Nevada. En definitiva, GRX es mucho más que un código de aeropuerto: es un símbolo moderno de Granada, nacido de una curiosa norma internacional, y que ha conquistado las calles, las redes y el imaginario colectivo de la ciudad.

Toni Nogueras

FOTO: GRX, más que unas siglas aéreas Foto: GDAI

https://www.granadadigital.es/por-que-granada-es-grx