Nuevas etiquetas energéticas en móviles: cuáles son, qué significan y en qué dispositivos aparecerán

La iniciativa no solo permitirá comparar modelos antes de comprar, sino que obligará a los fabricantes a elevar sus estándares de calidad y transparencia. Todos los móviles, tabletas y teléfonos inalámbricos que se vendan en la Unión Europea deberán llevar desde este viernes una etiqueta energética obligatoria.

Una ficha similar a la que ya aparece en electrodomésticos como lavadoras o frigoríficos. Aunque la normativa, recogida en el Reglamento Europeo de Diseño Ecológico y Etiquetado Energético, entró en vigor en septiembre del año pasado, no ha sido hasta ahora cuando se hace plenamente exigible para todos los productos comercializados en el mercado comunitario.  

Las etiquetas no solo permitirán comparar modelos antes de comprar, sino que obligarán a los fabricantes a elevar sus estándares de calidad y transparencia. Para poder comercializar sus productos en la UE, las marcas deberán cumplir con nuevos requisitos de durabilidad, actualizaciones de software y acceso a piezas de recambio. El objetivo es claro: frenar la obsolescencia programada y reducir el impacto medioambiental del sector electrónico. 

 Qué son las nuevas etiquetas energéticas  

Las nuevas etiquetas energéticas que entran este viernes en vigor están reguladas por el Reglamento (UE) 2023/1669, y afectan a smartphones, tabletas sin teclado y teléfonos fijos inalámbricos. Al igual que en lavadoras o frigoríficos, el etiquetado busca informar de forma clara sobre el comportamiento y las prestaciones del dispositivo, más allá del marketing habitual.

Esta iniciativa responde a la necesidad de reducir los residuos electrónicos, fomentar la economía circular y mejorar la vida útil de los productos tecnológicos. Según la normativa, los dispositivos deberán mostrar esta etiqueta tanto en la caja como en los puntos de venta físicos y en las plataformas de comercio electrónico.

El nuevo sistema no admite patrocinio ni certificaciones externas y está gestionado de forma centralizada a través del Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético (EPREL). Cada etiqueta, además, incluirá un código QR que da acceso a una ficha técnica con información adicional del dispositivo. 

 Qué indican y cómo interpretarlas  

Su contenido está dividida en varios bloques. En primer lugar, muestra el nombre del fabricante, el modelo exacto del dispositivo y un QR que enlaza con su ficha en EPREL. Justo debajo aparece la clasificación energética, que va de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente), usando una escala cromática del verde al rojo. Además, se indican aspectos clave del rendimiento:

  • Autonomía: muestra cuánto tiempo puede usarse el dispositivo con una carga completa, en condiciones estándar (brillo, volumen, conectividad).
  • Resistencia a caídas (solo en móviles): calificada de la A a la E, según si el terminal resiste al menos 45 caídas desde un metro sin funda ni protector.
  • Reparabilidad: también con escala A-E, mide la facilidad para desmontar y sustituir componentes como la batería, cámara o puerto de carga, y si el fabricante facilita la información técnica.
  • Vida útil de la batería: el dispositivo debe mantener al menos el 80 % de su capacidad original tras 800 ciclos de carga.
  • Resistencia al agua y al polvo: indicada mediante el estándar IP (Ingress Protection). El mínimo exigido es IP44 para móviles y IP40 para tabletas, lo que implica protección frente a salpicaduras y partículas de cierto tamaño.

 En qué dispositivos se van a poder ver  

A pesar de la amplitud de la medida, el etiquetado solo será obligatorio para aquellos dispositivos que cumplan una serie de características:

  • Smartphones con pantalla táctil de entre 4 y 7 pulgadas.
  • Tabletas sin teclado de entre 7 y 17,4 pulgadas.
  • Teléfonos fijos inalámbricos.

La etiqueta debe estar visible en los dispositivos nuevos con dichas características que se vendan en el mercado comunitario a partir del 20 de junio de 2025. Su tamaño mínimo será de 68 x 136 mm y deberá estar presente en la caja del producto, en expositores de tiendas físicas y como parte de la información online, junto a imágenes y descripciones del producto.

Además de las exigencias de etiquetado, los fabricantes deberán cumplir con nuevos estándares técnicos: los móviles deberán tener una dureza mínima al rayado (nivel 4 en la escala de Mohs), resistencia mínima al agua y al polvo, actualizaciones durante al menos cinco años y disponibilidad de repuestos durante siete años tras su retirada del mercado. Todo ello apunta a una nueva era de dispositivos más duraderos, sostenibles y reparables.

La normativa supone un cambio profundo tanto para la industria como para los consumidores. Desde ahora, cada móvil o tablet que compremos vendrá con una etiqueta que permitirá decidir con más información. 

Público

FOTO: La tableta Gravity Pro de SPC.Europa Press

https://www.publico.es/ciencias/tecnologia/nuevas-etiquetas-energeticas-moviles-significado.html