María Dueñas: «Granada no ha dejado de crecer culturalmente en los últimos años»

La granadina volvió a la ciudad, donde obtuvo un rotundo éxito en el Festival, y apuesta por conseguir la Capitalidad Cultural para 2031
La violinista granadina María Dueñas (2002) volvió a Granada para participar en el Festival Internacional de Música y Danza, convertida en una estrella internacional, avalada por una agenda que le lleva a tocar con las mejores orquestas y directores del mundo, y con un contrato discográfico en exclusiva con Deutsche Grammophon (DG), el mítico sello amarillo, muy selectivo a la hora de escoger a quién le otorga su marchamo. Ha vuelto a pasear por sus calles, disfrutar sus monumentos, y tomar el pulso a una ciudad a la que, precisamente, su endiablada agenda le impide volver cuanto quisiera. Recibió el calor de su público, que se rindió a sus pies cuando, tras interpretar una impecable ‘Symphonie espagnole’ de Lalo junto a la Orquesta Nacional, mostró su personal arreglo de ‘Granada’ de Agustín Lara para violín y arpa, un arreglo que terminó apenas unas semanas atrás. Más allá de su indiscutible éxito como intérprete, las mayores cualidades de Dueñas son su humildad y ser una persona agradecida, también hacia la ciudad donde vivió su niñez y los primeros años de su formación.
–¿Le gusta haber conseguido ser profeta en su tierra?
–(Sonríe) Yo no me atrevería a decir tanto, pero sí que estoy muy contenta de tocar otra vez ante mis paisanos, y que ellos hayan sido tan generosos conmigo y con mi esfuerzo es algo que agradezco profundamente. En el concierto me sentí verdaderamente en casa, muy arropada por un público que me ha visto crecer con mi violín entre las manos. Con mi trabajo, he intentado devolver a la gente todo ese cariño y ese apoyo que me han prestado durante años.
Thanks for watching!
–El primer ‘bis’ que ofreció, la obra de Halvorsen, sorprendió mucho al público.
–Sí, es una obra que he tocado en varias ocasiones últimamente, se titula en español ‘La niñita está cantando’. Tras la exuberancia de la sinfonía de Lalo, tocarla con la orquesta fue un momento muy especial. Es una obra con una historia muy particular, muy interesante, que merece ser más interpretado. De hecho, lo toqué en la película ‘Opus 28’, donde participé como actriz, interpretando al fantasma de Kathleen Parlow, la violinista que recuperó la obra de Halvorsen.
–Durante las últimas semanas ha tenido contacto ‘Real’. ¿Cómo fue volver a representar a España en un concierto como el de New York?
–Fue un evento precioso, porque tenía el objetivo, precisamente, de poner en valor todo lo bueno que hacemos desde el punto de vista musical. Aunque no todos los compositores que interpretamos eran españoles, sí que ofrecimos la visión que los autores extranjeros tenían sobre España, lo cual es muy enriquecedor. En cuanto a la presencia de la Princesa de Asturias, esta denota que se interesa por la música clásica, lo cual es estupendo, y que nos preocupamos por ofrecer nuestra mejor imagen en el exterior.
–Además, usted recibió el premio que lleva el nombre de otro de sus títulos protocolarios, el de Princesa de Girona.
–¡Sí! No es la primera vez que nos encontramos, y siempre que lo hacemos es súper amable y muy cercana. Pienso que el trabajo que está desarrollando es un excelente ejemplo para nuestra generación.
Una gran oportunidad
–En su anterior presencia en el Festival, la dirigió Juanjo Mena, y ahora ha venido usted con la ONE. Ambos están en el programa de 2025, en unas circunstancias muy diversas.
–Este Festival es, para todos los músicos, una gran oportunidad. Tocar en estos espacios es una auténtica maravilla, y este año, además, con el maestro Andrés Orozco-Estrada, con quien he trabajado mucho, y con una obra como la ‘Symphonie Espagnole’, con la que me identifico. No sólo el Carlos V; cualquiera de los espacios donde se desarrollan los espectáculos es maravilloso. Más allá incluso de los escenarios, los músicos nos sentimos en casa cuando venimos aquí, aunque sólo unos pocos tengamos la suerte de haber nacido aquí. Para nuestra ciudad, es muy importante mantener un ciclo como este.
–El año que viene, además, llega el septuagésimo quinto aniversario, una cifra redonda.
–Sí, estoy segura de que será una gran celebración.
–Idónea para que vuelva…
– (Risas) ¡Ojalá! Sería fantástico. No me canso de venir. Puedo ver a mis familiares y a mis amigos de siempre, y no pierdo la oportunidad de darme una vuelta por la Alhambra.
–¿Cómo le ha cambiado la vida su contrato con DG?
–Para mí es un sueño hecho realidad, porque los discos de este sello estaban en mi casa desde siempre, y poder llegar a cualquier rincón del mundo de su mano es una gran alegría. Además, me dan total libertad para hacer lo que quiero, y me siento muy valorada.
–¿Qué puede contar del próximo?
–(Sonríe) De momento, le puedo decir que lo estamos preparando.
Más de 50 conciertos
–¿Cuántos conciertos va a ofrecer este año?
–Unos 50, creo. No es mucho, pero me gusta mantener un balance entre el trabajo en el escenario, el estudio y la composición.
–¿Cómo avanza en este último aspecto?
–Bien, estoy haciendo ahora algunos arreglos. Me gusta componer y trato de encontrar tiempo para hacerlo.
–¿Sigue recibiendo clases?
–No regularmente, pero sí tengo contacto con profesores que me dan su visión sobre mi trabajo. Tener una voz de afuera siempre es enriquecedor.
LA AGENDA CULTURAL
«Cada vez que vengo encuentro más y más diversas propuestas; es importante que sigamos así»
–Ha tocado en el último año con algunas de las mejores orquestas del mundo. ¿Algún nuevo encuentro que le haya sorprendido?
–Este año he disfrutado mucho con la Budapest Festival Orchestra, que también está aquí en Granada este año. Me parece un grupo de músicos magnífico, y me sentí muy a gusto trabajando con ellos.
–Usted dejó de residir de forma permanente en Granada hace ya 11 años. ¿Cómo ha visto la evolución cultural de la ciudad?
–De forma muy positiva. Cada vez hay mayor cantidad de actividades, propuestas muy diversas, para todos los gustos. Eso enriquece mucho tanto a quien vive en Granada como a quien la visita. Opino que la ciudad no ha dejado de crecer culturalmente en los últimos años.
–Ahora, se aspira a ser Capital Cultural de Europa en 2031.
–Ya es hora. Es preciso que se reconozca el talento que hay en nuestra tierra, y la oferta que cada día se pone a disposición de las personas a las que interesa la cultura. Granada es una ciudad muy rica, que merece ser aún más conocida, y si de alguna manera puedo aportar mi granito de arena para ello, lo haré encantada.
FOTO: La violinista, en el Palacio de Carlos V, con el violín Nicolò Gagliano que le ha cedido el Fondo Alemán de Instrumentos Musicales. JAVIER MARTÍN