El matrimonio igualitario cumple 20 años: la «puerta grande a la igualdad» tras una «lucha histórica»
El 30 de junio de 2005 se aprobó el matrimonio y adopción entre parejas del mismo sexo en una votación histórica. Organizaciones LGTBI recuerdan cómo la voluntad política, el activismo y el respaldo social lo hicieron posible
Hace 20 años España dio un paso histórico y trascendental hacia la igualdad. Una pequeña modificación en el artículo 44 del Código Civil que permitió ampliar el matrimonio y la adopción a las parejas del mismo sexo. Un cambio sencillo en la formulación- con la sustitución de los términos «marido» y «mujer» por los de «cónyuges» y los de «padre» y «madre» por «progenitores»- pero que supuso toda una revolución social y un avance en los derechos y libertades más que relevante en nuestro país.
«El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo» rezaba la nueva norma, cuyo cambio fue posible por la aprobación en el Congreso de los Diputados, el 30 de junio de 2005, del nuevo matrimonio igualitario con 187 votos a favor (PSOE, Grupo Mixto, Izquierda Verde, ERC, PNV, CC, dos diputados de CiU y la exministra del PP Celia Villalobos), 147 en contra (PP y Unió) y cuatro abstenciones (CiU).
El Congreso aprobó en 2005 el matrimonio homosexual con la oposición del PP y Unió
«Hoy la sociedad española da una respuesta a un grupo de personas que durante años han sido humilladas, cuyos derechos han sido ignorados, cuya dignidad ha sido ofendida, su identidad negada y su libertad reprimida. Hoy la sociedad española les devuelve el respeto que merecen, reconoce sus derechos, restaura su dignidad, afirma su identidad y restituye su libertad». Estas palabras forman parte del histórico discurso del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
La que era presidenta de la FELGTBI+ en el momento de la aprobación de la ley, Beatriz Gimeno, presente ese día hace 20 años en el Congreso de los Diputados, recuerda cómo lo vivió. Salió del hemiciclo y regresó a casa de la mano de su expareja, Boti García Rodrigo, una activista histórica LGTBI. «La gente nos abrazaba y nos pitaba con alegría desde los coches, nos daban las gracias por la lucha. En esa lucha convencimos a toda una sociedad. Hubo un orgullo de país«, relata.
El 3 de julio entró en vigor y tan solo una semana después Emilio Menéndez y Carlos Baturin se convirtieron en la primera pareja homosexual que se daba el ‘sí, quiero‘ después de 30 años de relación. Tras ellos, llegaron muchos. Más de 75.500 parejas, según datos del INE, se han casado desde entonces gracias a esta ley que supuso un antes y un después para el colectivo. En 2023 (el último año con datos disponibles) se celebraron en España 6.772 matrimonios entre personas del mismo sexo.

Más de 75.000 bodas desde 2005: las cifras del matrimonio igualitario 20 años después de su legalización CRISTINA ÁLVAREZ*
España se convertía en ese momento en el cuarto país del mundo en permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo, junto con Holanda, Bélgica y Canadá, situándose a la vanguardia legislativa mundial en la defensa de los derechos LGTBI, y en el primero en igualar los derechos de adopción para estas uniones del mismo sexo.
En anteriores tiempos España era muy diferente a ese país que igualaba en derechos a las personas amaran a quien amaran. Habían pasado casi 30 años desde que el Congreso modificara la ley de peligrosidad social que decía: «Serán declarados en estado peligroso, y se les aplicarán las correspondientes medidas de seguridad y rehabilitación, quienes realicen actos de homosexualidad».
Tras la aprobación de la unión entre parejas del mismo sexo, el PP presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional por considerar que esta ley «desnaturalizaba» la «institución constitucional del matrimonio», rechazado siete años después, el 6 de noviembre de 2012. Los ‘populares’ preferían amparar legalmente esta unión sin darle el nombre de matrimonio, pero el TC avaló la ley de 2005.
El TC avala el matrimonio gay 8 votos a favor y 3 en contra
Un antes y un después en una «lucha histórica»
La presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Paula Iglesias, cree que con este paso «se abrió la puerta grande de la igualdad» tras una «lucha histórica» que materializó un cambio de mentalidad. «Fue como decirnos ‘os oímos, os vemos, existís'», afirma en una entrevista a RTVE.es, para añadir que la clave estuvo en la denominación de matrimonio. «No tenía sentido pelear por conseguir un derecho y llamarlo de otra manera. Llamar a esta unión de forma diferente hubiera supuesto relegarnos a los márgenes y discriminarnos de nuevo», añade.
«Fue un cambio legislativo sencillo que cambió la vida de mucha gente que por fin pudo formalizar un proyecto de vida», afirma el presidente de COGAM, Ronny de la Cruz, que explica cómo España se puso «a la vanguardia mundial en la defensa de los derechos LGTBI». «Fue un éxito colectivo, ganamos todos», concluye.
Ambos destacan el «importante respaldo social» que tuvo el matrimonio igualitario. El mismo mes de su aprobación, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntaba a los españoles por este cambio legislativo y el 68,5% lo consideró una «conquista positiva» para la sociedad y el 87,3% afirmó que fue el primer paso en la consecución de derechos del colectivo.
La ley no gustó por igual y tuvo que lidiar con algunos obstáculos, como las protestas de la Iglesia Católica- que denunció la «corrupción del matrimonio»- y de los sectores más conservadoras de la sociedad, que impulsaron protestas en la calle. El 18 de junio una manifestación recorrió el centro de Madrid en contra del matrimonio igualitario.

Manifestación contra el matrimonio gay (2004)
Días después, esas mismas calles celebraban el entonces denominado Día del Orgullo Gay, lésbico y transexual con un colectivo que ya podía darse el ‘sí, quiero’ de forma legal en España. Tan solo un día antes el BOE había publicado el cambio legislativo que lo posibilitaba.
Zapatero y Zerolo, figuras clave
«Estamos ampliando las posibilidades de felicidad para nuestros vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para nuestros familiares. Y a la vez, estamos construyendo un país más decente. Porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros», dijo el expresidente Zapatero el día de la aprobación, para añadir: «Soy consciente de que algunas personas e instituciones están en profundo desacuerdo con este cambio legal. Deseo expresarles que, como otras reformas que la precedieron, esta ley no engendrará ningún mal, que su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos».
Zapatero fue el impulsor del cambio legislativo, pero este reconocimiento histórico no se entiende sin un nombre propio, el del político socialista y activista Pedro Zerolo, figura clave de la lucha por los derechos civiles, la igualdad y la dignidad de las personas LGTBI en España, cara visible del movimiento y que elevó el activismo a la política y las instituciones.
El propio Zapatero reconoció posteriormente que fue Zerolo quien le «convenció» y que esta decisión política es la que le supone el mayor «orgullo» de su mandato. «Esta ley justifica mi vida», llegó a decir el expresidente, que la semana pasada participó en el acto institucional de conmemoración de los 20 años del matrimonio igualitario junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El expresidente recordó que «el amor siempre se impone al odio y la igualdad es el único destino de la democracia» y Sánchez destacó que «los derechos no caen del cielo» y que España «no va a volver al armario».
El director ejecutivo de la Fundación Pedro Zerolo, Miguel Ángel Pérez, explica a RTVE.es que el exconcejal socialista consiguió inculcar la idea de que «las utopías» de ese momento eran «los derechos del mañana» y que gracias a su labor clave, junto con el resto de los movimientos sociales que apoyaron el matrimonio igualitario, se fueron visibilizando las necesidades del colectivo con mucha pedagogía social.
«Zapatero fue el padre jurídico del matrimonio, pero Zerolo fue el padre de todo el proceso. Recorrimos España, era emocionante ver cómo personas muy mayores se emocionaban y apoyaban nuestra lucha», relata, para afirmar que esa fusión entre el activismo de todo el colectivo junto con la «voluntad política» de «un gobierno que creía en la igualdad» obró que «la lucha, el sueño y la utopía» se plasmara en el Código Civil.
«Llegamos puntuales a esta cita con la igualdad. No fuimos pioneros con el divorcio ni lo fuimos con el aborto, pero sí lo fuimos con el matrimonio igualitario y con el reconocimiento de la adopción para parejas del mismo sexo. De repente nuestro país pasó de ser rancio a ser uno a la vanguardia de los derechos», afirma Miguel Ángel Pérez.
La clave, coinciden desde la FELGTBI+ y COGAM, estuvo en avanzar, gracias a la combinación de voluntad política y la lucha activista, para superar la idea de que bastaba una regulación de parejas de hecho.
Ambas organizaciones afirman que sin Zerolo, que falleció hace diez años, al PSOE «le hubiera costado más» y quizá «no se hubiera atrevido» con esta reforma.
El Orgullo conmemora el 20 aniversario
La Federación Estatal LGTBI+ y COGAM han elegido precisamente la conmemoración de esta ley como lema que encabezará este año el Orgullo Estatal 2025 en la tradicional manifestación: «20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás».
Denuncian una «ofensiva ideológica y legislativa» que está provocando un «retroceso alarmante en los derechos del colectivo a nivel nacional e internacional» y reclaman el desarrollo íntegro de la Ley LGTBI+ y Trans estatal, la puesta en marcha de la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la aprobación de un Pacto de Estado contra los Discursos de Odio como herramientas clave para proteger los derechos humanos frente al auge del odio y la discriminación.
La presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Paula Iglesias, recuerda que es «momento de blindar cada paso alcanzado» frente a quienes quieren borrar o vaciar leyes y avances conquistados. En este sentido apunta a que en los últimos años, varias comunidades autónomas han iniciado una» preocupante regresión normativa con la derogación, vaciamiento o negativa de leyes autonómicas LGTBI+», con la «supresión de órganos de participación y el desmantelamiento de servicios clave» como las oficinas de atención o los programas de educación en diversidad.
Estas organizaciones denuncian que esta dinámica es «especialmente alarmante» en territorios como la Comunidad de Madrid, Castilla y León o la Comunidad Valenciana, y se ve agravada, a su juicio, por la «creciente normalización de discursos de odio en el espacio político y mediático». Coinciden en que los más jóvenes «deben saber lo que costó adquirir esos derechos» y que entiendan «que pueden ser regresivos», añade.
Desde COGAM, su presidente, Ronny de la Cruz, pone de manifiesto la importancia de seguir educación en igualdad y diversidad y cuenta a RTVE.es «cómo a veces se complica dar estas charlas en algunos puntos de España».
Desde el colectivo quieren dejar claro que «las conquistas del movimiento LGTBI+ no son irreversibles y basta con mirar fuera para saberlo». Por eso, este Orgullo será también un «grito de alerta» porque lo que está en juego es «el futuro de nuestras democracias”.
MARÍA MENÉNDEZ