¿Cómo actuar si te pica una medusa? Esto es lo que tienes que hacer (y lo que no)

La llegada del verano se traduce en una mayor presencia de estos cnidarios. Algunas especies pueden ser especialmente urticantes. ¿Cuál es la mejor solución ante una picadura de medusa? 

Cómo pican las medusas?

Los avistamientos de medusas forman parte de los temas de conversación más recurrentes del verano. El aumento de las temperaturas se asocia generalmente con el incremento de la proliferación de estos cnidarios, un acontecimiento que, sin embargo, también puede deberse a otros factores, como la pleamar o los cambios en la distribución del viento.

Sea la causa que sea, lo que está claro es que las medusas se han convertido en parte del paisaje del litoral español, y en pesadilla para los bañistas que intentan por todos los medios esquivar el contacto con estas fascinantes aunque molestas criaturas marinas. Pero por mucho que lo queramos, en ocasiones es inevitable –y doloroso– entrar en contacto con ellas. ¿Qué se recomienda hacer en estos casos? Atención, spoiler: la respuesta más instintiva no es la más adecuada.   

¿Cómo se producen las picaduras?

Para entender cómo actuar ante una picadura de medusa, primero es necesario conocer cómo se producen. En ocasiones son tan dolorosas que se asemejan a una mordedura o un pinchazo. Sin embargo, en realidad se trata del mero contacto directo de las células urticantes con nuestra piel.   

Esto sucede porque las picaduras las producen los nematocistos, unos orgánulos situados en los cnidocitos, el nombre que reciben las células urticantes de las medusas. Cuando entran en contacto con nuestra piel, estos reaccionan de forma automática, disparando una suerte de dados que eyectan una sustancia urticante. Al contactar con las células humanas, se produce un dolor punzante muy intenso, similar a una quemadura o a la picadura de una abeja.   

Esa sensación se debe a que, de hecho, los nematocistos se inoculan en la piel humana a través de un resorte parecido a un muelle que sale disparado de forma mecánica ante el mínimo estímulo, ya sea táctil (el contacto con la piel de otro organismo) o químico. Lo curioso del caso es que la medusa puede ‘disparar’ en cualquier momento, incluso si está muerta, por eso se recomienda no tocar nunca una medusa, aunque parezca inerte.   

En realidad, los nematocistos no siempre atraviesan la piel humana, aunque sí que produce estragos en la misma, especialmente en las partes menos protegidas, como, por ejemplo, los labios o los párpados, aunque tienen más dificultad en penetrar en zonas más gruesas, como las palmas de las manos o de los pies (ello no significa, sin embargo, que podamos pisar una medusa sin temor a represalias).

Carabela portuguesa
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La carabela portuguesa es uno de los cnidarios más temidos por los bañistas. En realidad no es una medusa, sino una colonia de hidrozoos con distintas funciones. Sea como fuere, su picadura es especialmente urticante. 

Por ello, cuando nos pica una medusa, lo más común es que sintamos un dolor agudo inmediato, un picor intenso en la zona afectada, a lo que posiblemente podría surgir un eritema, un edema, unas pequeñas manchas rojas llamadas. Petequias o, en el mayor de los casos, una pequeña vesícula con posible pustulación. En raras ocasiones nos pueden ocasionar síntomas más graves, como náuseas, vómitos o calambres, y mucho menos casos más graves, como pérdida de conciencia. Por suerte, la mayoría de esas lesiones dermatológicas desaparecen al cabo de pocos días, aunque las molestias pueden persistir unas semanas, o incluso meses en los casos más graves. De todos modos, estas son las recomendaciones para todo aquel que crea que le ha picado una medusa.

¿Qué hacer si te pica una medusa?    

  • No rasques o frotes la zona afectada, ni siquiera con una toalla o con arena.   
  • Lava la zona con agua marina. En ningún caso apliques agua dulce.   
  • Extrae, si puedes, los restos o trozos de inyectados en la piel con ayuda de unas pinzas. Si lo haces con la mano, es necesario que esté protegida.   
  • Se recomienda aplicar frío para aliviar el dolor, aproximadamente durante unos 15 minutos y sin frotar. En caso de usar hielo, es imprescindible evitar a toda costa el contacto con la piel. Una solución fácil podría ser el uso de bolsas de plástico con hielo en el interior.   
  • No apliques nunca amoníaco, vinagre ni orina. Existe la creencia generalizada de que estas sustancias pueden ayudar a reducir el efecto del veneno. Nada más lejos de la realidad. El alcohol, el amoníaco o la orina (un compuesto natural que también contiene amoníaco) pueden aumentar la liberación de veneno de los nematocistos. En otras palabras, puede ser peor el remedio que la enfermedad.  

Si a pesar de todo ello, notas síntomas como náuseas, vómitos o mareos, se recomienda acudir al hospital más cercano, y si es posible, informar al personal médico del tipo de medusa que produjo la picadura. Una vez en casa, se recomienda asimismo desinfectar la herida con yodo 2 o 3 veces al día en un período de entre 48 y 72 horas y, en caso necesario, protegerla con pomadas antihistamínicas hasta que cicatrice. Una vez curada, ya podemos volver al agua, aunque aguzando los sentidos al máximo.

Recordad que, aunque los humanos no nos encontramos en el objetivo de las medusas, estas criaturas marinas no dudan en inyectarnos todo su veneno ante el menor roce. No es algo alarmante, pues eso mismo hacen muchas personas, aunque siempre acarrea consecuencias desagradables que es mejor evitar.

Sergi Alcalde Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

FOTO: generador de imágenes con IA.

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