Las mujeres no se alquilan ni las criaturas se compran ni se venden.
Hoy, ̃ nos hemos desplazado hasta Madrid para realizar un ́ contra los vientres de alquiler.Desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres hemos participado junto a compañeras de diferentes territorios para alzar una misma voz: ́ . .
Más de 30 organizaciones feministas han marchado por el centro de la capital con los trajes de ‘El cuento de la criada’.ientos de mujeres han protagonizado este viernes una impactante manifestación en el centro de Madrid, vestidas con los característicos hábitos rojos y cofias blancas de las protagonistas de El cuento de la criada, para denunciar el uso de vientres de alquiler.Las participantes se vistieron con las túnicas rojas y cofias blancas inspiradas en El cuento de la criada de Margaret Atwood, representando la esclavitud reproductiva de las mujeres. La marcha, en absoluto silencio y sin pancartas, fue organizada por más de una treintena de entidades feministas, entre ellas la Federación Mujeres, la Asociación de Mujeres Juristas Themis, la Federación de Mujeres Progresistas o Apramp, y tuvo como objetivo exigir al Estado que erradique esta práctica, considerada por las convocantes como una forma de violencia contra las mujeres.
Durante el trayecto, las participantes repartieron octavillas informativas a los viandantes, en las que podía leerse el mensaje: «Las mujeres no se usan, no a los vientres de alquiler». En los folletos se hacía hincapié en que entre 2010 y 2023, casi 4.000 recién nacidos fueron adquiridos por ciudadanos españoles mediante contratos que implicaban la renuncia de la mujer gestante a sus derechos filiales y a los vinculados al embarazo y parto.
Las convocantes de la acción de este sábado en Madrid se oponen a la explotación y el control. Las gestantes, a menudo en situaciones de precariedad económica, son sometidas a un «control de casi esclavitud», renunciando a decisiones sobre su alimentación, relaciones familiares o incluso el parto, mientras los contratantes solo necesitan dinero, comparándolo con «comprar zapatos».
Además, denuncian que se trata de un negocio global. Un informe reciente de la relatora especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres prevé un crecimiento del 500% en la industria de la gestación subrogada, alcanzando facturaciones de más de 1.000 millones de dólares. Las manifestantes criticaron que no se exijan requisitos éticos o psicológicos, a diferencia de la adopción.
Las organizaciones critican al gobierno español ya que, aunque la gestación subrogada es ilegal en España, las convocantes consideran insuficiente la respuesta estatal y exigen una prohibición explícita, coherente con la legislación actual, para erradicar el negocio de las agencias que promueven la práctica como «altruista» o «idílica».
Este acto colectivo ha servido para ́ que supone esta práctica, que convierte a las mujeres en fábricas y a los bebés en productos encargados por contrato.
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• Que se ́ de la gestación subrogada en todas sus formas.
• Que se ́ ́, también cuando se realiza en el extranjero.
• Que se , tal como establece el Instituto de las Mujeres.
• Que se , negando cualquier mercantilización de sus vidas desde el nacimiento.
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• El ha declarado que los contratos de gestación por sustitución de las mujeres y de las criaturas nacidas.
• % que acceden a estos contratos lo hacen por .
• Solo , se inscribieron en España ́ . Entre 2010 y 2023, la cifra superó los 3.000.
• Desde 2023, la legislación prohíbe expresamente la promoción de esta práctica, considerándola .
• Los vientres de alquiler no son libertad, son ́ . Esta práctica solo es posible porque existen mujeres pobres dispuestas —o forzadas— a vender su capacidad reproductiva.
Compartimos imágenes de un día histórico. Gracias a todas las Organizaciones de Mujeres Feministas que han organizado este acto tan necesario y a todas las que han hecho el esfuerzo de estar hoy aquí, en Madrid, dando una muestra más de compromiso, claridad y dignidad.

¡Ni una mujer más usada como recurso biológico!
¡Ni una criatura tratada como mercancía!