«Estoy harta de que me insulten y descalifiquen en las redes por ser socialista»

Carta de una socialista luchadora y orgullosa de serlo, por Maria Ángeles Gallardo Viruega

No voy a dejarme insultar por aquellos que, cuando les conviene, afirman hasta la saciedad que ya no hay izquierdas ni derechas. Pues os digo y repito con orgullo: yo he sido y soy Socialista, Obrera y Española, pertenezco a un partido con 137 años de historia, pertenezco a una familia trabajadora y que lleva luchando toda la vida por lograr una sociedad justa.

Soy de izquierdas porque soy progresista; soy de izquierdas porque creo en la Democracia que tantos años, fatigas, sudor, cárcel y lágrimas nos ha costado conquistar. Soy de izquierdas porque respeto al que piensa diferente; soy de izquierdas porque lucho por los derechos de tod@s o al menos intento poner mi grano de arena; soy de izquierdas porque, a pesar de los errores, el Estado de Bienestar (ahora mermado) fue puesto en pie por los diferentes Gobiernos Socialistas y soy de izquierdas porque todos los derechos y libertades de los que ahora disfrutáis vosotros, y tod@s han venido de la mano de gobiernos socialistas; y sobre todo, soy de izquierdas por que yo lo decido y no admito iluminados repartidores de ideologías…

Por cierto, pobres argumentos poseen aquellos que recurren permanentemente al insulto y a la descalificación personal. Me considero lo suficientemente informada como para no resultar pretenciosa erigiéndome en portavoz de millones de personas, soy portavoz de mi voto socialista y mi voto no está destinado a erigir a un nuevo Caudillo totalitarista con políticas regresivas ni de izquierdas ni de derechas. Mi voto está dirigido a quién no vive en el limbo de las utopías y de los vendedores de humo que cual trileros que oportunistamente en cada sitio solamente dicen lo que la gente quiere oir aunque eso suponga engañar e incluso inducir a no cumplir con la ley y las normas de juego que entre todos nos hemos otorgado.

Mi voto es para ayudar a conseguir que se apliquen políticas reales. Y como dueña de mi voto, mis exigencias son para el partido al que voto, he votado y votaré; mi voto, como os digo, es un voto informado y maduro (y no lo digo sólo por la edad). Por tanto, en mi muro que es como mi casa, y en el periódico que me gusta, publico lo que considero conveniente y estime oportuno, y al que no le guste o no se sienta complacido de tenerme entre sus amistades, tiene la opción de no leerme e incluso eliminarme. No necesitamos radicales extremistas para avanzar hacia una sociedad más amable, más consensuada, más basada en la diversidad de opiniones y en el respeto a todas ellas, siempre que no incluyan la mentira y el oportunismo de los que hasta ahora nada han hecho por la democracia. Muchas gracias.