“No hay relación entre el éxito en la escuela y en la vida”

El psicopedagogo italiano, que participa junto a Manuela Carmena en las jornadas ‘Infancia y ciudad’, explica su propuesta para convertir Madrid en una ciudad amable para la infancia

Madrid acogió  una jornada titulada Infancia y ciudad en la que se reflexionó sobre cómo hacer de la capital una ciudad amable para la infancia. En ella participan numerosos expertos, además de la alcaldesa Manuel Carmena y de Francesco Tonucci, autor de libros como La ciudad de los niños  que aboga por un nuevo modelo educacional y vital donde el niño tome verdaderamente parte. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, el psicopedagogo italiano ha explicado las propuestas que hará a la alcaldesa y ha analizado el actual sistema educativo.

Se trata de reflexionar sobre «cómo hacer de Madrid una ciudad amable para la infancia». Y es que, como el propio Francesco Tonucci lleva 25 años explicando, lo que es bueno para la infancia «es bueno para todos”. Pero desde luego, según este psicopedagogo reconocido internacionalmente, hay aún mucho por hacer. “Las ciudades están traicionando su naturaleza original de ser un lugar de encuentro para las personas” asegura Tonucci, para el que uno ejemplo claro de esto es la cantidad de automóviles que aún circulan por las urbes. «Para los coches se dedican todas las energías económicas. No tienen en cuenta que hay más muertos por accidentes de tráfico que por guerra, que contaminan el aire…».

«El miedo hace que los niños no salgan de casa»

Los coches son, precisamente, uno de los miedos que hacen que los padres no dejen a sus hijos caminar libremente por nuestras calles. Y según Tonucci, se trata de un grave error ya que, según el italiano, el temor es mayor que el peligro real. “El miedo de las familias hace que los niños no salgan de casa, no pueden salir a encontrar amigos” explica Tonucci, que advierte que, a pesar de que los accidentes de tráfico bajan, “el miedo está subiendo” asegura. “Esto es muy grave, el miedo debe ser proporcional al peligro, sino produce desastres”.

Los adultos pensamos ciudades para adultos

Ante este panorama el también dibujante opina,  y es algo palpable, que los niños “es una de las categorías que ha desaparecido de la ciudad”. Y no será fácil que vuelvan sino escuchamos la opinión de los más jóvenes sobre el tipo de ciudad que quieren. “Cuando preguntamos a los niños como quieren una ciudad, nunca piensan en una ciudad para ellos. Siempre piensan en sus abuelos, hermanos, amigos, en los animales…los adultos pensamos ciudades para adultos” explica Tonucci.

La faceta de dibujante de Tonucci le permite plasmar algunas de sus mensajes en viñetas

La faceta de dibujante de Tonucci le permite plasmar algunas de sus mensajes en viñetas / FRATO (Francesco Tonucci)

El fin de los «deberes»

Tema aparte es si los niños podrían disfrutarla lo suficiente de esa ciudad idílica. Y es que la carga de deberes y actividades extraescolares dejan poco espacio al ocio. “Los niños no tienen tiempo para disfrutar de su infancia” asegura Tonucci que echa parte de la culpa al propio sistema educativo que, según él, habría que cambiar radicalmente porque “Si los niños pasan la tarde haciendo deberes” explica, “mañana, en la escuela no tendrán nada que contar”.

El éxito en la escuela no garantiza nada

Tantas clases de refuerzo, deberes y horas de estudio se justifican a menudo como una inversión de futuro. Pero también en esto difiere el autor de La ciudad de los niños, un proyecto iniciado en 1991. “Las investigaciones a largo plazo en EE. UU demuestran que no hay ninguna relación entre el éxito en la escuela y el éxito en la vida” afirma categóricamente. Hablamos de éxito profesional, pero también personal, algo a lo que prestamos menos atención. “Nos olvidamos de la felicidad. Para ser felicices no hace falta tener buenas notas en todas las disciplinas sino poder descubrir cuál es la suya, y a veces no es ni lengua, ni matemáticas ni ciencias”. Quizás, en nuestros colegios, debería haber una asignatura en la que aprendiéramos a aprender. Y con Tonucci como referente.

 

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