22 noviembre 2024

El Banco de España pide abaratar el despido y facilitar las rebajas salariales

  • Linde alerta que el efecto de los vientos de cola que han tirado de la economía se agotan. El Banco de España se muestra partidario de elevar los impuestos indirectos

Mientras los partidos políticos discuten acerca de la viabilidad de aprobar una nueva rebaja de impuestos, el Banco de España ha alertado este viernes del riesgo que supone para la economía mantener los elevados volúmenes de deuda y déficit públicos. El informe anual publicado hoy recuerda que España tiene todavía un ajuste fiscal pendiente y de una magnitud considerable. El compromiso con Bruselas pasa por reducir el déficit público del 5,1% del PIB al 3,6% este año y al 2,9% el siguiente. «Se debe seguir avanzando en la racionalización y eficiencia del gasto público y considerar una revisión de la cesta de impuestos que permita obtener de forma estable los ingresos necesarios para financiar el nivel deseado de gasto público», señala el Banco de España.

Si bien el supervisor muestra una estudiada ambigüedad, se alinea con los expertos y organismos internacionales como la Comisión Europea que defienden «otorgar un mayor peso a la imposición de carácter indirecto» y poner orden en la «amplia gama de deducciones, bonificaciones y reducciones que erosionan la capacidad recaudatoria». Bruselas recomienda con frecuencia que España debería limitar el número de bienes y servicios que aplican tipos reducidos y superreducidos en el IVA. La revisión de la cesta de impuestos que propone el Banco de España supondría dar mayor importancia a la fiscalidad indirecta (IVA) frente a la directa (IRPF o impuesto sobre sociedades). Aun así, el informe no entra en el detalle.

El supervisor reclama que el Gobierno aplique las medidas coerctivas que contempla la Ley de Estabilidad

El organismo dirigido por Luis María Linde alerta de que, en 2015, se interrumpió el «tono contractivo de la política presupuestaria que se había observado entre 2010 y 2014». De hecho, el déficit estructural, el que se mide sin tener en cuenta el ciclo, empeoró el año pasado, un ejercicio que estuvo marcado por las elecciones generales. Además, España incumplió el objetivo de déficit público fijado en el 4,2%, un desvío que el Banco de España señala que se debió a un crecimiento del gasto público por encima de lo previsto.

Además de revisar la composición de los ingresos tributarios, el Banco de España defiende que el Gobierno haga uso de los mecanismos preventivos y coercitivos que contempla la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Una recomendación que también realizó la Comisión Europea y que llevó al Ministerio de Hacienda a exigir acuerdos de no disponibilidad a las comunidades autónomas que incumplieron el objetivo de déficit. La Ley de Estabilidad Presupuestaria ofrece un conjunto de instrumentos para que el Ministerio de Hacienda supervise y monotorice la evolución de las cuentas públicas de las comunidades y ayuntamientos. La legislación contempla, incluso, la posibilidad de establecer sanciones o intervenir directamente un ente territorial. Por ejemplo, Hacienda ya ha empezado a retener fondos a Aragón y Extremadura por duplicar de forma reiterada el plazo de pago a proveedores.

  • La economía se ralentiza

El informe del Banco de España destaca que la depreciación del euro, la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE), el abaratamiento del petróleo o la rebaja fiscal que aprobó el Gobierno son factores que contribuyeron al crecimiento del 3,2% de la economía española en 2015. Sin embargo, el efecto de estos factores sobre la actividad cada vez será menor. Linde alerta de que España se enfrenta a una «moderación gradual de las tasas de crecimiento». El Banco de España apunta que la economía crecerá un 2,7% en 2016 y un 2,3% en 2017.

Según sus cálculos, la política monetaria expansiva elevó el PIB de 2015 un 0,6%, el mismo porcentaje que el abaratamiento del crudo. La reforma fiscal, que incluyó una rebaja de tipos impositivos, contribuyó en un 0,5% al crecimiento del PIB. En sentido contrario, el menor crecimiento de los mercados mundiales restó 0,6 puntos porcentuales al PIB.

El Banco de España considera que la «excesiva» protección al empleo indefinido fomenta la temporalidad

Para combatir la ralentización de la economía, Linde señala que España debe seguir adoptando medidas para afrontar los retos aún pendientes, identificados en «la reducción del desempleo, la consolidación fiscal, el desapalancamiento privado, la moderación de la posición deudora exterior y la mejora de la productividad».

  • Rebajas salariales

En el ámbito laboral, Linde reclama un marco laboral que refuerce «la flexibilidad interna y facilite la adecuación de los salarios a las condiciones específicas de las empresas». Es decir, el Banco de España defiende que la regulación facilite las rebajas salariales. El supervisor asegura que la dificultad de reducir los sueldos nominales podría «dificultar la consolidación de las ganancias de competitividad». El Banco de España también critica que la «la excesiva protección» de los empleados indefinidos está incentivando la temporalidad. Sugiere que abaratar el despido sería una forma de aumentar los contratos indefinidos. La dualidad del mercado de trabajo -en el que coexisten trabajadores indefinidos con un elevado nivel de protección y empleados temporales que pueden ser despedidos prácticamente sin coste- es uno de los principales problemas que debe abordar la clase política.

Como la mayoría de actores que participan en el mercado laboral, el Banco de España también sostiene que es preciso mejorar las políticas activas de empleo para facilitar que los trabajadores, especialmente aquellos con menor nivel de cualificación, encuentren trabajo.

  • Incentivas las pensiones privadas

El informe del Banco de España recuerda que uno de los principales retos que se enfrenta España es el proceso de envejecimiento y su efecto sobre los planes de pensiones. En la medida en que el número de pensionistas aumenta y también la prestación media, el Banco de España señala que es preciso «analizar la posible incorporación de otras fuentes de financiación al sistema». Todo indica que este debate se producirá en la próxima legislatura. El Banco de España también señala que es preciso fomentar los planes de pensiones privados para que complementen las prestaciones públicas.

UGT rechaza la propuesta del Banco de España

UGT no comparte con el Banco de España su propuesta de potenciar el atractivo del contrato indefinido en la medida en que suponga “una nueva solicitud de abaratamiento del despido”.

Así lo señala el sindicato en una nota, en la que destaca que el Banco de España confirma en su último informe anual la precariedad y temporalidad que caracterizaron el mercado de trabajo durante 2015, tal y como denunciaba UGT.

En concreto, el organismo supervisor considera que el empleo creado en el año 2015 se debió fundamentalmente a la contratación temporal, que repuntó un 8,3% frente al 1,9% del empleo indefinido, y para el organismo, al igual que viene reclamando el sindicato, se debe potenciar la contratación indefinida para reducir el desempleo y que los puestos de trabajo que se creen sean de calidad y dignos.

En este sentido, el Banco de España no observa un incremento significativo de las conversiones de contratos temporales a indefinidos durante todo 2015. Al contrario, “se está produciendo una tendencia claramente descendente desde el inicio de la crisis”, indica UGT.

El informe también resalta el aumento del paro de larga duración y recuerda que el porcentaje de desempleados que lleva más de dos años en paro continúa aumentando hasta alcanzar el 44,2%, frente al 9,9% de 2008.

En este sentido, el organismo alerta, como ya ha hecho UGT, que el desempleo puede llegar a convertirse en estructural y en un factor clave para explicar el aumento de la desigualdad en nuestro país.

Para UGT resulta “imprescindible” un plan de choque por el empleo, que fomente la inserción de los colectivos de más riesgo, como son los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes y los parados mayores de 55 años; un contrato de relevo para los mayores de 60 años que implemente un puente hacia su jubilación; o el relanzamiento de las actividades de formación y orientación que, comparadas con otros países de Europa, en nuestro país son muy escasas.

“Con empleos de mala calidad no conseguiremos relanzar la economía, sino que degradaremos aún más las condiciones de los ciudadanos. Solo llegaremos a una recuperación real para las familias con empleos y salarios dignos que reactiven la demanda y la economía”, concluye

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