23 diciembre 2024

Con la vista puesta en el V centenario de la institución académica, la Universidad de Granada recibe el impulso de su primera rectora, Pilar Aranda, en su primer año de gestión, para ejercer el papel aglutinador y de referencia social que completa el indiscutible reconocimiento en el ámbito investigador y docente que atesora.

En 2031 la Universidad de Granada celebrará su V centenario, una fecha en la que Granada aspira a convertirse en capital europea de la cultura. Dos efemérides que ya han cruzado sus caminos. En febrero de este año el Rectorado acogió la firma de la declaración institucional por la capitalidad. Todo un símbolo del papel que ha asumido la UGR con Pilar Aranda, su primera rectora, decidida a trabajar por el liderazgo social de la institución.

Se cumple este domingo, 19 de junio, un año desde que el Consejo de Gobierno de la Junta aprobara su nombramiento. Pilar Aranda se convirtió en la primera mujer al frente del Rectorado de la UGR en sus cinco siglos de historia por una mayoría sin discusión; con una de las mayores participaciones registradas en las últimas citas electorales. Y pronto reclamó ese liderazgo social para la Universidad. Fue en la inauguración del curso académico 2015/2016, en la que se expresó en estos términos, anunciando un foro de discusión institucional y ciudadana:

“Y pretendemos que se constituya como impulso que aglutine a todas las instituciones, a toda la sociedad civil y a la masa crítica de la Universidad para construir, juntos, un proyecto común e ilusionante en torno a la candidatura de capital cultural de la Ciudad forjando un horizonte 2031 en el que esta institución cumplirá 500 años». 

Y en este primer año está consiguiendo devolver ese liderazgo que reclama, como así lo demuestran la mayor atención mediática a las medidas de la institución, que ha reforzado su relación con la Junta de Andalucía, más necesaria que nunca con los graves problemas económicos que afrontan las universidades, que reclaman un nuevo modelo de financiación a la Administración autonómica, asfixiadas por el retraso en los pagos y por unas aportaciones públicas del todo insuficientes.

Y lo ha hecho desde una posición reivindicativa, como bien dejó claro al presentar los nuevos presupuestos -en diciembre-, anunciando que reclamaría el pago de la deuda y más fondos, con un modelo de financiación que no se base únicamente en el número de alumnos y alumnas y tenga en cuenta también la excelencia en investigación y el número de grados y máster, aspectos en los que la UGR sin duda destaca. Como dato señalar que la UGR se encuentra entre las diez españolas que más investigación producen y se mantiene entre las 500 mejores del mundo, según el reconocido ranking de Shánghai, que ‘doctora’ a Informática entre las 50 más destacadas.

También ha afianzado la interlocución con la ciudad, que tiene en la UGR una de sus señas de identidad y que necesita encontrar puentes de entendimiento y canales de comunicación para convertir esa relación en ‘complicidad’. Con el anterior equipo de gobierno municipal ya firmó un convenio para fomentar el emprendimiento; con el alcalde socialista, Francisco Cuenca, ya ha mantenido un encuentro institucional para avanzar en esa necesaria conexión.

Pilar Aranda en la presentación de los exámenes gratuitos de acreditación de idiomas. miguel rodríguez

También proyección exterior

Aranda fue nombrada vocal de la Comisión Permanente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), donde refuerza su proyección y, por tanto, la de la Universidad de Granada. Será ahí, en el seno de la CRUE, donde habrá de debatirse -con la participación de la rectora- el futuro de las enseñanzas superiores en España.

‘La mayor satisfacción ha sido contar con la complicidad de toda la comunidad universitaria’

Las normas de permanencia, la gratuidad del B1 y B2, la aprobación del Plan Propio de Investigación con la modalidad incluida en su programa y el Plan de Organización Docente medidas son algunas de las medidas que destaca de este primer año de gestión.

También importantes iniciativas para favorecer la igualdad, con medidas de conciliación, la elaboración de un plan para hacer frente a situaciones de acoso que se presentará próximamente y medidas contra violencia de género.

Ha sido un año «muy satisfactorio», asegura en declaraciones a El Independiente de Granada la rectora, que agradece a su equipo de gobierno y a la comunidad universitaria «el esfuerzo» que se ha hecho desde el punto de vista presupuestario. «Esto ha sido la mayor satisfacción, contar con la complicidad de toda la comunidad universitaria», resume.

La espina de la financiación

No ha sido fácil la gestión económica en este primer año de gestión, en parte por la deuda que la Junta de Andalucía mantiene con las universidades y que en el caso de Granada llegó a superar los 100 millones de euros.

Esta frágil situación ha obligado a ajustar los presupuestos de 2016, que se han reducido en un 4 por ciento, situándose en 382,6 millones de euros. Un presupuesto calificado por su equipo de gobierno como «realista, factible y prudente».

Pocos días después de su aprobación, la UGR vivió uno de los momentos más desagradables, con su inclusión en la lista de morosos del Ministerio de Hacienda. El 30 de diciembre, a punto de cerrar el ejercicio de 2015, la propia rectora anunció que se habían abonado los 5,8 millones de euros que la institución debía al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y que se encontraba al día en los pagos por el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) y Seguridad Social de sus trabajadores.

Fue posible, explicó entonces Aranda, por «el considerable incremento del ritmo de pago» de la deuda que la Junta de Andalucía mantiene con la UGR, que se había reducido aproximadamente en un tercio durante el último semestre.

De mantenerse este ritmo de ingresos y pagos, la UGR estimaba que este año 2016 podrían lograrse unos niveles de deuda y unos plazos de pago «razonables», teniendo en cuenta siempre «el tamaño y la complejidad» de la organización.

Traslado histórico al nuevo campus del PTS

Si histórica fue su elección, históricas también algunas situaciones que coincidieron con su llegada, como el traslado de la Facultad de Medicina al campus del PTS. Esta operación, una de las mayores de los últimos años, permitirá liberar edificios para el uso de la comunidad universitaria. En este caso concreto, el antiguo edificio de Medicina se convertirá en un gran centro para el estudiante, con una zona coworking y un museo.

Momentos de apertura y de acercamiento a otras disciplinas

Aranda con Miguel Ríos y Mateo Valero Cortés, tras ser investidos Doctor Honoris Causa. m. rodríguez

Podría o no haber ocurrido bajo el mandato de otro rector, pero lo cierto es que Miguel Ríos se ha convertido en Doctor Honoris Causa a propuesta de Aranda. Precisamente en su intervención, el rockero habló de ‘la universidad de la calle’, de ‘la universidad de música urbana’, con unas palabras que enlazan con el objetivo que se ha marcado la rectora: acercar la institución docente a la ciudadanía granadina, buscar su complicidad más allá de los muros de la UGR.

Ha proyectado también una imagen de modernidad sentándose, por ejemplo, con la veterana periodista Rosa María Calaf en una charla del máster de Nuevos Medios y Periodismo Multimedia que imparte la UGR. Una charla sobre el papel de una profesional pionera en su disciplina, Calaf, en la que abordaron el papel de la mujer en la comunicación y en la educación. Nuevas imágenes y nuevos mensajes para conectar la solemnidad y y la historia con una universidad del siglo XXI, al que ha sido necesario esperar para ver una mujer, Pilar Aranda, gestionando una de las instituciones académicas españolas con mayor prestigio.

Fotografías: Miguel Rodríguez

http://www.elindependientedegranada.es/economia/pilar-aranda-devuelve-liderazgo-ugr