Saltarse semáforos, primera causa de retirada de puntos

El carnet por puntos, junto con otras medidas, ha reducido casi a la mitad el número de muertos en carretera, según Trànsit

Saltarse un semáforo en rojo es ya el primer motivo por el que se retiran puntos del carnet de conducir en Catalunya. Más que por el exceso de velocidad. Este es uno de los ejemplos que pone la directora del Servei Català de Trànsit, Eugènia Domènech, para visibilizar que el carnet por puntos ha significado un “cambio de actitud” de los conductores pero que todavía faltan muchos por concienciar.

El próximo viernes se cumplen diez años de la entrada en vigor del carnet por puntos. El Servei Català de Trànsit (SCT) asegura que la puesta en marcha de este sistema ha tenido un papel crucial a la hora de entender que se hayan reducido un 48,9% las víctimas mortales. Actualmente, el 33% de las infracciones que implican la retirada de puntos son por pasarse un semáforo en rojo, que supera al exceso de velocidad – representa el 32%–. Circular demasiado rápido, no obstante, ha sido el principal motivo de pérdida de puntos en los últimos diez años, un 40%. Y el alcohol también va a la baja. Ha pasado del 13% al 9% de las infracciones.

Sin embargo, Trànsit señala fenómenos que van en aumento y que se deben combatir. El principal es el uso del móvil al volante, que en pleno auge de los smartphones ya supone el 13% de los incumplimientos.

“El carnet por puntos supuso un contrato del conductor con la sociedad en el que se pone énfasis en su responsabilidad”, dijo ayer la directora del SCT. Los datos muestran un cambio de actitud. Desde julio del 2006, en que se puso en marcha el sistema de puntos, no paró de subir hasta que en 2009 tocó techo. Ese año se retiraron 8.104 permisos. Desde entonces la tendencia ha sido a la baja, hasta los 1.748 de 2016. “Es por el efecto rehabilitador y disuasivo”, justifica Domènech. En estos diez años se han cancelado 44.627 permisos que corresponden a más de 36.000 conductores. Por tanto, algunos reincidentes.

Éste es el segmento que Trànsit tiene en el punto de mira. Los datos apuntan a que la mitad de los conductores que realizan el curso para recuperar el carnet no vuelve a infringir las normas. El resto, un 50% lo hace de manera leve y un 23% reincide y vuelve a perder puntos.

Por ello, Trànsit ha creado un grupo de trabajo que estudiará nuevas medidas. Quieren poner más obstáculos para impedir que un mismo conductor que pierde el carnet una y otra vez pueda recuperarlo sin problemas después de hacer el mismo cursillo de sensibilización y pasar un examen. Se plantean poner un límite, aplicar medidas alternativas rehabilitadoras en caso de adicción al alcohol o la introducción del alcoholock. Un dispositivo que se encuentra conectado al sistema de encendido del vehículo y que sólo permite arrancarlo con un soplo que no dé positivo.

Trànsit también se plantea que los cursillos sean diferentes según la gravedad de la sanción. No es lo mismo perder puntos, que la retirada del carnet o que tener que seguir un curso en cumplimiento de una sentencia judicial.

“Tenemos que ir puliendo el sistema”, tercia Vicente Sánchez, de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico. Sánchez se refiere a conductores tramposos que entrometen a familiares y amigos para que se identifiquen como autores de la infracción y así mantener los puntos. “A los cursos de sensibilización estamos notando que viene la abuela y no ha sido la abuela. Nos da mucha rabia”.

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