OTRA RENTRÉE (MANIFIESTO DESDE LANJARÓN) Por Juan Alfredo Bellón Para  EL MIRADOR DE ATARFE

Escribo desde Lanjarón, acabando mi segunda quincena agosteña de agüista intrépido en su Balneario y habiendo cursado un año más del máster de Camino de Perfección Hídrica (Lanjarón, Agua y Cultura) que cumple ahora su décimo primera edición con el lema de MENS SANA IN CORPORE SANO. En efecto, desde 2006 y como ya conocen los lectores por anteriores entregas de esta misma Crónica de un Agüista Superviviente, el establecimiento Balneario de la localidad alpujarreña viene acogiendo una iniciativa del profesor, poeta y sin embargo amigo Antonio Carvajal y mía propia para celebrar en la última semana de agosto un curso de verano multidisciplinar sobre la CULTURA DEL AGUA, auspiciado por el Departamento de Teoría de la Literatura de la Universidad de Granada y el Centro de Profesorado de Motril, donde se produce el encuentro de destacados especialistas en las diversas facetas centrales o periféricas del líquido elemento y un alumnado universitario pre y postgraduado interesado en recibir formación e información al respecto para luego aplicarla en su actividad profesional y docente impregnándola del conocimiento, preservación y defensa del medio en que se produce esa docencia, en nuestro caso, la Andalucía de comienzos del Tercer Milenio de nuestra era.

En estos once años, hemos conocido y tratado un amplio elenco de personalidades nacionales e internacionales de los más diversos campos de la literatura, la poesía, la lingüística y otras ciencias sociales; de las matemáticas teóricas y aplicadas, de las ciencias físicas y químicas; de la astrofísica, la geología y de la hidrogeología. También han intervenido en nuestros cursos especialistas en el derecho y la judicatura, músicos e intérpretes instrumentales, de la danza y de la voz; de la escultura y la pintura, del diseño, del cine y otras artes plásticas; teóricos y prácticos de la sanidad, la educación física, la dieta y la alimentación y estudiosos teóricos y prácticos de muchas otras disciplinas que pueden tocar de una u otra manera un asunto tan poliédrico y presente en nuestras vidas como es el agua en todas sus manifestaciones físicas o espirituales, tangibles o intangibles.

E igualmente, en esta más que cumplida década, hemos conseguido diluir la línea que separaba, de inicio, la docencia de la discencia, hasta el punto de intercambiar en muchos casos ambos papeles al hacer que alumnos de un año hayan terminado siendo profesores de los siguientes al participar en comunicaciones, ponencias y conferencias referidas a temas de los que habían acabado siendo especialistas.

Y por fin, nuestra relación con el personal y la dirección del Balneario ha terminado siendo mutuamente beneficiosa al conseguir con su acogida y patrocinio alumbrar numerosas líneas de trabajo en el terreno de la hostelería y la formación de su personal que interviene en la administración de tratamientos hidrotermales y demás técnicas de relajación al convertirse el profesorado y alumnado de los cursos en usuarios de las prestaciones hidídricas disponibles en la amplísima panoplia de tratamientos en este establecimiento.

Se entenderá así, que con cada agosto, venga yo cerrando el ciclo anual de lo que me resta de vida laboral, cumplida ya definitivamente la jubilación e iniciando el curso natural de mi vida cotidiana hasta acumular ideas, iniciativas y propuestas para en curso siguiente que ya no es el académico (de octubre a junio) ni el económico (de enero a diciembre) ni el agrícola (de octubre a septiembre) sino mi año natural de aguas: piscina municipal de La Chana, en Granada de septiembre a Julio y los lares alpujárridos de Lanjarón en el mes de agosto.

Por eso este título de “OTRA RENTRÉE”, otra más mía, otro año más, como la Navidad, que se va y se viene, al revés que nosotros… claro. Como los debates de investidura, hasta ahora infructuosos, con toda o casi toda la clase periodística y la mayoría de los medios vendidos al PP y al Gobierno en funciones. Asfixiando a Pedro Sánchez y asustando al electorado con hacer coincidir las próximas elecciones con la Navidad (¡Que vienen Papá Noel y los Reyes, cargados de carbón para los políticos numantinos!) los heraldos del miedo entroncan con lo más recalcitrante de la derechona americana y europea apretando entre las bambalinas: os la vamos a hacer tragar de todas formas. No os resistáis que va a ser mejor para vosotros. Ahí tenéis a los griegos… Apoyad a Rajoy y dejadle las manos libres para endilgaros nuestras recetas, ese trágala que él tan bien sabe administrar. Y qué callada anda la Iglesia española a este respecto. Iba a escribir “calada” pero no es necesario: ahora son muy prudentes para dejar al César lo que es del César y al arzobispo de Granada (¡Ay Romanones nuestros!) lo que es de Dios.

Y nosotros, a empezar de nuevo de cara al próximo año, cada quien con su particular calendario, comiéndonos el tiempo y dejándonos comer por él en la búsqueda estratégica de una síntesis moderna entre las actividades y los valores de los antiguos mundos rural y urbano, antaño antagónicos y hoy mucho más complementarios; en pos de un planteamiento igualitario donde se quede obsoleta la oposición entre la vieja alabanza de corte y el no menos caduco menosprecio de aldea en nuestro territorio, situados en una posición estratégica: el eje transversal Òrgiva-Lanjarón -Valle de Lecrín, equidistante de sendos centros de las áreas metropolitanas de Granada y La Costa (esta, todavía en formación) y por tanto en condiciones de plantear desde aquí los términos más vanguardistas de una nueva modernidad. Tómese esta afirmación como una oferta tan modesta como desinteresada de un trabajo a largo plazo en el que (siguiendo el hilo conductor del agua) llevamos avanzando desde hace más de una década.

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