23 noviembre 2024

Cómo ser profesor de español en el extranjero

imagesDesde 2011 centenares de desempleados se reciclan como docentes para poder trabajar. Es necesario prepararse, no basta con ser nativo

“Lo más importante es no lanzarse a la aventura de la docencia sin más, porque no basta con ser nativo”, apunta Gemma Belmonte, profesora de español en el Cervantes londinense. Además de aprender a planificar una clase, gestionar un grupo, corregir errores, trabajar el léxico o mejorar la pronunciación, los aspirantes a profesor de español deben conocer el contexto laboral del país en el que quieren instalarse y las vías para conseguirlo. “Los españoles llegan cabizbajos, se sienten frustrados por no poder ejercer su especialidad. Eso es lo primero que tienen que cambiar, su actitud”, precisa Belmonte. En cada país existen unos códigos de comportamiento a la hora de presentarse a una entrevista. En Inglaterra la clave es confiar en uno mismo y ser capaz de convencer en cinco minutos de la capacidad para manejarse en el aula, lo que llaman elevator pitch (conversación en el ascensor). “Es como imaginar que coincides en el ascensor con un potencial empleador y en pocos minutos contarle quién eres, qué quieres y qué puedes hacer”, remarca Belmonte.

Formación en el Cervantes

El Instituto Cervantes colabora con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el Máster Oficial en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera, de 60 créditos y 1.980 euros, con una duración de 12 semanas e impartido en dos veranos consecutivos durante julio y agosto en su sede de Santander. Por otra parte, también imparte con la UNED el Máster universitario en formación de profesores de español como segunda lengua, de 65 créditos y 1.900 euros. Además, ofrece en sus sedes por el mundo diferentes cursos intensivos como el Curso de Formación Inicial para profesores de ELE, de cuatro meses y 1.450 euros, y otros más especializados.

Además, el Cervantes acredita cursos impartidos por universidades públicas como la Universitat de València o privadas como la Universidad Antonio de Nebrija, entre otras.

Macarena Muñoz, licenciada en periodismo de 31 años, se matriculó en un curso de dos semanas en la Universidad Antonio de Nebrija y se presentó en Toronto (Canadá) en agosto de 2012. Nada más aterrizar, puso un anuncio como profesora de español en la web Craiglist, se hizo business cards (tarjetas de visita) y asistió a eventos de networking para hacer contactos. En pocas semanas consiguió alumnos para clases particulares y en meses la contrataron para dar clase a empleados de compañías con negocios en Latinoamérica. Su sueldo ronda los 2.000 dólares canadienses por 20 horas a la semana. “No basta con dominar la lengua, hace falta una mínima formación. Luego ya es como todo, se aprende a base de errores”.

Como cada territorio tiene su manual de instrucciones interno, la recomendación del Cervantes es realizar el Curso de Formación Inicial para profesores de ELE, de cuatro meses de duración y un precio de 1.450 euros, en el país en el que se vaya a residir para conocer desde el primer momento las claves sociales y burocráticas del lugar. “Las prácticas del curso -de una semana- se realizan in situ y eso permite al estudiante hacer contactos y conocer los problemas de aprendizaje que se dan en cada país. No es lo mismo enseñar español a un chino, que no conoce la existencia de los artículos, que a un francés. Tampoco es lo mismo buscar empleo en Europa que en Asia”, señala Elena Verdía, jefa del departamento de formación de profesores del Instituto Cervantes, con sede en 86 ciudades de 43 países en los cinco continentes. El requisito para acceder a este curso es ser titulado universitario.

“Informamos a los alumnos de la situación de cada país. Donde más fácil lo tienen es en la Unión Europea, pero a la vez es donde más profesores formados hay, el mercado es más competitivo”, añade. La puerta de entrada son los países más alejados como Australia, Filipinas, Rusia, China o Japón, donde ha aumentado la demanda de profesores de español. Recientemente el Cervantes de Sydney ha solicitado docentes, pero el hándicap es que el trabajador ya debe tener resuelta la residencia legal o el visado para poder trabajar. “No queremos dar a entender que es fácil entrar a la plantilla del Cervantes, porque no lo es”, incide Verdía. Hay dos vías de acceso, o por concurso público de oposiciones o como colaborador temporal.

Pese a ser licenciado en Filología Inglesa, Miguel Delatorre, de 40 años, acabó como jefe de zona de cinco agencias de viaje de Madrid, hasta que llegó la crisis. Se quedó en paro y meses después vio en Linkedin que la escuela Les Roches International School estaba buscando un profesor de español para su sede en Shanghái. Pese a su desconexión con la docencia, mandó un correo al director de la escuela ofreciéndose para el puesto. Se comprometió a realizar un curso de un mes en la International House de Madrid. Dos días después le confirmaron en una entrevista por Skype que había sido seleccionado. “Todo esto ha sido increíble porque he cumplido dos sueños: el de ser profesor y el de vivir en Asia”, cuenta en un correo electrónico.

Además de los licenciados en filología hispánica que deciden ejercer como docentes fuera de España, hay otros muchos perfiles profesionales que sin tener conocimientos específicos se lanzan a la docencia del español. Para ellos existen dos opciones. O bien matricularse en un máster en ELE (Enseñanza del Español como Lengua Extranjera) o en uno de los múltiples cursos intensivos de dos semanas o varios meses de duración. Las dos opciones se imparten en universidades públicas y privadas con la colaboración del Instituto Cervantes o en escuelas privadas de prestigio como International House.

“Lo que nos diferencia de otras escuelas es el aspecto práctico del curso. Desde la primera semana ya dan clases supervisadas por un tutor a alumnos extranjeros”, indica Berta Sarralde, coordinadora de formación en International House Madrid, centro acreditado por la International House World Organisation y con una trayectoria de más de 30 años en la formación de profesores de español. El Curso de Profesor especialista en ELE, de 150 horas, cuesta 1.350 euros y se puede realizar de forma intensiva en un mes o en tres meses. Para acceder se requiere una titulación universitaria o superar un proceso de selección donde se valoran los conocimientos generales y la capacidad de análisis de la lengua.

Universidades públicas y privadas también imparten másteres y cursos. Ejemplo de ello es la Universidad Antonio de Nebrija, pionera en España en la formación de docentes con el lanzamiento en 1990 del Máster en lingüística aplicada a la enseñanza de ELE, de un año de duración y 6.775 euros en modalidad semipresencial. Además, imparte cursos intensivos más cortos de dos o más semanas en colaboración con el Cervantes a un precio que ronda los 600 euros.

 

5 consejos para buscar trabajo como profesor en Inglaterra

1- Deshacer ideas preconcebidas. Lo primero es cambiar la forma de pensar y no considerar la reconversión a profesor de español como una derrota. En Reino Unido no es un fracaso cambiar de profesión, es otra fase de la vida, una nueva experiencia. Es importante cambiar el chip para empezar la búsqueda de empleo.

2- Conocimiento práctico de la lengua inglesa. El B1 o B2 no garantizan que se hable un buen inglés. Es necesario dominar un nivel de inglés que permita desenvolverse en la búsqueda de empleo, realizar entrevistas telefónicas y redactar documentos. Debe sonar profesional. La clave es estar seguro de poder transmitir todo lo que se quiere decir. La profesora del Cervantes Gemma Belmonte recomienda apuntarse a clases y cursos de conversación. El St. Giles College de Londres ofrece estas clases de forma gratuita. El objetivo es manejar la terminología específica de educación en inglés.

3- Saber venderse. Un punto en el que suelen fallar bastante los españoles son las herramientas para saber venderse. El currículum y la carta de presentación deben estar perfectamente elaborados en inglés. “Algunos preguntan si hay que llevar corbata. Obviamente, sí. La sociedad británica es menos permisiva en las entrevistas, son muy estrictos”, apunta Belmonte.

4- Convalidación de títulos. Los filólogos pueden convalidar sus títulos en el Ministerio de Educación británico para dar clase.

5- Convencer de tu valía en 5 minutos. Transmitir seguridad, confianza en uno mismo y profesionalidad es muy importante. Los empleadores deciden sobre los candidatos en cinco minutos. En Inglaterra suelen hablar de elevator speech (conversación en el ascensor): si te montas en un ascensor con un potencial empleador tienes cinco minutos para presentarte, contar tu experiencia profesional y sonar interesante.

Estas recomendaciones forman parte del curso Cómo buscar trabajo como profesor de español en Inglaterra, impartido por el Instituto Cervantes de Londres.