Consecuencias para las mujeres del ‘golpe de Estado’ ocurrido en el PSOE
Si los socialistas permiten la investidura de Rajoy, seguirán gobernando quienes han lapidado el principal derecho de las mujeres: su independencia económica
El reciente golpe de Estado interno ocurrido en el histórico Partido Socialista Obrero Español a mano de sus poderes fácticos nos deja a quienes apostamos por un modelo de sociedad basado en la equidad ante un panorama desolador.
Y es que con un partido prácticamente disuelto es imposible pactar, que es lo que muchas personas de esta corriente de justicia social deseábamos; y ante su más que probable abstención en el próximo intento de investidura de Mariano Rajoy, este golpismo habrá servido para que sigan gobernando quienes han lapidado el principal derecho de las mujeres: el de su independencia económica.
Las mujeres cobran un 18,8% menos que los hombres
La Coordinadora Estatal de Plataformas en Defensa de la Ley de Dependencia del Estado Español (COES-LAPAD) presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por incumplir la Ley de Dependencia. Entre otras cosas, asegura que el Estado no está aportando el 50% del coste del sistema, sino solo el 17%, y que durante los últimos cuatro años más de 100.000 personas han muerto sin recibir las ayudas a las que tenían derecho (El País, 12 de agosto de 2015).
La dependencia ha perdido 2.865 millones de euros durante la legislatura de Mariano Rajoy, debido a los recortes y los cambios en la normativa, según el último informe del Observatorio de la Dependencia. En España hay cerca de 1,2 millones de dependientes reconocidos, según los datos oficiales, pero uno de cada tres no recibe ayuda del sistema público de dependencia (El País, 26 de febrero de 2016).
Es ampliamente conocido que sin presupuesto gubernamental para que las personas que necesitan cuidados los tengan, son las mujeres —empujadas por su rol de género patriarcal— quienes se ven abocadas a abandonar el empleo para cuidar de sus personas mayores, menores y dependientes. Y esto tiene unas consecuencias devastadoras sobre su propia autonomía personal:
Los datos estadísticos (INE 2016) no dejan lugar a dudas:
Menores tasas de actividad. Un 58,77 % para las mujeres frente al 41,22% entre los hombres. El 71,72% de mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años manifiesta que no busca empleo por estar al “cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores u otras obligaciones familiares o personales”. Entre los hombres, sólo el 28,27% declara que es por estos motivos.
Menores tasas de empleo. Un 40% de mujeres frente al 50,3% de hombres. Con una particularidad que es común en todos los países del entorno europeo analizados: a medida que aumenta el número de hijos e hijas de menos, disminuye la tasa de empleo femenino, pero no ocurre así en el caso de los hombres que, por el contrario, aumenta.
Mayores tasas de paro. Un 25,4% de mujeres frente a un 23,6% de hombres. Pese a la diferencia de partida en datos absolutos de población activa de mujeres (53,91%) y hombres (65,21%). Si la tasa de actividad femenina fuera igual que la masculina, la tasa de paro femenina se situaría en el 30,72%, muy por encima de la masculina.
Mayores tasas en excedencias y reducciones de jornada para ocuparse del cuidado. Reducciones de jornada por cuidado de menores y/o personas dependientes superiores a un mes: 21% de mujeres frente al 2,1% de hombres. Excedencias para el cuidado de menores: el 93,33% son mujeres. Excedencias para cuidado de personas dependientes: un 84,58% corresponde a mujeres.
Mayor tasa de empleo a tiempo parcial. Un 25,6% entre las mujeres, frente al 7,8% entre los hombres. El 97,3% de las personas ocupadas a tiempo parcial por hacerse cargo del cuidado de hijas/os de menos de 14 años son mujeres.
El 97,3% de las personas ocupadas a tiempo parcial por el cuidado de hijos de menos de 14 años son mujeres
Permisos de maternidad y paternidad. El tiempo total del permiso de maternidad (6 semanas obligatorias + 10 que pueden cederse al otro progenitor) tomado por las madres suponen un 98,3%. Las 10 semanas del permiso de maternidad susceptible de ser cedido al padre se han materializado en un 1,74% de los casos. Los permisos de paternidad propios de los padres han sido disfrutados por un 83,8% de ellos.
Estas diferencias tienen unas implicaciones claras para la autonomía económica y personal de las mujeres, puesto que directamente implican:
Menores salarios. Las mujeres cobran un 18,8% menos que los hombres. Esta diferencia aumenta hasta el 24% para edades superiores a 45 años.
Menos tiempo y más bajas cotizaciones a la Seguridad Social. El informe de UGT Trabajar Igual, Cobrar Igual (2015) ilustra las consecuencias de esta diferencia en tiempos y cantidades cotizadas: “Una mujer debe trabajar 11 años y medio más que un hombre para obtener la misma pensión”.
Menores prestaciones en caso de desempleo: Es obvio, a menor tiempo trabajado (menor tiempo de cotización), menor prestación en caso de desempleo. Y a menor salario percibido (menor cantidad cotizada) por causa de reducciones de jornada y excedencias entre otras, lo mismo.
Menores pensiones de jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad o favor de familiares. Los hombres cobran de media 1.121,41 euros de pensión contributiva frente a 700,43 euros que cobran las mujeres. Entre las personas que solo cobran una pensión no contributiva (360 euros de media), las mujeres representan el 78%.
El 78% de las personas que solo cobran una pensión no contributiva (360 euros de media) son mujeres
Con todos estos datos, y a la vista del panorama político, en el que importantes voces como la del expresidente (y excarismático) Felipe González abogan por consentir la perpetuación y consolidación de esta división sexual del trabajo que representan las políticas patriarcales neoliberales del Partido Popular, a las mujeres solo nos queda seguir alzando la voz, para exigir políticas públicas que favorezcan LAS MISMAS OPORTUNIDADES DE DESARROLLO VITAL Y PROFESIONAL PARA MUJERES QUE PARA HOMBRES. Entre éstas, es prioritaria la equiparación legal del derecho al cuidado mediante permisos de maternidad y paternidad iguales, intransferibles y pagados al cien por cien como reivindicamos en la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA), a la vez que se garantice una educación infantil pública de 0 a 3 años y se desarrolle la Ley de Dependencia convirtiéndola en el verdadero nicho de empleo público (no precario) que potencialmente representa.
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Dori Fernández Hernando es titulada superior en Igualdad de Género por la URJC. Formadora consultora experta en Género, Políticas de Igualdad y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otros lugares con SinGENEROdeDUDAS, Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género y con la Asociación de Mujeres Páginas Violeta. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena entre otras.
Autora
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Dori Fernández Hernando