Consecuencias que tiene la violencia de género para las mujeres que la sufren, y para sus hijos/as.

Psicólogos sociales de la UGR alertan del «impacto negativo» del tratamiento del caso Juana Rivas en mujeres que quieran denunciar situaciones de violenciaEl Grupo de Investigación sobre Prejuicio, Discriminación y Estigma (Hum-289) de la Facultad de Psicología de la UGR subraya la necesidad de incluir la perspectiva de género en los profesionales en contacto con mujeres que sufren violencia de género para que sean capaces de identificar «los falsos mitos existentes sobre violencia machista y eviten caer en ellos».

El Grupo de Investigación sobre Prejuicio, Discriminación y Estigma (Hum 289) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada ha hecho público un comunicado en el que muestra su respaldo a Juana Rivas y a todas las mujeres que, como ella, sufren o han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas, y traslada también su «máximo apoyo» a las profesionales del Centro de la Mujer de Maracena que la han atendido, entre ellas Francisca Granados, compañera de la UGR, y a todas las que luchan cada día contra la violencia machista.

En el comunicado muestran su preocupación por «el impacto negativo» que el tratamiento de este caso, en el que se ha cuestionado a la víctima y se ha recurrido a falsos argumentos como la ‘alienación parental’ o las denuncias falsas sobre violencia de género, que según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado ni siquiera llegan al 0,01 por ciento, pueda tener en sobre mujeres que deban en el futuro denunciar situaciones de violencia de género.

Reproducimos a continuación, por su interés, el texto íntegro del comunicado:

Como psicólogos/as sociales de la Universidad de Granada queremos mostrar nuestro apoyo a Juana Rivas y a todas las mujeres que, como ella, sufren o han sufrido violencia por parte de sus parejas o exparejas.

Además nos parece importante recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia de género como “todo acto de violencia que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

Así como que en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer auspiciada por Naciones Unidas (Beijing, 1995), se manifestó con rotundidad que esta forma de violencia responde a “una manifestación de las relaciones de poder históricamente  desiguales entre hombres y mujeres, que han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo”.

Aprovechamos también este comunicado para insistir en las consecuencias que tiene la violencia de género para las mujeres que la sufren, y para sus hijos/as.

En el caso de ellas suelen verse afectadas creencias básicas sobre sí mismas, su mundo, su futuro y por supuesto, sus expectativas respecto a las relaciones interpersonales.

En los/as menores (víctimas directas o indirectas de la violencia) son frecuentes los problemas escolares, sociales y psicológicos, así como el aprendizaje por imitación de los comportamientos agresivos del padre, que a menudo dirigen hacia sus madres.

También queremos reflexionar sobre el impacto que tienen los mitos de la violencia de género y las actitudes sexistas en la sociedad, especialmente cuando se ven reforzadas con actuaciones judiciales como las que hemos presenciado en las últimas semanas.

Por ello nos preocupa el impacto negativo que puede tener el tratamiento mediático realizado sobre el caso de Juana Rivas en mujeres que quieran denunciar situaciones de violencia en el futuro.

Pues se ha visto cuestionado el testimonio de la víctima, a la vez que se han reforzado tanto en la gran pantalla como en los tribunales argumentos neosexistas que alimentan los mitos sobre la violencia de género, como el supuesto Síndrome de Alienación Parental (que no ha sido reconocido en ninguno de los sistemas de clasificación diagnóstica oficiales -­‐DSM-­‐V y CIE-­‐10-­‐) o el falso discurso de las denuncias falsas (que según datos de la Fiscalía General del Estado no ascienden a más del 0,01%).

Como psicólogos/as sociales queremos insistir en la necesidad de incorporar la perspectiva de género en los/as profesionales en contacto con mujeres que sufren violencia de género (jueces/zas, abogados/as, psicólogos/as, policías…), para que sean capaces de identificar los falsos mitos existentes sobre la violencia machista y eviten caer en ellos, pero también para que puedan garantizar un buen acompañamiento a las mujeres que la sufren, basado en su empoderamiento y agilicen los procesos necesarios que les brinden la seguridad que buscan, en lugar de cuestionar su testimonio y dilatar en el tiempo la toma de decisiones.

Por último, mostramos nuestro máximo apoyo a Francisca Granados, profesora del  Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de nuestra Universidad y directora de Igualdad y asesora jurídica del Centro Municipal de Información a la Mujer de Maracena, ya la  psicóloga del centro,María Teresa Sanz, así como a todos/as los/as profesionales que trabajan en los recursos que atienden a mujeres víctimas de violencia, cuyo importante papel se ha visto cuestionado en las últimas semanas.

Así mismo, queremos reconocer el papel fundamental que realizan este tipo de Centros,como el de Maracena,así como la imprescindible labor de apoyo y asesoramiento que realizan las/los profesionales que trabajan en ellos que luchan día a día contra la violencia de género.

 

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