«Muy pronto será demasiado tarde» por Iñaki Gabilondo
Ayer, día en el que comenzaba la Cumbre del Cambio Climático en Bonn, en la revista BioScience sonaba la mayor la alarma que nunca se haya lanzado sobre la situación del planeta. 18.000 científicos de 184 países difundían un mensaje dramático: muy pronto será demasiado tarde. La degradación no solo no se detiene, sino que aumenta. Las emisiones de CO2 han crecido en este 2017 debido principalmente a China. Las señales catastróficas asoman por todas partes, en la pérdida de masa forestal, en la reducción de agua dulce por habitante, en el gravísimo deterioro de la biodiversidad en el empobrecimiento de la vida marina. Solo la capa de ozono presenta mejor aspecto en los últimos años.
Los seres humanos y el mundo natural viajamos en rumbo de colisión desde hace mucho tiempo y a pesar de las insistentes advertencias no cambiamos de trayectoria, solo introducimos correcciones menores absolutamente insuficientes dicen los firmantes del comunicado. 18.000 científicos pertenecientes a una ancha gama de especialidades, hay biólogos, físicos, astrónomos, químicos, demógrados, zoólogos, oceanógrafos, expertos en pescado, en clima. Constituyen el colectivo científico más numeroso jamás reunido para hacer pública una advertencia a la humanidad.
Una advertencia no exenta de pesimismo porque saben que, como de costumbre, serán acusados de catastrofistas y que los intereses continuarán imponiéndose a la cordura. Piden que, al menos, eduquemos a nuestros hijos de forma correcta, por si ellos enmienda nuestros errores, en el caso de que lleguen a tiempo porque insisten muy pronto será demasiado tarde.
¿Saben lo más impresionante de esa noticia? Es que no es noticia