«Inventario de los bienes de la Iglesia de la Encarnación en 1799» por José Enrique Granados
En el especial de las fiestas de IDEAL de 1991, publicamos el artículo titulado “Inventario de los bienes de la Iglesia de la Encarnación en 1799”. Lo reproducimos a continuación haciendo hincapié en el momento histórico en el que este está efectuado; finales del siglo XVIII, antes de la invasión francesa, de lo que trataremos en otra gacetilla.
El inventario del estado y existencia de los bienes y alhajas de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de Atarfe, fue realizado por D. Sebastián Fernández Calvo con la asistencia de D. Joaquín Carvajal y D. Ambrosio Feliciano en mayo de 1799. Es digno resaltar que según el texto en el campanario había cuatro campanas, una más de las que conocemos.
…….Un retablo en la Capilla Mayor con las tallas, cascarón dorados, a los lados las imágenes de San Antonio de Padua y Santa Clara, con sus diademas de plata, en el medio el misterio de la Encarnación, de bulto, una Concepción pequeña con corona de plata, y por remate la fe también de bulto con diferentes angelotes, que sirven de adorno.
En el colateral, al lado del Evangelio, otro altar antiguo dorado, y en el medio está el arca en que se custodia a su Majestad para los enfermos, toda dorada, un crucifijo con corona de planta, en el nicho principal Nuestra Señora del Rosario con media luna, cetro, rastrillo, corona y también la del niño, de plata todo; a los lados, en sus nichos, San Francisco de Asís y Santa Clara, y por conclusión un lienzo de Nuestra Señora y Santo Domingo.
En el otro colateral, otro retablo moderno sin dorar, algo quebrantado, y en él colocado un lienzo de Nuestra Señora del Buen Consejo, con marco dorado; a los lados, las imágenes de San Antonio y San Sebastián, de bulto, con diademas de plata. El San Sebastián, propio de la hermandad del Santo, al pie un lienzo de Santa Lucía y por remate otro de Santa Ana y un cuadrito de Santa Josefa.
En los nichos que hay en los arcos mayores, están colocados San Juan Bautista y San Francisco de Borja, de barro con diademas de plata y la calavera de San Francisco tiene corona de plata. A continuación del retablo antecedente, hay otro, en que está colocado Jesús Nazareno, con la Cruz a cuestas, y con corona de espinas de plata, su velo de Damasco morado con galón o punta de plata en todas las costuras, todo propio de la Hermandad de Jesús; a los lados las imágenes de San Blas y San Ramón, con diademas de planta; al pie una arquita que sirve de sagrario, con pases de cortinas, velas de hierro para el comulgatorio y por remate un lienzo del Misterio de la Encarnación.
En el lado contrario, un nicho que sirve de retablo y en él las imágenes de Jesús Crucificado, con corona de espinas de plata; Nuestra Señora de la Soledad, con corona de plata y la de espinas de las manos también de planta, y San Juan Evangelista, con diadema de plata; cubre este nicho un velo de Damasco morado con encaje de plata en las costuras y por coronación de todo, un cuadro grande del Descendimiento de la Cruz con marco y coronación dorados.
A continuación de este hay otro retablo dorado y el medio tiene un lienzo de Jesús de la Humildad con un velo de Damasco; a los lados, las imágenes de Nuestra Señora del Rosario chiquita y de Santa Josefa, con su corona, cetro y diadema de planta; en el medio ínfimo un nicho con Nuestra Señora del Carmen, con cetro de plata, y en lo alto, un cuadro o lienzo ovalado de la Santísima Trinidad; el retablo es de la Hermandad de Animas, y Nuestra Señora del Rosario, de su Hermandad.
Al frente de éste hay otro retablo principiado a dorar y en él está San Cayetano, de bulto, con diadema y plata y el niño. Otros dos retablos más, de San Joaquín, con diadema y la coronita de la niña de plata, y el otro de Santa Rosa, con diadema de plata, y tienen por coronación un lienzo de la Purísima Concepción, y otro de San Juan Nepomuceno.
Otro retablo pequeño al fin de la iglesia, y en él está colocado el Resucitado con potencias de plata. En la sala alta, otro retablo viejo con Nuestra Señora de la Aurora, en lienzo. Cuatro imágenes en las pilastras de los arcos mayores y son de San Miguel, San Rafael, San Antonio Abad y San Francisco de Paula, con sus diademas y la cabeza y pez de San Rafael de plata.
En el coro alto, doce cuadros grandes con los doce apóstoles y otro del Rey David, con sus marcos de talla dorados y pintados. En el arco de la capilla mayor, dos ángeles de bulto que sostienen las lámparas. Asimismo dos cuadros pequeños de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, con los marcos quebrados.
En la sacristía, un crucifijo con cama de talla dorada, dos espejos con talla dorada, un lienzo grande de la Purísima Concepción y otro de San Cayetano. En la pared de la iglesia, las cruces de la vía sacra pequeñas. Cuatro confesionarios y una cruz pequeña para un altar. Seis cornucopias grandes doradas, con cordones de seda carmesí, y dos esclavitudes del Santísimo lo mismo propias de esta Hermandad. Un crucifijo con corona de espinas de plata, en el altar de Nuestra Señora del Rosario, y otro en el púlpito. Hay otro en el arca de ánimas, con dos ánimas a los lados, propio de esta Hermandad.
Una cruz grande con remates de plata de su casa propia de la Hermandad de Jesús que está en la capilla bautismal. Cuatro campanas adornan la torre, la una grande, que sirve de reloj, otra algo menor, otra pequeña y un esquilón. Una campanilla de mano grande para cuando sale su Majestad y cuatro campanillas para los altares.
Altar mayor de nuestra iglesia parroquial, antes de su restauración a principios del siglo XXI.
Curiosidades elvirenses
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