He pasado mala noche. Me acosté cuando ya se conocían los resultados y el reparto de escaños casi definitivos. Leí algo más de una hora y me dormí. Pero oí a mi mujer llegar a la cama y le pregunté por los cambios de última hora. Y ahí me desvelé hasta las 4 de la madrugada, período que aproveché para leer y mirar las redes en el móvil. Esta mañana me he levantado inusualmente tarde y torpe, pero quiero compartir con vosotros unas reflexiones apresuradas sobre la jornada de ayer y los resultados que nos amenazan.

         1 En primer lugar, el papel de Sánchez, que casi ha mantenido el tipo pese a ser el objetivo que batir desde todos los frentes. No me parece un gran líder. El año y medio en la Moncloa tendría que haber servido para mucho más que para sacar a Franco de Cuelgamuros. Por ejemplo, para desmantelar la reforma laboral y la ley mordaza del PP. Se ve que le ha temblado el pulso y ha preferido dejar intactos ambos aspectos, pese a la trascendencia. Me pregunto quién hace hoy día política de izquierda y no sé responderme.

         2 Cómo soslayar la enorme paradoja del PP, que habiendo subido notable e inexplicablemente, pierde posibilidades al haber menguado las expectativas del tripartito. De poco le han servido los miles de euros que, según los maliciosos, ha invertido en crear perfiles falsos en las redes para intoxicar. A mí Casado me parece un niñato insolente. En las elecciones generales de abril desplegó toda su artillería borde: mintió, insultó, descalificó… en un tono de matón de patio de recreo. Y le salió el tiro por la culata. Esta vez, además de modernizar su aspecto con la barba, se ha puesto el bozal. No necesitaba hacer ningún trabajo sucio. Para eso tenía a Rivera, que se ha empleado a fondo… y ha pagado por ello.

         3 Ciudadanos se hunde. Me alegro. No se puede ser tan “bocachancla” como su líder, siempre revestido del aura de la verdad absoluta. Los españoles estamos más a favor de la conversación y el diálogo que al exabrupto y la amenaza. Se ha dedicado, junto con Casado, a implantar la idea de que la gobernabilidad pasa inexcusablemente por echar a Sánchez. Pero las urnas, tozudamente, se empeñan en demostrar lo contrario: que quien ha sacado los mejores resultados es, precisamente, ese peligro público llamado Pedro Sánchez o Presidente en funciones. Ambos líderes, si es que son líderes, mantienen una posición conjunta que las urnas desautorizan en dos ocasiones. ¿No es para que se planteen cambiar de actitud?

         4 Me avergüenza que Vox haya sacado el resultado de anoche. Y me da miedo. Puro fascismo metido en todas la instituciones. Las repulsivas declaraciones de sus líderes me hacen temer un retroceso a los años cincuenta, cuando el nacionalcatolicismo nos alejó de Europa en nombre de las esencias que esta gente quiere devolvernos en pleno s. XXI y en el contexto de la Unión Europea. No consigo comprender el fenómeno, pero ahí está, con muchos votos a cuestas, votos que hay que respetar (¡lo que hay que tragarse!). Espero que cuando se quiten la careta electoral, cuando empiecen a hacer propuestas desfasadas, cuando impugnen leyes que una sociedad moderna considera insustituibles (ahora lo pueden hacer, ya que superan los 50 diputados), cuando muestren el vacío y el espíritu de su iluminada ideología, el globo empiece a desinflarse. Pero mientras ese momento llega, siento miedo, sencillamente.

         5 Cataluña sigue con su demencia independentista. ¡Qué aburrimiento!

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         6 Teodoro García Egea, secretario de comunicación del PP, decía ayer a primera hora de la noche electoral que la gente está cansada de urnas. Y que la culpa era de Pedro Sánchez. Se necesita ser cínico. El señor (¿señor?) Egea tapa la realidad, echa fuera balones de responsabilidad, miente… con la mayor desvergüenza, sin el menor sonrojo, como si todo el electorado fuera acrítico o imbécil. Sánchez solo ha podido sobrevivir con un gobierno en minoría, sin que PP, Podemos o Ciudadanos hayan movido un músculo para hacer gobernable el país. ¿Y ahora la inestabilidad es cosa de Sánchez? ¿Por qué ha ganado en esas mismas urnas en la que el PP jamás ha creído?

        ¿De qué está hecha la verdad del PP? A mí me parece que de mentira y descaro.

        7 Consulté anoche la web del Ministerio de Interior varias vece. Los resultados no estaban disponibles. Para ver qué había pasado en municipios que me interesaban tuve que acudir a la web de El País. Muy mal, Sr. Marlaska, muy mal.

        8 Pablo Iglesias debería mirarse en el espejo de Rivera. Puede pasarle lo mismo si no asume que es ya una fuerza menor y que no debe oponerse al resultado de las urnas. Tiene que dejar atrás su mesianismo. Las urnas lo dejaron claro anoche.

         9 Más País, el nuevo partido de Errejón, ha entrado en el Congreso, aunque sin la fuerza que se presumía. Más dialogante que Iglesias, podría aportar algo de cordura a las ambiciones cesaristas de éste.

        10 Y ahora a esperar tiempos mejores.

Alberto Granados

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