22 noviembre 2024

Venimos de lejos, tenemos una larga historia feminista, un recorrido de muchos 8 de marzo tomando la calle, la plaza y la palabra con el propósito de subvertir el orden del mundo y el discurso cisheteropatriarcal, racista y neoliberal.

La Comisión 8M es el espacio de  encuentro, debate y reunión del movimiento feminista  que aglutina a diferentes colectivos y activistas feministas y que año tras año desde hace tres décadas ha preparado las movilizaciones del 8 de marzo.

Este espacio trabajó  la preparación del Paro Internacional de Mujeres del 8M de 2017. Tras una valoración positiva del mismo, la Comisión tomó la decisión en abril de 2017 de iniciar un proceso que nos llevaría a preparar una huelga feminista al año
siguiente.

Nos propusimos parar para reclamar nuestra soberanía y nuestro derecho a tener el control sobre nuestras vidas. Paramos y demostramos al conjunto de la sociedad que sin nosotras no se mueve el mundo. Y no solo eso, a través de las dos huelgas feministas logramos ser millones. Que jóvenes y mayores nos nombráramos feministas, que juntas saliéramos a las calles.

Dijimos que nadie podría mirar a otro lado frente a nuestras propuestas y nuestra centralidad en el mundo y lo conseguimos. Con la fuerza colectiva hemos ido abriendo espacios y consiguiendo algunos cambios, pero no todos ni para todas. Nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, , por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, por la expulsión de nuestras viviendas, por el racismo y la no corresponsabilidad ni de los
hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados.

Sabemos que para resistir hay que seguir avanzando y nos sabemos fuertes. Tenemos una propuesta positiva para que todas y todos, desde nuestra diversidad, tengamos una vida digna. Defendemos una forma de convivir y lo queremos hacer todas, unidas, fortaleciendo nuestras alianzas con otros movimientos sociales. Así nos enfrentamos a quienes hacen su política desde la mentira y el desprecio a las mujeres, desde el miedo, la victimización y el resentimiento. Y en el proceso de reconocer y defender nuestros derechos desarrollamos lazos de apoyo y solidaridad entre todas. Frente al “nosotros primero” planteamos “nosotras juntas”.

Formamos parte de un proceso colectivo de transformación radical de la sociedad, de la cultura, de la economía, de las relaciones. Queremos ocupar el espacio público, reapropiarnos de la decisión sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, reafirmar la fuerza política de las mujeres, bolleras y trans y preservar el planeta en el que vivimos. Y como queremos cambiarlo todo, queremos estar todas, desde la interseccionalidad, entendiendo las diferentes realidades que nos atraviesan a cada una.

Nosotras entendemos que el día 8 de marzo es importante, pero más importante es aún el proceso que llevamos a cabo cada año para alcanzar ese día, feministas de todas las realidades, de diferentes lugares, de diversos pensamientos, estamos unidas contra el
patriarcado y dispuestas a dar la batalla para construir unas vidas mejores.