«La Naturaleza en el embalse del Cubillas» por José Maria Gil Sánchez
Se puede afirmar sin lugar a dudas, que este pequeño embalse, situado a tan sólo 12 kilómetros de Granada capital, es tratado por la gente de esta ciudad y su periferia como un gran parque, donde a pasar los fines de semana a comer una tortilla de papas, a echar un rato de pesca, o cómo no, y aunque los menos, para practicar los deportes náuticos.
Y, así, la gran mayoría de las personas que habitualmente visitan este paraje, ignoran la gran riqueza ecológica que contiene, ya que junto al desinterés general por los temas medioambientales, quién se puede imaginar que a un paso de Granada se puede observar a un águila pescadora, evolucionando con su aleteo continuo sobre la superficie del agua, para tras realizar algunos lances, salir del agua con una carpa entre sus garras.
Para el iniciado en el conocimiento de la Naturaleza, este hecho le parecerá imposible, pero no, es más, no es muy raro de observar en la temporada de otoño-invierno. Tras este comienzo para introducir a los lectores en el tema, vamos a pasar a describir brevemente el entorno ecológico del Cubillas, como es más conocido sin el sustantivo de embalse.
El cinturón vegetal está constituido en la gran mayoría por un pinar de repoblación, concretamente de pino carrasco, implantado con la construcción de la presa. También se puede localizar algún bosquete de pino piñonero, aunque de extensión muy limitada. Otras formaciones vegetales dignas de mención las constituyen los bosquetes de tarajes, que cuando están inundados por el agua, aparente ser una zona pantanosa de la que te crees que va a salir un cocodrilo, pero que además de este aparente anacrónico aspecto, son de gran valor ecológico, pues constituyen refugio y zona de cría para muchas especies animales. En los barrancos tributarios y en el mismo río Cubillas, se pueden localizar interesantes restos de la vegetación original de la zona, las encinas y los quejigales, así como bosques de galería a lo largo de la orilla de los ríos, formados por olmos, chopos, álamos blancos e incluso fresnos, muy escasos estos últimos.
Entre la fauna permanente del lugar, comenzando por los mamíferos, se localiza al ubícuo y común conejo de monte, que baja a pastar a la misma orilla durante los meses de escasez de agua. Lirones, ratas de agua y comunes, zorros, tejones, ginetas, garduñas, comadrejas,
musarañas, contribuyen a incrementar la riqueza faunística de la zona, realmente óptima, a pesar del interés de los cotos establecidos en la zona, por acabar con los carnívoros, considerados «alimañas» recurriendo a la colocación de peligrosísimos venenos, incluso para la salud pública. Una lamentable muestra de ignorancia absoluta, de los que deberían estar más interesados en el equilibrio ecológico de la zona.
El mundo de las aves es más numeroso, cualitativa y cuantitativamente: ánade real, cernícalo, polla de agua, lechuza, mochuelo, autillo, chorlitejo común, rabilargo, urraca, jilguero, pinzón, piquituerto, etc., lo que nos da una ligera idea del valor de la zona. Si bien los más enumerados son interesantes, no menos dejan de serlo los visitantes temporales, lo que incrementa el valor del Cubillas. Durante la temporada invernal, se han observado en sus aguas: ánsares, pato cuchara, ánade friso, ánade silbón, ánade rabudo, porrones, somormujos, águila pescadora, una importante colonia de garzas reales, garcillas, garcetas y un importante grupo de limícolas. Realmente se puede observar cualquier ave migratoria de la Península Ibérica.
Reptiles y anfibios está peor representados, lagarto, lagartija colilarga, culebra bastarda, culebra de escalera, de agua, rana común y sapo corredor, entre otros, forman parte de la herpetofauna del Cubillas. Los animales más conocidos de todos los que habitan en el Cubillas, son los peces. El barbo, es la única especie autóctona, produciéndose en los últimos años una esquilmación en su población debido a una epidemia que padecieron. Otras especies introducidas en la zona con fines deportivos son la carpa, lucio y black-bass.
En cuanto a los problemas ecológicos del Cubillas, lo primero que destaca es la cantidad de basura arrojada por los domingueros. Es realmente un problema ético pues existiendo contenedores, hay personas que arrojan la basura fuera. Otro problema importante es la contaminación del agua. Ya el mismo río Cubillas recoge las aguas fecales de Iznalloz y Deifontes, y el río Bermejo, las de Calicasas. A esto hay que añadir las procedentes de las urbanizaciones que se levantan en los alrededores del pantano, con una depuradora deficitaria, que vierte en ocasiones el agua sin tratar. Y luego la gente se baña, en las defecaciones y excrementos de otra gente. Se puede afirmar sin lugar a dudas, que este pequeño embalse, situado a tan sólo 12 kilómetros de Granada capital, es tratado por la gente de esta ciudad y su periferia como un gran parque, donde a pasar los fines de semana a comer una tortilla de papas, a echar un rato de pesca, o cómo no, y aunque los menos, para practicar los deportes náuticos. Y, así, la gran mayoría de las personas que habitualmente visitan este paraje, ignoran la gran riqueza ecológica que contiene, ya que junto al desinterés general por los temas medioambientales, quién se puede imaginar que a un paso de Granada se puede observar a un águila pescadora, evolucionando con su aleteo continuo sobre la superficie del agua, para tras realizar algunos lances, salir del agua con una carpa entre sus garras.
Para el iniciado en el conocimiento de la Naturaleza, este hecho le parecerá imposible, pero no, es más, no es muy raro de observar en la temporada de otoño-invierno. Tras este comienzo para introducir a los lectores en el tema, vamos a pasar a describir brevemente el entorno ecológico del Cubillas, como es más conocido sin el sustantivo de embalse.
El cinturón vegetal está constituido en la gran mayoría por un pinar de repoblación, concretamente de pino carrasco, implantado con la construcción de la presa. También se puede localizar algún bosquete de pino piñonero, aunque de extensión muy limitada. Otras formaciones vegetales dignas de mención las constituyen los bosquetes de tarajes, que cuando están inundados por el agua, aparente ser una zona pantanosa de la que te crees que va a salir un cocodrilo, pero que además de este aparente anacrónico aspecto, son de gran valor ecológico, pues constituyen refugio y zona de cría para muchas especies animales. En los barrancos tributarios y en el mismo río Cubillas, se pueden localizar interesantes restos de la vegetación original de la zona, las encinas y los quejigales, así como bosques de galería a lo largo de la orilla de los ríos, formados por olmos, chopos, álamos blancos e incluso fresnos, muy escasos estos últimos.
Entre la fauna permanente del lugar, comenzando por los mamíferos, se localiza al ubícuo y común conejo de monte, que baja a pastar a la misma orilla durante los meses de escasez de agua. Lirones, ratas de agua y comunes, zorros, tejones, ginetas, garduñas, comadrejas,
musarañas, contribuyen a incrementar la riqueza faunística de la zona, realmente óptima, a pesar del interés de los cotos establecidos en la zona, por acabar con los carnívoros, considerados «alimañas» recurriendo a la colocación de peligrosísimos venenos, incluso para la salud pública. Una lamentable muestra de ignorancia absoluta, de los que deberían estar más interesados en el equilibrio ecológico de la zona.
El mundo de las aves es más numeroso, cualitativa y cuantitativamente: ánade real, cernícalo, polla de agua, lechuza, mochuelo, autillo, chorlitejo común, rabilargo, urraca, jilguero, pinzón, piquituerto, etc., lo que nos da una ligera idea del valor de la zona. Si bien los más enumerados son interesantes, no menos dejan de serlo los visitantes temporales, lo que incrementa el valor del Cubillas. Durante la temporada invernal, se han observado en sus aguas: ánsares, pato cuchara, ánade friso, ánade silbón, ánade rabudo, porrones, somormujos, águila pescadora, una importante colonia de garzas reales, garcillas, garcetas y un importante grupo de limícolas. Realmente se puede observar cualquier ave migratoria de la Península Ibérica.
Reptiles y anfibios está peor representados, lagarto, lagartija colilarga, culebra bastarda, culebra de escalera, de agua, rana común y sapo corredor, entre otros, forman parte de la herpetofauna del Cubillas. Los animales más conocidos de todos los que habitan en el Cubillas, son los peces. El barbo, es la única especie autóctona, produciéndose en los últimos años una esquilmación en su población debido a una epidemia que padecieron. Otras especies introducidas en la zona con fines deportivos son la carpa, lucio y black-bass.
En cuanto a los problemas ecológicos del Cubillas, lo primero que destaca es la cantidad de basura arrojada por los domingueros. Es realmente un problema ético pues existiendo contenedores, hay personas que arrojan la basura fuera. Otro problema importante es la contaminación del agua. Ya el mismo río Cubillas recoge las aguas fecales de Iznalloz y Deifontes, y el río Bermejo, las de Calicasas. A esto hay que añadir las procedentes de las urbanizaciones que se levantan en los alrededores del pantano, con una depuradora deficitaria, que vierte en ocasiones el agua sin tratar. Y luego la gente se baña, en las defecaciones y excrementos de otra gente.
PUBLICADO POR IDEAL EN EL LIBRO» ATARFE EN PAPEL» PAGINA 49-50