De la emergencia educativaa la emergencia social
La reapertura de los centros educativos es necesaria: sus beneficios educativos, sociales y económicos son evidentes.
Al igual que hay un ciclo virtuoso de recuperación en emergencias, existe un ciclo negativo en el que la emergencia no evoluciona, sino todo lo contrario. Cuando los distintos agentes responsables de adoptar las medidas que permiten avanzar desde la prevención hasta la recuperación no asumen sus responsabilidades, el ciclo puede frenarse e incluso invertirse.
En momentos avanzados de la respuesta, cuando la responsabilidad se empieza a compartir a distintos niveles y empieza a involucrar muy especialmente a la sociedad civil, este riesgo es muy alto.La reapertura de los centros educativos es necesaria: sus beneficios educativos, sociales y económicos son evidentes.
Una escuela abierta es un centro de educación, aprendizaje y conocimiento, es un lugar de protección de la infancia y de compensación de posibles carencias familiares y sociales, es un espacio de relación, de intercambio social, de enriquecimiento cultural y juego, es un apoyo a las familias y a la conciliación entre su vida personal y laboral, es una actividad económica en sí misma y un punto de coordinación y liderazgo de la comunidad.
La escuela es muchas cosas, más allá de las tareas, los deberes y las evaluaciones y, cuando las escuelas están cerradas todo eso puede perderse. Pero esto no puede hacer olvidar una realidad importante: las escuelas, junto con los centros de trabajo y el transporte público, pueden ser uno de los principales entornos de transmisión del COVID-19.
La reapertura de las escuelas es tan importante para superar la pandemia que la posibilidad de que volvieran a cerrar por fallos en las medidas de prevención sería un golpe durísimo en términos educativos, sociales, económicos, laborales y de protección de la infancia. Por eso es esencial que las escuelas reabran con todas las garantías, que todas las autoridades educativas colaboren para hacerlo posible y que cada comunidad educativa, cada uno de sus miembros, se haga responsable de las medidas necesarias para una vuelta a clase con todas las garantías higiénicas, de salud y segurida
DEL DOCUMENTO DE UNICEF: COVID-19: PROTEGER LA SALUD EN LAS AULAS