La mitad de los españoles cobra menos de 20.000 euros al año
La brecha de género cae hasta el 11% y la diferencia territorial muestra al País Vasco como la comunidad donde más se cobra, y Extremadura donde menos
La espinosa cuestión de los sueldos revela una radiografía de cifras medias ante las que la mayor parte de los ciudadanos no se sentirán previsiblemente identificados. Nadie cobra lo que las estadísticas muestran. Aunque en términos generales el INE calcula que, por ejemplo, los salarios subieron en 2018; que la diferencia entre hombres y mujeres volvió a reducirse; que son las regiones más ricas las que concentran las grandes nóminas; o que hay tantos españoles que cobran menos de 20.000 euros como otros tantos que perciben sueldos por encima de esa cuantía.
Así lo refleja la Encuesta de Estructura Salarial de 2018, un análisis pormenorizado de las remuneraciones que perciben los trabajadores donde indica que el sueldo medio bruto anual superó los 24.00o euros. Es decir, un 1,5% más que el año anterior. A partir de ahí, la nómina va descontando toda una serie de conceptos que detraen el importe hasta lo que recibe finalmente un ciudadano en su cuenta bancaria. Por eso, en términos netos, el salario medio mensual fue de 1.430 euros. Supone un incremento medio del 5,4% con respecto al ejercicio previo.
Esta diferencia entre la subida del salario bruto y el neto -una vez descontadas cotizaciones e impuestos- se debe precisamente a la evolución de la carga que soportan las nóminas. Porque mientras que las contribuciones a la Seguridad Social subieron un 4,6%, los impuesos aplicados al trabajo (el IRPF) bajaron un 2,3%, lo que permitió cierta ganancia de poder adquisitivo de los ciudadanos, que se vio reflejada en el importe final a percibir.
Aunque el salario medio supera por primera vez en España los 24.000 euros al año, otra estadística refleja mejor la realidad de los trabajadores: el salario más frecuente, esto es, el importe en el que más trabajadores coinciden en cobrar, y cuyo importe se sitúa en los 18.468 euros, unos 6.000 euros menos al año que la media.
Sin embargo, otro valor estadístico pone sobre la mesa la realidad salarial en España. El sueldo mediano (la cifra que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) se encuentra en los 20.078 euros. Supone una nómina máxima de 1.360 euros al mes -1.260 euros en 14 pagas-.
La distribución de las remuneraciones salariales también ha evolucionado en 2018 en la medida en la que lo venía haciendo en los ejercicios anteriores. En concreto, la distancia entre lo que cobra un hombre y una mujer -la denominada como brecha salarial de género- ha vuelto a caer hasta el 11,3%. En 2015, por ejemplo, esta diferencia se encontraba en el 15,3%.
La ganancia media de los hombres creció un 1,3%, hasta 26.738 euros al año, mientras que la de las mujeres aumentó un 2%, hasta 21.011 euros. El salario promedio anual femenino fue, por tanto, el 78,6% del masculino. En euros contantes y sonantes, la diferencia es de unos 5.700 euros. El INE aclara en su informe que esta realidad se explica por el tipo de contrato de las mujeres, la duración de su jornada, la ocupación que tienen o la antigüedad en la empresa. Factores que «inciden de forma importante en el salario».
Por tipo de jornada, el salario medio anual de los trabajadores a tiempo completo fue de 28.070 euros, un 2,6% superior al año anterior. Por su parte, el de los trabajadores a tiempo parcial aumentó, un 4,6%, hasta los 11.171 euros.
Heterogeneidad territorial
Los salarios más elevados en el año 2018 volvieron a corresponder al País Vasco (con una media de 28.470 euros anuales por trabajador), seguidos por lo de la Comunidad de Madrid (27.010,93 euros) y Navarra (26.364 euros). Estos tres territorios, junto con Cataluña, presentaron unas ganancias medias anuales superiores a la media nacional.
Por su parte, los sueldos más bajos de toda España se encuentran en Extremadura, donde cobran una media de 19.947 euros anuales. Es la única región donde la remuneración al trabajador aún no alcanza la cota psicológica de los 20.000 euros. Por su parte, en Canarias cobran 20.763, y en Murcia, 21.510 euros.