22 noviembre 2024

Margarita Salas Falgueras (Canero, Asturias, 30 de noviembre de 1938-Madrid, 7 de noviembre de 2019) fue una bioquímica española.

Licenciada en ciencias químicas, fue discípula de Severo Ochoa,​ con quien trabajó en los Estados Unidos después de hacerlo con Alberto Sols en Madrid con el también científico Eladio Viñuela, ambos se encargaron de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y de la biología molecular.

Inició el desarrollo de la biología molecular en España, y desarrolló su trabajo como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). También fue académica de la RAE desde 2003, y censora de la Junta de Gobierno desde 2008. En 2016 se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Después de su graduación en Ciencias Químicas, Margarita Salas ingresó en el laboratorio de Alberto Sols, pionero de la bioquímica en España. Bajo la dirección de Sols, realizó su tesis doctoral sobre la especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa, y una vez finalizada, marchó durante cuatro años (1963-1967) a Estados Unidos con su marido, para trabajar como investigadora en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa. Fue una de las mejores etapas de su vida desde el punto de vista científico y cultural.

ADN polimerasa del virus bacteriófago Φ29

Entre sus mayores contribuciones científicas destaca la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética, durante su etapa en el laboratorio de Severo Ochoa, y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago Φ29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas debido a su altísima capacidad de amplificación del ADN.

Fue profesora ad honorem en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, donde siguió trabajando con el fago (virus bacteriófago) Φ29, de gran utilidad en la investigación en biotecnología y el cual infecta una bacteria no patógena, Bacillus subtilis. Durante la pandemia de 2020 se puso en marcha en España un proyecto de investigación para aplicar la ADN polimerasa del fago Φ29 para lograr un método de detección de la COVID-19.