El espíritu capitalista de «Salvar la Navidad» puede condenarnos a una gran ola en enero
Si Europa levantase las medidas el 7 de diciembre para adaptarse al espíritu capitalista de estas fiestas y «salvar la Navidad», sus resultados serán evidentes en forma de muertes y contagios el 24 de diciembre.
Los expertos y epidemiólogos llevan meses alertando del peligro de dictar normas de cara a un periodo concreto, ya sea un puente o para «salvar la Navidad». Un informe dado a conocer ayer por el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) no es optimista con respecto a la campaña de Navidad si los países anteponen la celebración de las fiestas al control de la pandemia. Ante la discusión en muchos países sobre reducir las restricciones adoptadas de cara a las fiestas navideñas, el ECDC ha estimado qué efecto tendría en un eventual aumento de contagios, hospitalizaciones y mortalidad.
Haciéndose eco de ello, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha advertido que «relajarse demasiado rápido y en exceso es un riesgo para que ocurra una tercera ola después de Navidad».
Metodología
La metodología usada por el ECDC adapta el comportamiento de la curva en 30 países distintos referenciando el día que entraron en vigor las restricciones más duras, las medidas aprobadas por cada país desde entonces y el aumento generalizado de los contagios que se produjo a finales de octubre.
Han intentado encontrar una definición estandarizada para todos los países de la UE y el Reino Unido. En referencia al cierre de cualquier lugar público, hay una amplia gama de impacto asociado a esta definición, ya sea que sólo se cierren establecimientos muy específicos o que se afecte gran parte de la vida cotidiana, ambas situaciones estarían incluidas.
Aumento de muertes
Si Europa levanta las restricciones el 21 de diciembre, la primera semana de enero empezará a notarse los casos y las muertes por COVID-19. Si se hace el 7 de diciembre para adaptarse al espíritu capitalista de estas fiestas, sus resultados serán evidentes el 24 de diciembre.
La relación de los contactos por persona respecto a antes de la epidemia y las normas vigentes en cada momento, con encierros obligatorios, cuarentenas recomendadas, toques de queda, cierre de comercios, uso obligatorio de la mascarilla o vacaciones escolares, es útil para proyectar cómo se comportará la curva si mantenemos las precauciones o, por el contrario, las ignoramos por la tentación de reunirnos con más gente en Navidad.
«Salvar la navidad» por países
España negociará con las comunidades autónomas la próxima semana las medidas para salvar la Navidad, por lo que nos enfrentaremos a 17 maneras distintas de afrontar la situación.
Las recomendaciones básicas consisten en hacer reuniones de máximo seis personas, crear «grupos burbuja» para Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, prescindir del picoteo y retrasar el toque de queda máximo hasta la una.
Alemania mantendrá las restricciones para relajarlas entre el 23 de diciembre y el 1 de enero, durante Navidad y Año Nuevo. El país ha recomendado a los alemanes que guarden una cuarentena voluntaria de varios días antes de reunirse con sus familias.
Portugal se encuentra peor momento de la pandemia y no ha querido dar falsas esperanzas al respecto.
Francia empezará este sábado un plan de desescalada que pretende culminar el 15 de diciembre con el periodo navideño en la cabeza.
Reino Unido endurecerá las medidas el 2 de diciembre y ha anunciado que se relajarán las restricciones entre el 23 y el 27 de diciembre para levantar los vetos a la movilidad y permitir los encuentros de personas de hasta tres domicilios distintos.
Italia solo permitirá la movilidad en «zonas amarillas», es decir, con una incidencia baja, pero estudiará más concesiones de cara al periodo festivo.
El espíritu capitalista de “Salvar la Navidad” puede condenarnos a una gran ola en enero