…Y NO ESTAR LOCOS  Por Juan Alfredo Bellón  Para Mirador de Atarfe del domingo 15-XI-2015

Corren tiempos turbulentos, duros, revueltos, agitados; no salimos de Herodes y antes de darnos cuenta ya estamos entrando en Franco; no conseguimos, tras un susto, apaciguar el ritmo acelerado de nuestro corazón, cuando de nuevo se encrespa (tictactoc) y lo vemos todo oscuro y nos sentimos incapaces de salir de la impotencia y de sabernos dueños de nosotros mismos.

Un poner, los medios de comunicación hablados y escritos se empeñan en contarnos la película de nuestra historia contemporánea haciéndonosla aparecer como un destino impotente ante cuya inexorabilidad nefasta nada podremos hacer si no nos entregamos con armas y bagajes, atados y sumisos al caudillaje de líderes y lideresas de turno, de esos que nos piden el voto en blanco y luego, si te vi no me acuerdo, Santa Rita, lo que se da no se quita y tú me diste el voto, que es mío para siempre y, a nosotros, hagamos lo que hagamos, siempre nos coge el toro.

Otro poner, cuando sube el petróleo, malo, porque sube el precio de los carburantes y del resto de los productos energéticos y provoca la subida en cascada de la cesta de la compra y del coste de la vida que, sin embargo, no debe repercutir en las correspondientes subidas salariales porque se dispararía la inflacción y provocaría un círculo vicioso letal para la salud de la sociedad. Pero si el petróleo baja, como es ahora nuestro caso, todavía peor, porque nunca se sabe por qué no bajan los precios de sus productos derivados y con ello la inflación que permitiría revalorizar nuestros salarios e invertir el crecimiento negativo de la economía. No señor, hoy ha habido una seria conmoción en nuestra Bolsa de Valores porque ha temblado el IBEX, debido a que Repsol ha disminuido cerca de un 50% sus beneficios trimestrales por la caída de los precios del crudo que, por cierto, no ha repercutido significativamente en la bajada del coste de nuestra vida.

Habráse visto mayor desfachatez que la de economistas y banqueros cuando salen ante los medios a explicar y justificar la lógica de algo tan normal como inevitable: nos matan si no trabajamos y, si lo hacemos, también nos matan; siempre nos matan, en virtud de esa lógica perversa suya que esgrimen con tanta impudicia como descaro mientras mueven la cabeza de arriba hacía abajo y ponen los ojos en blanco, a lo Santa Teresa de Bernini, como diciendo al personal mientras buscan su asentimiento cómplice: -No saben ni papa de economía; ustedes están lelos.

Y claro que lo estamos, pero es por no saltarles a la yugular y poner cara de tontos en vez de pedirles cuentas por su latrocinio alevoso. Ya lo cantó Machín en un bolero mítico que, para no variar, hablaba de amores, diciendo que no se pueden querer / dos mujeres a la vez / y no estar loco. En qué quedamos pues, en que, si suben los precios del crudo, subirán en la misma proporción los de sus derivados y si bajan, bajarán, para lo bueno y para lo malo y no se puede justificar lo uno y su contrario… sin estar locos…y ser culpables de apropiación indebida prestigitadora de esa que practican los directivos trileros de las grandes multinacionales o los gobernantes sin escrúpulos que persiguen el lucro ilegal a cualquier precio. Y así vamos saliendo de Herodes y entrando en Franco con todo lo que nos acontece en el escenario de los medios, donde se nos hace luz de gas y ahora se nos rompe la unidad de la patria, luego se nos valora mucho en el extranjero; después, menos; ahora estamos preocupados por los muchos forasreros que se nos cuelan subrepticiamente por las fronteras, sin ser todos trigo limpio, ahora que tantos tapujos se están destapando, nos estamos quedando móviles al enterarnos de que ni Santa Cruz es santa cruz, ni Santo Domingo es santo, ni Puerto Rico es tan rico paque lo veneren tanto.

Y cuando se escriba la crónica de este primer comienzo de la Segunda Transición, habrá que leerla de rodillas, como ahora casi se hace con la primera…quiero decir con la primera parte contratante de la primera y de la segunda parte y no se pueden creer dos versiones de la Historia a la vez y no estar locos creyendo que papá Pujol y sus Pujolitos en cola y Artur Mas son una reata de muñecos diabólicos.

Por eso, cuando se escriba la crónica del Ayuntamiento de Granada post pactum con Ciudadanos, se hará saber al vecindario que doña Isabel Nieto no fue la Dama de Hierro de esta sufrida municipalidad sino una teniente de alcalde corrupta que benefició contra la ley a un particular estirando más que el chicle la superficie construible del centro comercial El Serrallo, por lo que fue obligada a dimitir, o eso creemos al menos desde este Ministerio del Tiempo haber sido cierto. ¿O no? como diria Rajoy, porque son inexcrutables los caminos del Señor cuando se regresa al futuro. Y mañana será otro día y verá el tuerto los espárragos y nosotros, tuertos o bizcos, pero con defecto, sin saber por qué a Paco Cuenca le salen chirivitas de los sus ojos de aspirante al sillon del arcarde Torres, que más altas han caído y caerán. Y nunca mejor dicho, amén.

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