Seis preguntas con respuesta para entender la crisis sin precedentes causada por Marruecos

El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental por parte de Donald Trump y la acogida en España del líder del Frente Polisario para recibir tratamiento médico han lanzado a Marruecos a provocar de forma premeditada una llegada masiva de migrantes que ha creado una crisis política y diplomática sin precedentes

 

El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental por parte de Donald Trump, cuando ya había perdido las elecciones de Estados Unidos, y la acogida en España del líder del Frente Polisario para recibir tratamiento médico han lanzado a Marruecos a provocar de forma premeditada una llegada masiva de migrantes que ha creado una crisis política y diplomática sin precedentes. Su ministro de Derechos Humanos ha publicado un mensaje en el que se pregunta «¿Qué esperaba España de Marruecos al acoger al líder de una banda?» y añade que el precio de subestimar a Marruecos es muy alto.

¿Por qué ha ocurrido esto ahora?

El 10 de diciembre, cuando ya sabe que no seguirá siendo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump anuncia por sorpresa el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. La decisión no tiene repercusiones desde el punto de vista del derecho internacional, pero Rabat ve una oportunidad de generar cambios favorables a sus tesis sobre la antigua provincia española, principalmente en la Unión Europea.

Ese mismo día se anuncia la cancelación de la Reunión de Alto Nivel entre Madrid y Rabat prevista para la semana siguiente. La excusa formal es la situación sanitaria, pero la realidad es que algo empieza a cambiar en la relación bilateral. Pocos días después, el primer ministro marroquí reivindica en una entrevista televisiva la marroquinidad de Ceuta y Melilla, y compara las dos ciudades españolas con el Sáhara. El Ministerio de Asuntos Exteriores de España convoca a la embajadora marroquí y pide «respeto a la soberanía e integridad territorial de España».

¿Hay otros países enfrentados con Marruecos?

El objetivo principal de Rabat se centra en España y en Alemania, los dos países de más peso en la Unión, a excepción de Francia, cuyo apoyo Marruecos da por descontado. Sin embargo, los cambios esperados no llegan, y tanto Madrid como Berlín mantienen su apoyo a una solución bilateral para el Sáhara Occidental en el marco de la ONU. Marruecos decide subir la presión.

En Alemania, el detonante fueron asuntos que pueden parecer menores, como la colocación de una bandera saharaui en una asamblea local de Bremen, o que Marruecos no fuera invitado a una reunión internacional sobre Libia organizada por Berlín.

En España, lo ha sido algo que Marruecos considera mucho más serio: la asistencia sanitaria a Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario. Rabat ha visto la ocasión para tensar la cuerda y provocar, de forma premeditada y con total descaro, una llegada masiva de migrantes que puede crear una crisis humanitaria y política de consecuencias impredecibles.

En ambos casos la situación ha evolucionado hasta provocar la llamada a consultas de Rabat a sus embajadores en España y Alemania, lo que en lenguaje diplomático es la manera de mostrar el malestar con el país anfitrión.

¿Quién es Brahim Ghali?

Tras la muerte en 2016 de Mohammed Abdelaziz, histórico líder del Frente Polisario, Brahim Ghali fue elegido Secretario General. Antes había sido Representante en España, embajador en Argelia o Ministro de Defensa, puestos de mucha relevancia y fuerte carga política.

¿Por qué llega a España?

Afectado por el coronavirus, su estado de salud se deteriora de forma alarmante y el pasado mes de abril, desde el gobierno de Argelia, país en el que estaba ingresado, piden la colaboración a cuatro países europeos para que acepten el traslado y pueda seguir el tratamiento médico en mejores condiciones. Entre esos países están Italia o Alemania, pero el primero en aceptar es España, que tiene además fuertes vínculos comerciales e intereses económicos con Argelia. La decisión se toma con el visto bueno de Moncloa y por motivos humanitarios, según se explica desde el Ministerio de Exteriores.

Un avión medicalizado le traslada hasta Zaragoza el 18 de abril. Ghali entra con su documentación en regla, un pasaporte diplomático expedido por Argelia, país que facilita documentos de viaje a los saharauis. Desde allí es llevado al Hospital de San Pedro de Logroño donde ingresa con nombre falso por cuestiones de seguridad y de privacidad.

¿Cuál es su situación médica actual?

Ghali ha permanecido intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos hasta el pasado fin de semana, cuando fue trasladado a planta y se encuentra «en proceso de recuperación», según fuentes del Polisario.

¿Y su situación judicial?

Se da la circunstancia de que en la Audiencia Nacional hay una causa abierta en 2020 contra Ghali por delitos supuestamente cometidos contra disidentes saharauis en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia). Tiene una citación para declarar el próximo 1 de junio, pero formalmente no ha sido recibida porque el interesado no la ha firmado.

La Fiscalía no aprecia «indicios claros de participación» del líder del Polisario «en las conductas recogidas en la querella» y ha rechazado imponer medidas cautelares, por lo que en principio no tendría que permanecer en nuestro país una vez que reciba el alta médica.

 
https://cadenaser.com/ser/2021/05/19/internacional/1621421814_305082.html
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