Los badenes provocan averías por importe superior a los 1.000 euros
Según la ley, si no cumplen la normativa de Fomento se considerarán obstáculos en la calzada y podrán ser denunciados
Los badenes se han llegado a hacer muy populares tanto en zonas urbanas como en travesías, ya que su instalación contribuye a lograr una reducción efectiva de la velocidad. pero estos elementos resultan muy polémicos, porque por un lado tienen que cumplir una normativa muy estricta que no siempre se respeta por parte de los ayuntamientos responsables de su instalación, y además porque pueden provocar importantes daños en los vehículos.
Según el RACE, el Ministerio de Fomento contempla dos tipos de badenes reductores de velocidad:
El paso peatonal sobreelevado, también denominado de sección transversal trapezoidal. Deben tener una zona sobreelevada central de 10 centímetros de altura y cuatro metros de longitud con dos rampas, que a su vez no podrán superar el metro de longitud si el badén está situado en una zona limitada a 30 km/h, 1,5 metros para una limitación de 40 km/h y 2,5 metros para las zonas de 50 km/h. Otro requisito es que el borde la rampa, es decir la distancia entre el asfalto y el principio de la rampa, no supere los 5 milímetros, importante para evitar daños materiales en los vehículos.
El segundo tipo de badenes es el ‘lomo de asno’ o el badén de sección transversal circular. Según la normativa del Ministerio de Fomento están realizados con material plástico resistente y no se utilizan nunca como paso de peatones. La zona sobreelevada es de 6 centímetros con respecto al asfalto y 4 metros de largo. Al igual que ocurre en el paso peatonal sobreelevado, el borde de entrada debe ser inferior a 5 milímetros.
Según la ley, si los badenes no se ajustan a esta normativa de Fomento se considerarán obstáculos en la calzada y podrán ser denunciados.
Ocasionan desgastes prematuros en el coche
Los badenes son un elemento que genera un desgaste prematuro, que en caso de tener que ser sustituido puede requerir un desembolso de hasta 1.000 euros, según los especialistas de Euromaster.
Los badenes provocan un mayor estrés de las piezas del sistema de suspensión, desde los amortiguadores, pasando por muelles, brazos de suspensión, cojinetes, etc…. No obstante, el primero en soportar el impacto con el badén es el neumático, lo que puede llegar a provocar deformaciones si se circula a una velocidad inadecuada o por la acumulación de impactos.
A partir de ese momento, se produce un efecto dominó en la mecánica del vehículo, desde el origen que es el neumático, pasando por el sistema de suspensión y llegando a un tercer e importante punto, los llamados tacos motor, que son de goma y representan la unión entre el chasis y el motor, que se ven sometidos a fuertes vibraciones cuando pasamos por encima de un badén.
Sin embargo, la amenaza no es solo económica, pues en caso de circular con la amortiguación dañada existe un riesgo para la seguridad vial, ya que afecta a la estabilidad del vehículo, así como a la capacidad y distancia de frenado.
Precisamente, Euromaster recuerda el particular riesgo que los badenes entrañan para las dos ruedas, especialmente en determinadas condiciones -lluvia-, o ubicaciones, -justo a la salida de una curva-, de tal modo que la moto no solo sufre el mismo estrés mecánico que el coche, sino que además se puede convertir en un elemento de riesgo para el propio conductor.
Desde el pasado 11 de mayo, los conductores solo pueden ir a 20 kilómetros por hora en vías que tengan única calzada, a 30 en las de un solo carril por sentido de circulación, dejando el límite hasta ahora habitual de 50 a aquellas con dos o más carriles.
https://www.ideal.es/motor/reportajes/badenes-provocan-averias-coche-importe-superior-1000-euros-20210519004600-ntrc.html