21 noviembre 2024

Detectados los primeros casos de ictus isquémicos provocados por AstraZeneca

Especialistas del Reino Unido han notificado tres trombos en arterias, no en venas como hasta ahora, en adultos jóvenes que acaban de ser inoculados

La vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus no solo provoca trombos en las venas (los conductos que llevan la sangre hacia el corazón), tal y como se había documentado hasta ahora en tres centenares de casos de pacientes de mediana edad en Europa, que habían recibido la profilaxis y que habían sufrido sobre todo trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC). También hay evidencias ya de que la fórmula del laboratorio sueco-británico causa tapones en las arterias que suministran la sangre al cerebro directamente desde el corazón.

Un equipo de una decena de investigadores y médicos del Reino Unido –donde la vacuna de AstraZeneca ha sido profusamente utilizada sin límite de edad ninguno- ha publicado en las últimas horas un estudio en la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry en el que notifican los tres primeros casos entre vacunados de ictus isquémicos, obstrucciones parciales o total de una o varias de las arterias que llevan la sangre desde el corazón hasta el cerebro, provocando un riego insuficiente en los centros neuronales que dirigen todas las funciones del organismo.

Aunque estos ictus isquémicos son comunes (el 85% de estos accidentes cerebrovasculares ocurren por el taponamiento de arterias y no por la rotura) hasta ahora no se habían documentado relacionados con la controvertida vacuna, ya que todos se habían dado en los senos venosos, al tiempo que se producían severos capítulos de trombocitopenia, una severa bajada de plaquetas.

Estos tres primeros casos se han detectados en adultos jóvenes (dos mujeres y un hombre), como en el caso de los trombos venosos. También como en los anteriores episodios, los tres pacientes sufrieron niveles de plaquetas extremadamente bajos y altos niveles de anticuerpos contra el factor plaquetario 4 (PF4), una proteína que favorece la formación de coágulos. Sin embargo, sufrieron el taponamiento de grandes arterias (carótida y cerebral media), al margen de que dos de ellos sufrieron además trombos venosos hepáticos y cerebrales.

El primero de los casos recogidos en el estudio es el de una mujer asiática de 35 años que acabó falleciendo. Los síntomas –relata el artículo científico- comenzaron a los seis días de la inoculación, al sentir un dolor intermitente en lado derecho de la cabeza y en los ojos. Tras varios días de debilidad en la cara, brazo y izquierdo finalmente se le diagnosticó un infarto cerebral. Murió tras ser sometida a una cirugía cerebral.

El segundo paciente, una mujer caucásica de 37 años, comenzó con los problemas doce días después de la vacuna. Fueron dolores de cabeza, confusión, debilidad en las extremidades y pérdidas de visión. Los exámenes confirmaron tapones en varios vasos y ambas carótidas (las arterias que suministran sangre a los hemisferios del cerebro), las que irrigan el corazón y los pulmones (embolia pulmonar) y el seno transverso izquierdo (uno de los senos venosos cerebrales).

El último de los casos es el de un hombre asiático de 43 años, quien tres semanas después de la vacuna comenzó a tener problemas para hablar y comprender (disfasia). Había sufrido un coágulo en la arteria cerebral media izquierda.

«Aunque la trombosis venosa cerebral, un tipo de accidente cerebrovascular poco común en la práctica clínica, ahora se reconoce como la presentación más frecuente (tras la vacunación con AstraZeneca), nuestro estudio muestra que el accidente cerebrovascular isquémico más común, debido a la trombosis arterial que bloquea el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, también puede ser una característica de presentación de la trombosis inducida por la vacuna», explicó el autor principal del informe, David Werring, profesor de neurología clínica en la University College of London

«Por supuesto, ambos tipos de trombosis siguen siendo extremadamente raros, pero los médicos deben estar atentos si los pacientes (tras ser vacunados con AstraZeneca) presentan síntomas típicos de un accidente cerebrovascular (tales como debilidad en la cara, brazos o piernas, o alteración del habla) debido a una arteria bloqueada en cualquier momento entre los días cuatro y 28 posvacunación», explicó Werring

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