Una tercera parte de todos los alimentos producidos a nivel mundial se desperdicia  

El desperdicio de alimentos ocurre cuando alimentos inocuos y saludables para los humanos se echan a perder o se desechan

Cómo podemos garantizar suficientes alimentos seguros para alimentar a una población creciente

Cuando se pierden o se desechan alimentos seguros y saludables para los seres humanos, hablamos de desperdicio de alimentos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), un tercio de todos los alimentos se pierde o se desperdicia en algún punto de la cadena de suministro de alimentos[1]. 

Al mismo tiempo, se prevé que la población mundial alcance los 9100 millones para 2050 y esto requerirá un aumento del 70 % en alimentos[2]. Sin embargo, se estima que el 8,9 % de la población mundial ya padece hambre[3]. Necesitamos abordar urgentemente el desperdicio de alimentos si queremos cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de acabar con el hambre para 2030 y garantizar que todos tengan acceso a suficientes alimentos sanos y nutritivos durante todo el año.

¿Dónde se produce la pérdida y el desperdicio de alimentos?

Aunque a menudo se los ve como un solo problema, la pérdida y el desperdicio de alimentos constituyen dos asuntos independientes. La pérdida de alimentos suele ser consecuencia de algo que va mal en los sistemas de producción o suministro de alimentos, como limitaciones técnicas, instalaciones de almacenamiento inadecuadas o problemas de la cadena de frío. El desperdicio de alimentos se produce cuando alimentos que aún son aptos para el consumo se desechan, ya sea por elección propia o porque se echan a perder. El desperdicio de alimentos suele producirse a nivel minorista o de consumo.

La pérdida y el desperdicio de alimentos suelen estar causados por un incorrecto envasado y almacenamiento de productos. Un envasado inadecuado permite la entrada de humedad, luz o microorganismos, que provoca descomposición en los alimentos. Los artículos que deben mantenerse por encima o por debajo de una determinada temperatura en todas las fases del ciclo de vida del producto tienen un mayor riesgo de deterioro, ya que estos requisitos pueden ser difíciles de cumplir, especialmente en cadenas de suministro más largas. 

¿Cómo afecta el desperdicio de alimentos al hambre y al medio ambiente?

La pérdida y el desperdicio de alimentos representan el desperdicio de agua, suelo, energía y otros recursos naturales utilizados para producirlos. Estos recursos representan aproximadamente 4,4 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero anualmente[4]. Eso significa que, si la pérdida y el desperdicio de alimentos fueran un país, sería el tercer mayor emisor del mundo después de China y EE. UU. 

El desperdicio de recursos también afecta al hambre, la pobreza, la nutrición y el crecimiento económico, especialmente en los países de bajos ingresos. Un mayor desperdicio de alimentos lleva a una menor disponibilidad de estos, lo que puede aumentar la brecha de desigualdad social. También puede provocar un aumento en la producción de alimentos y, con ello, un aumento del impacto ambiental de los alimentos.

¿Podemos colaborar más estrechamente en toda la cadena de suministro?

Existen varias soluciones para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos. Requieren una innovación continua en envases seguros y un enfoque integrado de la cadena de suministro, porque lo que suceda al inicio podría determinar la calidad del producto a medida que avance en la cadena. 

El uso de tecnologías avanzadas de proceso de alimentos y soluciones de envasado protectoras del tamaño adecuado puede ayudar a reducir el desperdicio y mejorar la disponibilidad de alimentos para las personas en todas partes.

 

https://www.tetrapak.com/es-es/campaigns/go-nature-go-carton/challenges/product

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