La tolerancia con la violencia contra las mujeres persiste en Europa
Las actitudes de aceptación y tolerancia frente a de la violencia contra las mujeres persisten en Europa, según constata un informe encargado por la Comisión Europea a dos investigadores españoles, Marisol Lila y Enrique Gracia, que han recopilado datos de todas las encuestas disponibles en 19 países para analizar el clima social en el que se produce la violencia de género y que este miércoles se presenta en Bruselas.
“Hay estereotipos y actitudes sexistas que todavía son muy prevalentes en algunos sectores de la sociedad”, señala uno de sus autores, Enrique Gracia, catedrático de Psicología social en la Universidad de Valencia. El informe constata asimismo que las actitudes de culpabilización de la víctima están muy extendidas, algo que considera “preocupante” y que recomienda sea investigado en la Unión Europea.
“El informe es una foto incompleta porque apenas hay datos comparables. No se hacen las mismas preguntas en todos los países ni todos cuentan con encuestas sobre este tema”, explica Gracia. “Pero este trabajo es una herramienta más en el conocimiento sobre las actitudes frente a la violencia machista y permitirá ver cuáles son las lagunas y tratar de superarlas”, añade. Una de las principales recomendaciones del trabajo es precisamente la de realizar encuestas a nivel europeo para obtener datos comparables.
Los estudios analizados muestran, por ejemplo, cómo la aceptación de los más jóvenes de las actitudes machistas, como el control, sigue estando muy presente en las relaciones de pareja. Para ello se han basado, entre otros, en un estudio español, del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que por encargo del Ministerio de Sanidad estudió cómo perciben la violencia de género los adolescentes y jóvenes, continuación de otro similar realizado en 2014 con personas de todas las edades. El 33% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años, es decir, uno de cada tres, considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o amistades, no permitirles que trabajen o estudien o decirles lo que pueden o no pueden hacer.
El informe alude también a otro de los trabajos que permiten comparar por países, un Eurobarómetro especial sobre violencia de género publicado en 2010, en el que el 52% de los encuestados en toda Europa señalaron que el “comportamiento provocativo” de las mujeres era una de las causas de la violencia.
Otra encuesta sueca, también citada en el informe, mostró que el 30% de los chicos estaba de acuerdo con la frase: “Normalmente son solo las mujeres que visten de forma provocativa las que son violadas”. El trabajo también preguntaba a los encuestados si estar bajo la influencia de alcohol y drogas era una circunstancia atenuante en caso de violación. El 11% de los hombres contestaron que sí. El 8% de las mujeres, también.
“Hay muchos factores que pueden explicar la violencia de género. A veces hay más diferencias entre factores sociodemográficos en un mismo país que entre países”, coinciden Lila y Gracia, que cree que todos ellos deberían estudiarse para entender mejor lo que está sucediendo. En las conclusiones de su informe, por ejemplo, aseguran que, en el caso de las actitudes de culpabilización de las víctimas de violencia, estos casos se dan más frecuentemente entre hombres, mayores y con menor educación, además de en grupos minoritarios. Algunos resultados mostraron «porcentajes alarmantes», señalan los autores. El número de muertes entre inmigrantes también es reseñable, señala Lila. En España se han hecho campañas para atajar la violencia entre esta población.
El único estudio que hasta la fecha permite comparar datos sobre prevalencia de la violencia contra la mujer en todos los países de la UE se presentó el año pasado en Bruselas. Los resultados de una macroencuesta con 42.000 mujeres (1.500 por cada país de la UE) mostraron que una de cada tres mujeres europeas ha experimentado violencia física y/o sexual, según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (FRA, en sus siglas en inglés).
Se trata, si se extrapolan los datos, de 62 millones de mujeres. Y algo más de una de cada cinco (22%) respondió a los entrevistadores que había sufrido esa violencia física y/o sexual por parte de una pareja o expareja.
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