Cuando se le detecta cáncer de mama a una persona, es muy importante no someterla a ningún tipo de presión ni obligarla a adoptar una actitud que no representa el estado emocional real que siente en ese momento. Esta situación suele despertar un amasijo de sentimientos difícil de digerir y pocas veces somos conscientes de que “imponer” nuestra actitud positiva no siempre sirve de ayuda.

El 19 de octubre fue el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que afecta cada año a alrededor de 26.000 nuevas personas. Si bien es cierto que la mayoría de los afectados son mujeres, también hay hombres que pasan por este mismo proceso.

Habitualmente, el cáncer se ha entendido como sinónimo de muerte. Sin embargo, los datos de los últimos años son bastante esperanzadores, ya que los índices de mortalidad han disminuido a pesar de seguir teniendo una incidencia elevada. En cualquier caso, es posible afirmar que el cáncer de mama se puede curar o cronificar.

El optimismo no lo es todo

El diagnóstico del cáncer de mama suele ser un momento complicado, puesto que supone tomar muchas decisiones complejas y enfrentarse a nuevos retos. Si eso no fuera suficiente, la sociedad utiliza metáforas como “lucha” o “batalla” para referirse al proceso oncológico o de su aceptación (en lugar de la adaptación), así como “bicho” para hablar de la enfermedad. El uso de estas imágenes puede poner entre la espada y la pared a las personas con cáncer, obligándoles a adoptar siempre una actitud positiva cuando no se sientan así, minimizando con ello la experiencia por la que están pasando.

A menudo, los allegados atribuyen, sin ninguna mala intención, roles de heroínas, guerreras, luchadoras o valientes a las personas que padecen cáncer. Sin embargo, y sin darnos cuenta, se trata de un rol impuesto en el que parece que no hay cabida para el sufrimiento, el miedo, el descontrol, el enfado o cualquier otro aspecto que suele caracterizar un proceso oncológico.    

No debemos olvidar que hay tantas maneras de vivir un proceso oncológico como número de personas que lo sufren. No es incompatible sentir miedo o tener dudas sobre los resultados del tratamiento con la esperanza depositada en ellos o la fuerza que se tiene cada día para afrontar la enfermedad. En definitiva, es ahí donde realmente radica el quid de la cuestión para las personas que padecen cáncer de mama: aprender a manejarse en ese (des)equilibrio emocional. Es importante que cada una y cada uno pueda enfrentarse a la enfermedad como quiera, pueda o sepa, y recurrir a las imágenes y metáforas que le ayuden a la hora de afrontarla.

Combate la enfermedad con información

En cualquier caso, la detección precoz es fundamental para combatir la enfermedad

https://www.ocu.org/salud/enfermedades/consejos/afrontar-cancer-mama

 

A %d blogueros les gusta esto: