ATARFE: ‘La consejera de Fomento ha confirmado que el Metro llegará a Atarfe en la próxima ampliación’
Pedro Martínez Parra es alcalde de Atarfe desde junio de 2019, tras la victoria del PSOE en las elecciones municipales. Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada, ha desarrollado su carrera profesional en mutuas de la Seguridad Social. Militante del PSOE desde 1997, representante sindical en la UGT, es un firme convencido del diálogo como la mejor herramienta política, y es lo que trata de aplicar en la Alcaldía de Atarfe.
Han pasado los dos primeros años de la legislatura, ¿qué balance hace de estos meses?
Ha sido un tiempo de dificultades, pero con ilusión y trabajo para superarlas. Hemos tenido dos hitos fundamentales: la pandemia, que nos hizo cambiar todo lo que teníamos previsto, y los terremotos. Con trabajo hemos salido bien parados de esta situación.
En el plano económico, ¿cómo encuentran el Ayuntamiento y cómo lo llevan?
El Ayuntamiento arrastra una deuda, y lo que hemos hecho es soportarla pero mejorar la gestión: hemos conseguido, a través del ICO, alargar el periodo de liquidación, lo que nos permite descargar la presión. El Ayuntamiento está en una situación sostenible. Podemos llevar el día a día bien. El periodo medio de pago a proveedores está entre 14 y 26 días.
En marzo de 2020 irrumpe la pandemia y trastoca todos los planes, ¿cómo lo afrontan?
Hubo que actuar muy rápido y sin guion. Hemos ido haciendo un cuaderno de bitácora porque no habíamos vivido nunca esta situación. Fue de la noche a la mañana: gestionar el confinamiento en casa, la gente deja de trabajar… Tuvimos que articular una línea de ayuda de alimentos básicos, con la ayuda del personal del Ayuntamiento de Obras y Servicios, Protección Civil, Policía Local… con la inestimable colaboración de las trabajadoras de ayuda a domicilio, cuya labor fue fundamental. Este ya de por sí es un trabajo complicado, máxime en la pandemia, con personas mayores, con el miedo a los contagios. Se hizo una cadena de voluntariado que se puso a fabricar mascarillas, desde el Ayuntamiento las concejalías se volcaron en adquirir material para mantener esa cadena de producción, y nos fue tan bien que terminamos llevando mascarillas a los hospitales, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.
Establecimos un servicio de ayuda a domicilio que tuviera en cuenta los tiempos de la covid: se hicieron turnos, con una semana de trabajo y dos de descanso, por si había algún contagio que aflorase en ese periodo antes de ir a un nuevo turno.
En cuanto al programa de gobierno…
Nada más llegar hicimos los presupuestos participativos para el ejercicio 2020. Salieron cuestiones fundamentales que los ciudadanos demandaron: las cámaras de seguridad y la reapertura del Coliseo. Las dos las hemos llevado a cabo.
¿Cómo vivieron el enjambre sísmico?
El día del primer terremoto fuerte, el 23 de enero, inmediatamente, como había muchas casas damnificadas (afortunadamente ninguna en estructura), nos volcamos con los vecinos desde el primer momento. Con bomberos, Protección Civil y personal técnico del Ayuntamiento. Los seguros no cubrían daños, y en unos días teníamos creada una oficina de atención a damnificados, que montamos en el Centro Cultural con cuatro puestos, y que recogió todas las propuestas para canalizarlas al consorcio de compensación de seguros con el que entramos en contacto. Ha funcionado perfectamente, porque se agilizó, y las ayudas se han ido dando todas. La mayor parte de las casas ya se han rehabilitado.
También montamos un servicio de atención psicológica, por procedimiento de urgencia. Fue tan buena la respuesta, que hubo que contratar una segunda psicóloga porque en seguida se colapsó.
Fueron dos acciones fundamentales: atención a los daños de las casas, y atención psicológica porque la gente tenía mucho miedo. También se hicieron sesiones en los colegios.
De otras administraciones hemos recibido poca ayuda. La Junta de Andalucía cuantificó una ayuda de 120.000 euros, de ahí hay que detraer lo que ha dado el consorcio de compensación de seguros, y la Junta todavía no ha dado nada.
Háblenos de la gestión de las aguas en el municipio.
Cuando llegamos al gobierno, la Universidad de Granada estaba terminando un estudio de inundabilidad del pueblo (tenemos bastantes zonas inundables por la orografía), y establece medidas a llevar a cabo para evitar inundaciones. Lo tenemos en la mesa, es un proyecto muy amplio, y vamos a ir por partes, actuando primero en las partes más complicadas. Una primera actuación entre el final de la Avenida de Andalucía y la calle del cine, para repartir las aguas, que no colapsen la red de evacuación. Poco a poco iremos ejecutando esas obras.
También hemos activado la apertura de compuertas de evacuación antiguas, la limpieza de imbornales por parte de los trabajadores del Ayuntamiento y de Aguasvira… Hemos hecho una limpieza en profundidad de las acequias como la Acequia Gorda, que se aprovecharon como vías de evacuación de aguas. Todo, en previsión de que si hubiera alguna DANA, puedan evacuar de forma suficiente.
Una de las preocupaciones de la gente tiene que ver con la seguridad y el tráfico, ¿cómo lo están gestionando?
Ha sido una prioridad para nosotros. Primero, dotar a la Policía Local de una plantilla más amplia (estamos en ello), y dotarla de medios. Hemos comprado un vehículo más, y estamos viendo si es posible poner otro más el año que viene. A la par hay que ir aumentando la plantilla: somos ya una ciudad prácticamente de 20.000 habitantes, tendríamos que tener más de 20 policías y solo tenemos 14 o 15. Conste que, según los datos de la Guardia Civil, somos uno de los municipios con menor índice de delincuencia en el área metropolitana.
Para la seguridad vial, aprovechamos lo que nos ofrece la tecnología: cámaras de seguridad para mantener una vigilancia en el control del tráfico. Son cámaras con inteligencia artificial, de tal manera que controlan dónde y cuándo se ha infringido la norma y no hay que estar visionando. Están en todas las zonas del pueblo, en todos los accesos, y queremos aumentar ahora con tres o cuatro cámaras más, en lugares en los que no habíamos llegado todavía.
¿Cómo es su relación con el tejido empresarial del municipio?
Nos hemos volcado con el comercio local, con ACEMATARFE y los bares y restaurantes. En cuanto surgió la pandemia, a iniciativa del equipo de gobierno y con el apoyo de todos los grupos políticos, pusimos en marcha ayudas directas y rebaja de tasas (se ha suspendido la tasa por ocupación de vía pública para hostelería y para el mercadillo), y ahora vamos a publicar una segunda línea de ayudas, se ha incrementado la subvención nominalista a ACEMATARFE, de 7.000 euros a 13.000 euros. Hemos elaborado campañas de comercio puntuales, la elaboración de una página web de negocios, cartelería, pegatinas, apoyo en todo momento, ferias de estocaje y de la tapa, con notable éxito. Y la primera Muestra de Comercio Local. El Ayuntamiento ha apoyado con una serie de conciertos, sobre todo de grupos locales.
¿Cómo está afectando a Atarfe la mejora de las comunicaciones por autovía?
Gracias a esa mejora están viniendo empresas a los polígonos de Atarfe. Al hacer la segunda circunvalación y la variante de Pinos Puente (que es el inicio de la autovía Granada-Badajoz y cuyo primer tramo ya está hecho, el segundo tramo Atarfe-Granada está en fase de licitación): esto ha hecho que quedemos muy bien comunicados, no tenemos que entrar a Granada. Sin salir de Atarfe ya tienes comunicación con Jaén y Madrid, con Motril y toda la costa sin tener que pasar por el embudo de la circunvalación de Granada. Y la A-92 que la tenemos a tiro de piedra. Hay empresas que estaban en otros polígonos y han venido a instalarse aquí. Entre ellas, la Junta de Andalucía, que tiene dos centros distribuidores de Epis para todo su personal, uno en Sevilla y otro en Atarfe, y se vinieron porque la comunicación es perfecta.
El mercadillo ha cambiado de ubicación, ¿por qué es mejor?
El sitio donde se celebraba siempre, en la calle del centro de salud, es una de las vías principales de salida del centro de salud. Ya se dio un caso en que la ambulancia tuvo que hacer un enorme rodeo un viernes para atender un caso urgente. Viene la pandemia y ese sitio no cumple las necesidades de distancia que eran necesarias. Entonces pensamos que un buen sitio era el ferial, amplio y con espacio, que permitía la distancia y acometer las nuevas licencias que se habían presentado.
En todo momento estábamos en contacto con la asociación de vendedores ambulantes. Les pusimos las razones de seguridad y mejora, y con su consentimiento nos fuimos al ferial. Desde el primer instante dijimos: si no funciona, le buscamos otro emplazamiento, siempre con el diálogo, sin imponer.
Han venido a decirnos que el sitio es muy bueno pero que está lejos, que va poca gente, que no venden… gente mayor que nos dicen que el mercadillo queda poco lejos. No hemos venido a imponer, hoy en los gobiernos no existe el ordeno y mando. Existe el acuerdo, el diálogo, y siempre hay que ir por esa vía. Así que, fruto del acuerdo, de comerciantes de venta ambulante y de ciudadanos que lo han demandado, nos acercamos al emplazamiento anterior; no exactamente al de antes por la cuestión del centro de salud, pero muy cercano y más céntrico.
¿Cuáles son los principales retos y proyectos de cara al último tercio de la legislatura?
Tenemos muchos retos por hacer. Después de estos dos años terroríficos por la pandemia y los terremotos, el pueblo necesita pequeñas cosas: una intervención general en los barrios. Así lo estamos detectando a través del proceso de presupuestos participativos que estamos llevando a cabo. No piden grandes cosas, piden que se arregle la acera, que haya limpieza, luces… Una mejora del entorno en el que se habita.
En esa dirección vamos a trabajar con el presupuesto.
Tenemos también una serie de proyectos culturales que favorezcan el turismo. Tenemos recursos tanto naturales como patrimoniales.
¿Cuáles son esos recursos?
Atarfe es un pueblo cultural. Lo fundamental, los restos de la ciudad de Medina Elvira, que está enterrada. Hasta ahora se conoce en los ámbitos universitarios. Se han hecho excavaciones científicas, pero ahora lo vamos a enseñar. Hemos conseguido aunar esfuerzos con Ayuntamiento, Universidad, Diputación y Junta de Andalucía. Estamos haciendo nuevos convenios con estas administraciones, para acometer un proyecto de excavación que ponga el lugar en valor y que se pueda visitar, como en tantos otros lugares de la provincia. Es la ciudad de Medina Elvira, una de las primeras de la ocupación musulmana, siglos VII-XI, fundamental dentro del Califato, capital de la cora de Ilbira. Un camino fundamental hacia el gran puerto naval de Almería. Tiene una característica especial y es que la convivencia entre culturas está datada. Hay un barrio con basílicas y cruces. Ciudad artesanal, de comercio.
Luego tenemos un espacio escénico único: el auditorio del Centro Cultural Medina Elvira. Hace poco actuó Mariola Cantarero y lo dijo. “He estado en muchos escenarios, y este es una maravilla. Cuidadlo.” La Orquesta Sinfónica Europea, El Brujo, Marina Heredia… Destacan la sonoridad que tiene. La idea que tenemos es sacarlo de lo local y proyectarlo. La manera es que, dentro de nuestras posibilidades económicas, traer buenos espectáculos que no se den en Granada, para atraer gente aquí. Tenemos el auditorio y podemos hacerlo, y promocionarlo no solo en la provincia, sino a nivel nacional. Tenemos actuaciones de teatro en vías de contratación.
El festival de jazz que hacemos en verano es un referente a nivel de la provincia. Hemos conseguido que tenga el apoyo económico de la Diputación, por primera vez. Queremos ir dándole calidad y mejorándolo.
El Coliseo. No es solo una plaza de toros. Festejos hay algunos al calor de la reapertura. Pero es un espacio escénico fundamental. Para actividades deportivas, organizativas, culturales. Es un espacio escénico y de actuaciones diversas. Conciertos de verano, festival de blues… Acoge espectáculos mucho más masivos que el centro cultural (por ejemplo, el concierto del Arrebato con 1.500 entradas en plena pandemia).
Tenemos nuestra Escuela de Música, Danza y Teatro, con un nivel… ganando premios. La escuela de música de Atarfe tiene los 4 primeros años como centro autorizado elemental de la Junta de Andalucía. El título es oficial, como un conservatorio. Y eso hace que tengamos una Banda Sinfónica Municipal de Atarfe con un nivel extraordinario. Hemos estado en Cullera con segundo premio y en Tarragona también segundo premio internacional. También la Big Band, otra agrupación de la escuela.
La Asociación Artística y Cultural Ciudad de Atarfe gestiona estas escuelas. Cuando llegamos la subvención municipal era de 211.000 euros y hemos llegado ahora a 250.000 euros, para mantener esas actividades. Hay más de 400 alumnos. Alumnos que están ya en el Conservatorio superior no pierden el contacto con Atarfe, vienen y tocan aquí, y la calidad se nota.
En teatro, hay de diversos niveles, desde chicos más pequeños hasta los mayores. Hay una labor estupenda. Con una muestra de teatro que se hace en septiembre, con obras de una calidad y de una complejidad que son dignas de admirar. Y en julio el Festival Internacional de Piano, que es una pasada, con alumnos de todo el mundo.
Y Ciencia en Acción. Un grupo de docentes pusieron en marcha la feria de la ciencia. Y luego este año han propuesto un programa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otros organismos, Ciencia en Acción. Varios días con stand y demostraciones científicas, en el Coliseo. Divulgación de cara al público. La asociación quiere darle un carácter más estable, y viendo la acogida en Atarfe, quiere que tenga tres sedes permanentes: Viladecans, Ermua y Atarfe, de manera que cada tres años le toca a uno de estos tres pueblos la organización.
Entre las buenas comunicaciones, los activos culturales y turísticos y la llegada del Metro, en Atarfe tenemos recursos de sobra para afrontar el futuro con ilusión y esperanza.
¿Qué se sabe de la ampliación del Metro?
El Metro es una infraestructura fundamental. Ya en agosto hubo dos ingenieros trabajando aquí en el proyecto. Nos comentaron las posibilidades que había para que aportáramos. Se llevaron nuestras opciones, las más razonables. Después me encontré con la consejera Marifrán Carazo, y quise saber si podíamos darlo por seguro. Me confirmó que se van a desarrollar los tres proyectos previstos a la vez: Armilla-Churriana-Las Gabias, Albolote-Atarfe, y uno nuevo Caleta-Avenida de la Constitución-Gran Vía-Reyes Católicos, que sería el ramal central de Granada. En cuanto esté el proyecto terminado, se licitará. También aprovechando los fondos Next Generation de la Unión Europea. Nuestro tramo no es complicado, Albolote está ahí, no hay grandes construcciones… Vendría desde Albolote, hacia el tanatorio, la segunda circunvalación lo desvía un poco, y entraría en Atarfe, hasta la zona de tanatorio, luego Avenida de Circunvalación, se integra por las pistas de pádel en la trama urbana, y por Avenida de América hasta la misma puerta del Coliseo. Habría unas cinco paradas de metro en el casco urbano de Atarfe.
Mientras tanto, exigen una mejora del transporte metropolitano.
Con el covid y las restricciones en el servicio de autobuses, hemos sido uno de los pueblos más perjudicados. En plena pandemia nos suprimieron por completo la comunicación con Albolote, nos quitaron el 122. Llegamos a proponer al Consorcio que estábamos dispuestos a pagar un autobús que hiciera de lanzadera con el Metro. Pero no quisieron, dijeron que era competencia de ellos. Hemos seguido pidiendo mejoras. El 4 de octubre se hicieron algunas mejoras, que han venido a paliar el deterioro. Y hemos propuesto tres posibilidades de mejora: quedaron en que el Consorcio y Alsa iban a darle forma. Ha pasado un mes, y no hemos tenido respuesta.
Lo que demandamos fundamentalmente es una lanzadera que vaya y venga al Metro en Albolote. Con el apoyo del Ayuntamiento para subvencionar ese billete, para que la gente no pague dos veces el billete. Y el resto de líneas que tengan más frecuencia, sobre todo por la tarde. Estamos dispuestos a poner más dinero para que no haya tantas esperas por la tarde. La gente va a la universidad, tiene que trabajar… Queremos que la frecuencia sea durante todo el día de 20 minutos, accediendo por un lado o por el otro.